– ¿Por qué no dejas de molestar y te largas?- Sasuke le miró de forma asesina.
– No, este es un momento muy importante para la familia; mi hermanito por fin terminó de salir del clóset y está declarándose al amor de su vida, el pobre chico que su hermano mayor recogió por lástima de la calle y...
– ¡Cállate y vete si no tienes nada mejor que hacer!- masculló Sasuke casi echando chispas por los ojos.
– Más respeto con tus mayores- se acercó y se sentó a los pies de la camilla de Naruto y trató de tomar la mano que tenía libre, pero el rubio la alejó de inmediato. – ¿Ah sí?
– Si no te vas voy a llamar a...
– ¿A quién?- Cortó el esfuerzo de su hermano por alejarlo. – ¿A quién vas a llamar? Recuerda que este hospital es de mi propiedad y yo puedo hacer lo que se me de la gana con él- sonrió triunfante. – Y una cosa más, otôto-chan, te tengo una sorpresa... pero es para cuando lleguemos a casa.
– No volveré allá, ¡ninguno de los dos lo hará!
– Si, eso es lo que dices... Espera a que salga del hospital- Itachi sonrió ampliamente. – Creo que tiene para una semana más o algo así y la orden es que guarde absoluto reposo, entonces será en mi casa.
– Yo creo que...
– Permiso- una enfermera vestida de impecable blanco se hizo presente en la habitación dejando en silencio a los dos Uchiha. – Les debo pedir que se retiren, debo hacerle unos exámenes al joven.
– Pero...- empezó Itachi.
– Es necesario, reglamentos del hospital y sanidad- interrumpió la enfermera. A los dos hermanos no les quedó más remedio que salir del cuarto, una vez afuera se enviaban miradas asesinas, en un silencio en que se podía palpar la tensión, pero el mayor decidió romperlo.
– No pensé que te fueras a salir con la tuya- dijo con tono de voz neutro, como si no fuera de importancia lo que estaba diciendo. – Pero siempre soy yo el que me salgo con la mía, para muestra Naruto volverá a mi casa.
Sasuke trataba de ignorar los comentarios de su hermano mayor, sabía que lo hacía para que se molestara, pero no iba permitirse caer en su jueguito.
– Y me encargaré de abrirle los ojos y mostrarle lo que es bueno y lo que no, de que en todo este tiempo, el que mejor lo ha tratado he sido yo...
No debía prestarle atención, Itachi solo lo hacía para picarlo.
– Vale, sé que me estás escuchando, así que mejor te daré tu sorpresita ahora, ya sabes- dijo sonriendo mientras encogía los hombros. – Para que no te pongas nervioso y nada de eso.
Pero el menor seguía con actitud impasible, no debía escucharlo, aunque de seguir así cometería un fratricidio, Itachi con sus palabras el estaba minando los nervios, pero debía mantener siquiera en su rostro la expresión de indiferencia.
– Así que pon atención- dijo colocándose enfrente de él. – Deja de hacerte el sordo, que si no esto te puede saber a amenaza...- pero no había signos de que su hermano quisiera escucharlo. – Vale, si quieres tanto a Naruto entonces vete, déjalo conmigo, yo soy el único que puedo cuidarlo como se debe- Itachi hablaba muy seguro de lo que decía.
El rostro de Sasuke reflejaba la duda, mientras que su hermano sonreía contento, ahora si había captado su atención. – ¿De qué hablas?
– ¿Cómo que de qué? Sabes que está enfermo y que tú no tienes los medios para cuidarlo.
– Claro que...
– ¿Qué piensas hacer; robar como las otras veces?- Sasuke palideció completamente a lo que había dicho su hermano. – ¡Ah! ¿Sorprendido? Sabes que ésta ciudad es mía ¿verdad?- Itachi sonrió triunfante, todo estaba a su favor. – Seis robos de madrugada; sólo dinero en efectivo y joyas, todos los asaltos a casas de la más alta sociedad de un mismo barrio. Los testigos hablan de un hombre joven, un muchacho de contextura delgada, alto y rostro cubierto- el mayor de los Uchiha parecía disfrutar de aquello, las expresiones que iba adquiriendo su hermano menor le hacían ensanchar más su sonrisa de triunfo. – Curiosamente el asaltante no usó la violencia, tampoco habló, se limitaba a atacar a sus víctimas, abrir cajas fuertes o bóvedas y luego huir desapareciendo casi al instante... muy ingenioso hermanito; supongo que ese dinero lo has gastado para regalonear a Naruto... ¿O me equivoco?
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Recogido (sasunaru)
FanfictionTienes que obedecer, cumplir cuanto capricho se me ocurra y complacerme cuando sea necesario. Es lo menos que puedes hacer por mí, Naruto, después de todo siempre serás un recogido... SasuNaru.