XI

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Hyunjin y Chan entraron de golpe al salón de hechicería, provocando que los magos que se encontraban allí, se sobresalten de la impresión. A medida que se adentraban a paso apresurado al lugar, se disculpaban con leves reverencias. Hasta que llegaron donde Ling estaba.

—Ling, necesitamos tu ayuda, es muy urgente –se apresuró a decir Hyunjin con su respiración agitada y sus manos sudando por lo ansioso que estaba. El adulto dejó lo que hacía y se giró para darles su atención.

—¿Por qué tan agitados? ¿Ocurrió algo grave? –preguntó preocupado, acercándose a ellos. Chan asintió, pero no dijo nada más, dejaría que Hyunjin lo hiciera, él debía hacerlo.

—Felix escapó anoche –soltó, y los ojos de Ling se abrieron hasta casi pasar su límite —. Él me envió una carta y dijo que vendría por mí, porque y-yo...después de nuestra conversación no le respondí más, p-porque creí que sería mejor para él, c-como tú dijiste... –balbuceó, las lágrimas volviendo a brotar de sus ojos sin que pudiera detenerlas.

—Hyunjin... –quiso hablar Ling, pero Hyunjin no lo dejó.

—Salí a buscarlo, estuve buscándolo toda la noche sin suerte, pero encontré esto –le tendió el broche y Ling lo tomó para inspeccionarlo, haciéndose una idea de lo que tenía en mente Hyunjin —. Es de Felix, con eso p-puedes encontrarlo, ¿no? Recuerdo haberte visto muchas veces de niño cuando hacías eso, buscar a personas con ayuda de cosas que les pertenecen. Por favor Ling, Felix no puede seguir allá afuera, él no conoce nada, él debe sentirse tan perdido y-y...

—Por supuesto que lo haré Hyunjin, encontraremos a Felix –Hyunjin entonces dejó de intentar seguir ordenando sus palabras y asintió, un brillo de ilusión y esperanza adornando sus ojos. Chan lo abrazó por los hombros y palmeó uno de estos, diciéndole así que todo estaría bien y lo encontrarían pronto. Siguieron al mago hacia un cuarto oscuro que tenía como entrada un telón negro. Se adentraron y esperaron a cierta distancia de donde estaba Ling diciendo palabras que no entendían y haciendo cosas con sus manos y distintos objetos mágicos.

De pronto, en la pared de concreto empezó a proyectase una imagen. El bosque. Hyunjin dio unos pasos hacia adelante, mirando fijamente la proyección, tratando de identificar el lugar que se presentaba ante ellos. El bosque se desvaneció después de unos segundos y en su lugar apareció lo que se asimilaba a una cueva en una montaña. A medida que Ling movía sus manos en el aire, la imagen se movía también, como si estuviera en ese lugar físicamente, viendo a todos lados en busca de algún rastro de Felix, si el broche los había guiado hasta allí, debía estar cerca. Luego se oyeron voces con un ligero eco, provenientes de aquella imagen poco nítida que por unos segundos se volvió negra completamente.

Si haces lo que te digo y no tratas de escapar o algo por el estilo, estarás bien, principito. No quiero tener que matarte, después de todo no nos sirves muerto –la piel de los tres se erizó al oír esa voz rasposa, voz que Ling reconoció, pero no los dos chicos. Entonces la imagen se volvió clara otra vez, encontrándose ahora en el interior de la cueva. Y Hyunjin sintió cómo su corazón se detuvo al ver a Felix en el piso con sus manos atadas en la espalda, los ojos vendados y un trapo en su boca, provocando que sus sollozos sonaran ahogados al igual que los gritos que trataba de soltar. El hombre desconocido pasó su dedo lentamente por el mentón de Felix para luego subir hasta sus ojos y quitarle la venda por unos segundos —. ¿Entendido, dulzura?  –y Hyunjin perdió los estribos cuando Felix movió su rostro, evitando la mirada del hombre en frente suyo, notando así las incontrolables lágrimas que caían de sus hermosos ojos.

—Demonios –musitó Chan sin querer creer lo que veía.

—¿Dónde están? –preguntó Hyunjin en un tono brusco acercándose a Ling con sus puños apretados. El mago volvió a ver el lugar desde afuera, tratando de reconocerlo, y lo hizo antes de que Hyunjin pudiera repetir su pregunta a los gritos.

hasta que la muerte nos separe || hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora