Jisung se hundió en el asiento del auto mirando las luces que pasaban rápidamente en el exterior, empezó contandolas pero luego de la número veinticuatro comenzó a creer que en realidad habían pasado doce y el estaba viendo doble. Cualquiera sea el caso, volvió su vista a sus manos y de allí a Mínho.
El mayor estaba concentrado en el volante, totalmente perdido en sus pensamientos y, casi podía apostar el castaño, que había olvidado su presencia en el auto. Jisung se incorporó en su asiento sin despegar la vista de el. Adoraba su perfil y como cuando se concentraba en algo fruncía un poco su ceño, como relamia sus labios cada diez segundos como si ese tiempo alcanzara para secarlos. El realmente era precioso, pero Jisung confundía sus halagos con un poco de envidia.
—¿Tengo monos en la cara? —Preguntó el mayor mirando de reojo a Jisung, quien volvía a hundirse en su asiento avergonzado por su falta de disimulo.
—Tu eres el mono. —Se quejó, cruzándose de brazos y pasando su lengua por el interior de su mejilla.
—Supongo que uno muy lindo pues no dejas de mirarme. —Se autohalagó el mayor, levantando sus cejas en un gesto coqueto. Jisung rodó los ojos.
—Los monos no son lindos. Son feos. —Comentó un completamente borracho Jisung, pensando en los pocos monos que había visto en su vida y lo feo que le resultaba ese animal peludo.
No es que hubiese visto muchos como para sacar un buen promedio, ¿O era que estaba tan acostumbrado a oír sobre que el mono era un animal feo y por ello el había comenzado a pensar así? ¿Era el una víctima más del pensamiento social contagioso? ¿Estaba tan perdido en si mismo que pensar sobre monos era normal teniendo a la persona que te gusta a tu lado? ¿Acaba de pensar que Mínho le gusta?
Oh, por dios, el me gusta. ¿O es el alcohol? Si, es el alcohol.
—¿Cuánto tomaste? —Preguntó de golpe el mayor, haciendo a Jisung espantar todos sus pensamientos sobre monos y sentimientos encontrados.
—Un poco.
—Mientes. —Acotó Mínho a su respuesta, frenando en un semáforo en rojo y mirando al menor. La calle estaba totalmente desolada y recién eran las dos de la mañana.
—Si ya sabes, ¿Para que preguntas? —Jisung también le miró girando su cuerpo en el asiento y frunciendo el ceño.
—¿Porque siempre estás molesto? —Se quejó el mayor, haciendo una mueca de desagrado.
—Tu me molestas. —Admitió Jisung, apuntandole con el dedo índice, Mínho lo tomó en sus manos y lo atrajo fuertemente hacia su cuerpo, haciendo que Jisung y el acabarán a menos de un metro de distancia y con la mirada fija uno con el otro.
—Repitelo. —Exigió Mínho, sintiendo como su corazón latía rápidamente al ver los brillosos ojos de Jisung con la luz roja del semáforo ilumandolos.
—Suelta mí mano.
—Repite lo que dijiste.
Pero Jisung se mantuvo en silencio, mirando directo a los ojos de Mínho con su boca estirada en un puchero de enojo. Mínho por su parte, estaba teniendo una lucha interna en esos momentos para no aprovechar el alcohol en las venas de Jisung y hacerle perder el juego de una vez por todas.
—Minho...—Jisung desvío su mirada a los labios del mayor, haciendo a este respirar con dificultad por lo bien que sonaba su nombre cuando salía por sus labios.—El semáforo está en verde.
Mínho relamió sus labios y soltó el dedo del menor, volviendo a acomodarse en su asiento para arrancar el auto de nuevo. Jisung, por su parte, colocó su mano en el pecho para calmarse a si mismo y para concentrar su vista en un punto fijo pues con las botellas que tomó, el mundo entero le daba vueltas.
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Arcade Love - [Minsung] [✓]
FanfictionAmbos son conocidos bajo la misma mala fama. Unos rompecorazones dispuestos a arruinarle la vida a cualquiera. Pero eso Jisung no lo sabía, y meterse con Minho no fue la mejor idea. Ahora acaba de iniciar un juego donde todo está permitido y la ún...