Lazos Ancestrales | Halo Gay (Yaoi) | Arbiter X Master chief

Capítulo 1: La Llegada a La Tierra.

El Jefe Maestro se encontraba cayendo (al igual que el inicio de Halo 3) del Acorazado Forerunner hacia la jungla. Con anterioridad había tomado un trozo del Acorazado Forerunner para entrar a la atmósfera de la Tierra. La caída era larga, así que antes de caer concentró la gel de su armadura, así evitaría cualquier daño ocasionado por la caída.

Ya después de la caída, un grupo de Marines junto con el Sargento Johnson encontraron al Jefe maestro, y uno de ellos se acercó a inspeccionar como se encontraba el Jefe Maestro.

—Menos mal, no sucedió nada grave Sargento, excepto que, su armadura está bloqueada. —informó un Marine al Sargento.

—Muy bien. Marines, estén atentos por si esos simios nos encuentran. —

Al decirlo, Johnson se acercó al Jefe para verificar si tenía "algo" consigo y, al hacerlo decidió que en caso de que sí, se llevaría ese algo con él, que era el chip de Cortana

—Bueno hijo, veamos si lo tienes. —dijo inspeccionando al jefe —; Lo encontré. —dijo y se puso de pie con aquél objeto en mano.

Johnson estaba dispuesto a alejarse del Jefe para poner el chip en un lugar seguro, pero entonces escuchó como si algo lo llamara, y ese algo era el Jefe.

—¿Acaso piensas dejarme aquí? —

—¿Por qué saltas siempre? Un día de estos te vas a matar. —suspiró —; Estás loco, lo sabes, ¿no? —

—Así es, lo sé. —

—Pero, Jefe, ¿dónde está Cortana? —cuestionó al darse cuenta de que el chip estaba vacío.

Entonces, el Jefe recordó donde estaba Cortana, estaba en la Ciudad Sagrada de los Profetas, Gran Caridad. Ella se quedó para poder ayudar al Jefe mientras él perseguía a los Profetas.

Una vez que el Jefe había subido al Acorazado Forerunner para seguir al Profeta de la Verdad, este le prometió a Cortana que volvería por ella en cuanto matara a Verdad. Pero ella solamente le respondió con una oración justo antes de que se fuera —; ... No le hagas una promesa a una chica, si sabes que no podrás cumplirla... —

—Se quedó atrás. —dijo el Spartan al Sargento.

Al decirlo, tomó el chip de entre las manos del Sargento y lo volvió a colocar en la parte trasera de su casco.

—Jefe, más le vale traerla de vuelta. —

—No te preocupes, lo haré. —dijo sereno.

Después de ese pequeño sermón entre el Jefe y Johnson, todos comenzaron a prepararse para marcharse de esa jungla. Pero el Jefe logró divisar algo acercándose, ese algo era un Sangheili saliendo de su camuflaje. El Jefe, al verlo, tomó rápidamente un arma, se acercó corriendo a él, y la puso debajo de las mandíbulas del Sangheili, listo para jalar el gatillo. Pero entonces escuchó a Johnson.

—¡Jefe, espere!, el Inquisidor está de nuestro lado. —

El Jefe Maestro no podía creer lo que Johnson acababa de decir, un Sangheili en alianza con los Humanos, eso no se lo esperaba, era algo sorprendente y a la vez inesperado.

En cuanto Johnson dijo esas palabras, este se dio cuenta de que el Jefe se quedó inmóvil, como si no pudiera creer lo que acababa de decir el mencionado inicialmente. Pero el Jefe no se quedó inmóvil por eso, sino porque estaba observando detalladamente el rostro del Sangheili, cada centímetro de ese rostro, pero su mirada se quedó perdida al encontrarse con los ojos de ese ser.