IV

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Felix abrió el trozo de papel con una gran sonrisa y se sentó en el césped otra vez para leer lo que este traía escrito.

Príncipe Felix, es todo un honor recibir una carta tuya, ha llegado a mis manos mientras paseaba por el bosque esta mañana. Es increíble que jamás hayas visto el mundo exterior, hay demasiadas cosas maravillosas como para escribirlas todas en un trozo de papel, deberías salir y ser libre, las personas no son malas, no te arrepentirás.
Espero que te animes a salir

Hyunjin.

Al terminar de leer aquella carta, un brillo apareció en sus ojos ¿entonces estaba bien si tan solo salía?, pero de todas formas le daba miedo, nunca lo había hecho, se sentiría perdido con tanta libertad justo en frente suyo.
Dobló el papel con un leve sonrojo en sus mejillas y se volteó a ver a Seungmin, quien lo miraba con una sonrisa enternecida.

—¿Conoces a algún Hyunjin? –le preguntó recostándose en el césped mientras dejaba el papel sobre su pecho y lo abrazaba. Sabía que Seungmin tenía más conocimientos sobre el mundo fuera del reino, ya que constantemente estaba saliendo a cumplir con mandatos de los reyes.

—Es el príncipe de Hudryt –le respondió sin pensarlo mucho, pues iba muy seguido al reino vecino. Felix abrió sus ojos con sorpresa, no esperaba que su carta llegara al mismísimo príncipe de Hudryt, pero eso no fue lo que más le sorprendió, sino el hecho de que fuera un príncipe y pudiera andar por el bosque por su cuenta y cuando quisiera. Él también quería eso.

—¿Recuerdas la carta de la que te conté? ¿La que envié más temprano esta mañana? –Seungmin asintió —. Él fue quien la respondió...tú vas seguido a Hudryt ¡Quizás puedas llevarme contigo la próxima vez! –exclamó con ilusión y Seungmin formó una pequeña mueca con sus labios. Felix le hizo una seña para que fueran a su habitación, pues estaba ansioso por escribir una respuesta, así que ambos se pusieron de pie y comenzaron a caminar fuera del laberinto.

—Me encantaría poder ir con usted, pero sabe lo que sus padres dirán...

Felix hizo un puchero y agachó la mirada, su amigo tenía razón. Pero, de pronto, una muy loca pero buena idea llegó a su cabeza.

—¡Puedo esconderme en la carreta! –exclamó muy feliz y emocionado. Seungmin abrió sus ojos como platos y negó rápidamente con su cabeza y sus manos, haciendo que Felix volviera a hacer un puchero.

—Es una muy mala idea Lix hyung, su padre enloquecerá si se entera –le advirtió preocupado.

Y Felix iba a proponer otra forma de salir a escondidas, pero un fuerte grito detrás suyo lo dejó helado.

—¡Lee Felix! ¿Qué crees que haces? –exclamó su padre furioso. Felix se volteó y notó que se acercaba a ellos a pasos agigantados. Rápidamente se puso en frente de Seungmin defendiéndolo, pues sabía lo que su padre estaba a punto de hacer.

—¡Felix! –exclamó Seungmin aterrado al ver el puño del rey impactando en el rostro del castaño. Taemin sintió una fuerte corriente recorrer todo su cuerpo partiendo desde su puño cuando golpeó a Felix y un leve dolor apareció en su pecho, lo que le llevó a recordar las palabras de aquel hechicero hace unos años algo atemorizado, pero sin demostrarlo a los otros dos. Felix, por otro lado, no sintió dolor al ser golpeado, lo cual le extrañó mucho, pero no pensó mucho en eso y se reincorporó para seguir protegiendo a su amigo.

hasta que la muerte nos separe || hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora