Epílogo.

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Habían pasado dos años desde el final de la guerra. Un día glorioso para algunos, pues finamente había terminado el conflicto que había durado más de 30 años, y la paz había vuelto. Pero no para todos.

Para alguien, este era un día, en cierto modo, doloroso. Pues había perdido al ser que amaba. Ese alguien era el Inquisidor.

El cual se encontraba con una nueva armadura, en Sanghelios, dirigiendo su armada. Las Espadas de Sanghelios. Las cuales, estaban muy devotamente a su servicio.

Desde que el Inquisidor regresó a Sanghelios, muchas cosas cambiaron, incluidas tradiciones. Pues se supo que él había estado en una relación amorosa con el Spartan-117, también conocido como el Jefe Maestro.

Extrañamente, esto no lo había perjudicado en nada, más bien lo ayudó. La mayoría de los Sangheili en el planeta comprendieron las razones del Inquisidor para fijarse en el Spartan. Pero algunos, los cuales no sobrepasaron los 2000 individuos, al inicio no lo tomaron muy bien y optaron por dejar el planeta. Pero con el pasar del tiempo, eso fue quedando en el olvido y decidieron regresar para ponerse bajo el mando del Inquisidor... Lo habían aceptado por completo.

Ahora, ya que era el segundo año desde la conclusión de la guerra, el Inquisidor iría al planeta Tierra. Tal y como lo había hecho hace un año.

Por suerte, esta vez no ocurriría que las defensas de la Tierra lo confundirían con una nave remanente Covenant.

Por lo cual, iría a su Nave personal. El Deep Redemption, un gran Crucero Pesado Brigantine, el cual era acompañado de varios, por no decir decenas de Man O' Wars, Blockade Runners y Cruceros Carracks, todas estas naves, junto con el Deep Redemption, formaban la Flota personal del Inquisidor. Pero justo cuando iba a partir, Rtas lo detuvo.

—Inquisidor, va a ir, ¿verdad? —cuestionó un tanto preocupado.

—Así es. Iré, ya hablamos de esto. —respondió dándose la vuelta.

—Pero, ¿ahora? —enfatizó su preocupación.

—Sí. Recuerda, es por él. —sujetó su colgante, el cual no se había quitado durante todo ese tiempo.

Ante esto, el Sangheili no dijo nada más, pues sabía lo importante que fue el Spartan para el Inquisidor, y dejó que el Inquisidor subiera a su Nave, para así ir a la Tierra.

Una vez que el Deep Redemption salió de la atmósfera de Sanghelios, dio un Salto Desliespacial hacia la Tierra. En cuento el Deep Redemption entró al Desliespacio, el Sangheili regresó por donde había venido y se encontró a Johnson.

—Se fue, ¿verdad? —cuestionó el de tez morena.

—Así es, no pude detenerlo. —dijo el Sangheili.

—Bueno, era inevitable. Sabes lo importante que era el Jefe para él, ¿no es así? —cuestionó el tez morena.

—Sí, pero... —

—Entonces, no te esfuerces más. Estarías igual si me perdieras, ¿no? —interrumpió el moreno.

—Eso ni pensarlo. —respondió el Sangheili.

—¿Lo ves?, no quieres perderme. Él tampoco quería perder al Jefe. Perder a alguien que amas, es algo muy doloroso, nadie lo supera del todo. —explicó el moreno.

—Entonces..., él-... —

—Así es. Él lo extraña, y lo único que puede hacer es ir cada año para hablar con el Jefe. —respondió en sentido retórico.

Entonces el Sangheili comprendió. No importaba cuanto lo ayudara, el Inquisidor aún extrañaría al Jefe. Pero, gracias a él, el Inquisidor pudo superar un poco su pérdida, al menos un poco, lo cual le reconfortaba un poco.

Lazos Ancestrales | Halo Gay (Yaoi) | Arbiter X Master chiefDonde viven las historias. Descúbrelo ahora