XXIX

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El domingo por la mañana luego de una fiesta llena de alcohol, no es el mejor día del mundo, ni el momento favorito de nadie que en menos de media hora logró poner su mundo de cabeza y hacer más de la mitad de cosas que se suponía que nunca haría o siquiera pensaría hacer.

Si, ese era el domingo de Jisung, alguien que perdió totalmente la cabeza y esconderse debajo de sus colchas todo el día no sería suficiente para alejar los pensamientos que le hacían ruido constantemente en su cabeza saturada de dolores.

Podría empezar por el principio de como su noche perdió el claro camino, bueno, eso lo recordaba porque aún se mantenía sobrio. Todo comenzó con el mensaje de Chris y su clara intención por ir a una fiesta para ver a su conquista. Primer problema a la vista, no se había puesto a pensar que si llegaba a ir, no solo vería a Chris y a Minho juntos, sino que además no podría hacer nada al respecto ya que carece del derecho a opinar o actuar a favor de los pensamientos que el tenía.

Y eso le llevó hacía el problema dos, pues, encontrarse con Chris y quedar a solas, no fue la mejor opción si a menos de un metro había una mesa llena de bebidas alcohólicas. Jisung se perdió a si mismo y lo reconocía, otra razón más por la que odiaba esos sentimientos que de pronto le habían crecido, siempre los había manejado, había logrado mantenerse totalmente sereno a ellos y no peleaba en contra de ningún impulso.

Pero, como siempre, llega esa maldita excepción que lo convertía en un completo idiota y sus impulsos dejaban de ser muy inteligentes.

Y entonces, mientras Jisung repasaba la noche mentalmente en su cabeza y el orden de los problemas, olvidó por completo lo que continúo luego de pelear con Chris. Se incorporó en su cama y taladró sus recuerdos en busca de algún indicio.

Justo unos segundos después y de casi entrar en una crisis de haber perdido de su cabeza todo lo que sucedió después, recordó su encuentro con Ryunjin y el...

Beso.

Bueno, entramos en la fase principal del problema número tres, repasó cada detalle de como fue, deteniendose exclusivamente en lo poco que recordaba de la potente mirada de Mínho sobre el. Si, eso no lo olvidaría, había sentido todo su cuerpo tensarse y no se sentía para nada bien en ese momento. Eso era un avance, pero uno no muy bueno, se preguntó a si mismo si sería bueno saber que ocurrió después.

Volvió a buscar los recuerdos bajo la enorme alfombra de su mente y recordó con lujo de detalles su segunda ronda de alcohol. Cuando casi se cayó de la mesa y lo exquisitamente delicioso que le había parecido ese maldito liquido azul. También recordó cuando Chris lo tomó de su cintura y lo, básicamente, cargó hasta la vereda justo al frente de un auto y la casa vecina a la fiesta.

—Mierda. —Soltó en un suspiro Jisung, eso lo recordaba demasiado bien. Había actuado como un idiota y poco le había importado en ese momento, recordaba esa constante sensación de querer volver a su casa y no volver a ver a Mínho en su vida. Si, esa presión en el pecho no era fácil de olvidar.

Se volvió a esconder entre sus sábanas pensando en que, lo que siguió después, no le interesaba saberlo. De todas formas, podía sacar una conclusión propia a eso. Había peleado con Chris y seguro en esa pelea volvió a casa. No había más que le interesará saber respecto a que ocurrió después.

Se levantó de la cama y se dirigió, después de horas, al baño. Hizo cada una de sus necesidades mañaneras, solo que en su caso, ya eran las dos de la tarde y el no había hecho nada productivo en todo el día.

No es que le importará mucho, últimamente, lo único productivo que hacía era pensar y nada más que pensar. La mitad de las neuronas ya se le habían desaparecido y comenzaba a creer que esa era una razón lógica a su falta de madurez con los asuntos con Mínho.

Arcade Love - [Minsung] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora