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×HYUNIN×

Jeongin sabía que la había cagado, lo sabía al cien por ciento. De hecho, todo el miércoles se la había pasado pensando en una forma óptima de pedirle perdón a Jisung. Pero ya no podía arreglarlo solo con un par de palabras, no, ya había metido la pata hasta el fondo y lo único que podía hacer era esperar que las cosas no se salieran más de control y alejarse de todo ese asunto. Básicamente rechzar el plan de Hyunjin y continuar en su rutina de odio, pues no iba a perder a Jisung por su empeño en volver a tener una amistad con el rubio.

Quizás ya era momento de dejar atrás el pasado y entender que no volverían nunca a tener lo que un día tuvieron. Ya no eran niños, pero los sentimientos siempre estuvieron y siempre van a estar. Lamentablemente, para ellos, no termino como esperaban y de nuevo, por los estúpidos sentimientos.

Jeongin paseó por toda la habitación deseando con todo su ser rebobinar el tiempio y jamás haber besado a Hyunjin en aquella bañera. Pues, las sensaciones del momento y la emoción de por fin lograr que el rubio lo mirase con otros ojos, le habían llevado a hacer cosas de las que se arrepentía. Había sido un egoista y había metido sus narices dónde no debía.

Tomó el teléfono en un acto desesperado y busco entre sus contactos el número de Hyunjin que aún mantenía en su celular. Lo marcó y espero que el mayor atendiera.

—¿Jeongin? —Sonó del otro lado de la línea, el menor suspiro con pesadez al notar que aún no había cambiado su número.

—Tenemos que hablar. —Dijo sin más el menor, HyunJin tragó duro, sabía a la perfección de que quería hablar.—Ven a casa.

—¿A tu casa? —El rubio se congeló en su lugar, no le apetecía estar a solas con Jeongin, la última vez no sucedió algo que admiraba.

—¿Aún tienes la dirección? —Preguntó Jeongin, sabía con claridad que aún la tenía, solo quería confirmarlo. Hyunjin había ido más veces de las que le gustaría admitir al menor.

—Si, en diez estoy. —Afirmó HyunJin, colgando el celular y buscando un abrigo en su placard.

Al final, estaría a solas con Jeongin, pero le asustaba más saber que el menor le miraría con esa mirada llena de odio y le gritaria en la cara miles de groserías por haber seguido las órdenes de Mínho. Hyunjin también la había cagado hasta el fondo.

En fin, ¿Quien, a estas alturas, no lo había hecho ya?

Jeongin se paseó por toda su habitación, necesitaba calmarse o acabaría entrando en pánico. Sabía que Jisung no iba a querer hablarle y la verdad es que el tampoco lo haría si fuera el. Se había metido dónde no debía y ahora estaba por pagar las consecuencias.

El menor paso las manos frustrado por su rostro y lanzó su cabello hacia atrás. Se quedó mirando el techo como si este fuera a hablarle y le pudiera decir que hacer. Cómo actuar o que decir. Necesitaba una salida rápido y los minutos pasaban muy lentos.

Hyunjin tocó el timbre de la casa casi veinte minutos después, Jeongin rodó los ojos, el mayor era muy impuntual y lo había olvidado. Bajó las escaleras rápidamente y abrió la puerta con desesperación en sus ojos, sorprendiendo al rubio en ese instante.

Hyunjin esperaba un golpe en su mejilla, algún grito fuerte o que el menor simplemente le dijera la forma en que moriría esa tarde, pero en su lugar, Jeongin estaba casi a punto de llorar. Hyunjin no pudo evitar tragar duro al verlo en ese estado por su culpa.

Arcade Love - [Minsung] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora