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Capítulo 19: Sanghelios.

El planeta volvía a ser iluminado por sus soles, trayendo luz y calor para dar comenzó a un nuevo día en el planeta. Mientras esto sucedía, algunos Sangheili estaban comenzando a despertar, incluidos los Sangheili que, desde hace más de 4 años y medio, tenían como pareja a los Marines. Y como era costumbre, el Inquisidor ya se encontraba despierto desde hace algún tiempo, apreciando desde el balcón de su habitación hasta donde la vista le permitía.

Era algo hermoso, el Estado de Vadam, su hogar, siendo iluminado por diversas tonalidades de naranja y amarillo, al mismo tiempo los vientos de la mañana hacían que tanto las banderas del Estado de Vadam como de las Espadas de Sanghelios ondearan armoniosamente en el aire. Esto le otorgaba una vista maravillosa.

—Desearía poder observar esto durante más tiempo... Pero no puedo. —pensó el Inquisidor.

Era verdad, no podía seguir observando por más tiempo, pues dejaría el Estado de Vadam para dirigirse al Estado de Nuusra, donde tenía algunos asuntos que atender con los Ancianos de dicho Estado, quienes había solicitado una visita. Esto no solo significaba abandonar Vadam, su hogar, significaba dejar el Continente de Yermo y viajar al Continente de Qivro, donde se encontraba el Estado de Nuusra. Por suerte, estos eran continentes vecinos, separados solo por el Mar Csurdon, y aún mejor, Nuusra estaba muy cerca de las costas del Continente. Así que, no sería un viaje demasiado largo.

Con el pasar de los minutos, la vista solo se hizo aún más preciosa. Sin embargo, Thel sabía que debería irse cuanto antes, pues era muy probable que los Ancianos ya estuvieran preparando todo para su llegada, y no quería hacerlos esperar. Pues si habían pedido su presencia, debe de haber sido algo importante. Por lo que sin perder más tiempo salió de su habitación, saludando y despidiéndose de los guardias que se encontraban fuera de su habitación, los que cuales hicieron una reverencia y respondieron con gran respeto. Sin duda disfrutaban su trabajo.

Una vez hecho eso, el Inquisidor continuó su recorrido a través de los pasillos de su hogar, el lugar de residencia de la Casa de 'Vadam, hasta que finalmente se encontraba en el exterior, donde se detuvo justo en la entrada de su hogar. Estando allí, decidió apreciar el Estado de Vadam durante unos instantes más antes de partir, dejando que los vientos y rayos de luz de la mañana golpeen su armadura. Poco tiempo después esto, escuchó la voz de una Sangheili a través de las comunicaciones.

—Inquisidor, acabo de entrar a Vadam y me aproximo al sitio donde me indicó que aterrizara. —

—Muy bien, Mahkee. Voy en camino. —dijo el Inquisidor. —; Por cierto, ¿cómo va todo en Nuusra? —

—Demasiado tranquilo, los Ancianos y el Kaidon habían comenzado a preparar todo cuando partí, así que ahora deben de estar a punto de terminar. Con respecto al Covenant, no hemos tenido ningún avistamiento, sin embargo, todas las Espadas de Sanghelios, al igual que todos los habitantes del planeta y sus lunas, están alerta. —explicó la Sangheili.

—Si llega a haber algún avistamiento del Covenant, debemos ocuparnos de ello. —dijo el Inquisidor. —; Cambiando un poco la conversación, iré de inmediato al sitio donde aterrizarás, será mejor que no los hagamos esperar. —agregó.

—Por supuesto, Inquisidor. Allí estaré. —dijo y terminó la comunicación.

El Inquisidor sabía que el Covenant de Jul 'Mdama estaba cerca de ser derrotado. Los reportes más recientes indicaron que habían perdido poco más de la mitad sus naves, y una transmisión que habían interceptado, aunque incompleta, reveló que algo le había sucedido a Jul 'Mdama. Y debido a que los detalles sobre el estado de Jul 'Mdama no estaban claros en esa transmisión, no sabían si estaba vivo o no, y debían de estar preparados para todo.