C23. Cada noche te pediría a ti.

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Inspiro con fuerza dejando que el aire fresco de la noche de alguna u otra manera descontamine mis pulmones. Christopher permanece en silencio total y yo también lo hago. Descubrí que quedarnos así es mucho más sencillo y satisfactorio que abrir la boca para decir cualquier cosa.

—¿Sabes?—comienza Christopher. Mis ojos lo miran un largo momento y él suspira.—A pesar de que trate por todos los medios de manejar la situación lo más sensatamente posible, nunca pude…—hace una pausa.—Lo que te dije el otro día era verdad, entre más quería alejarte fuera de mi mente; más parecías estar ahí…

—De alguna u otra manera me pasaba lo mismo…—admito en un hilo de voz.

—Mira Dan…sé que probablemente nuestra relación después de esto no va a volver a ser la misma de antes  y sería lógico realmente, estoy totalmente consciente de eso…

—¿De verdad lo crees?—murmuro. Su mano derecha toma la mía y una pequeña sonrisa se abre paso en sus labios. Pero no es una sonrisa de felicidad en absoluto, sino más bien una sonrisa forzada.

—¿Lo crees tú…?

—No.—respondo sincera.—El amor que yo siento por ti, Christopher…sigue aquí. Siempre ha estado aquí. No ha disminuido ni un poco. Y ahora sé que el amor que tú sientes por mí también sigue siendo el mismo, de otra manera no estaría aquí el día de hoy. Sé que parece ser que nosotros no tendremos un descanso jamás y que el final de todas las pruebas que hemos tenido que superar para poder estar juntos parece estar demasiado lejos…sé que todos los malos entendidos que se nos han presentado de alguna manera abruman demasiado: pero creo que si trabajamos juntos entonces…

—Entonces podremos quedarnos juntos por un largo, largo tiempo ¿no es así…?—inquiere en voz baja.

—Es así.—asiento.

—¿Quieres volver a la feria con los chicos?—cuestiona lentamente.
Me quedo en silencio un largo momento antes de mirarlo.—Realmente no.

—¿No?—niego.—¿Entonces quieres ir a casa…? Puedo acompañarte, quiero decir yo…—me rio.

—Que  haya dicho que nos demos nuestro espacio el uno al otro no quiere decir realmente que quiera que no vuelvas nunca a más a mi departamento, Chris.—respondo y él suspira antes de reírse.

—Bueno, es que yo…

—Puedes venir cuando quieras.—inquiero encogiéndome de hombros.—No me molesta en absoluto y lo sabes…—hago una pausa.—Pero tampoco quiero ir a casa…

—¿Entonces?

—¿Qué ha sido la cosa más loca que has hecho en tu vida…?—pregunto alzando una ceja. Christopher se echa a reír en voz baja mientras niega.

—La verdad es que ya no lo recuerdo.—admite.

—¿Quieres hacer algo loco…?—cuestiono.

—¿Algo como que…?

—Antes de que te lo diga tienes que prometer que  no dirás que estoy loca…—él niega lentamente.

—Nunca pensaría eso de ti.

—¿Quieres dar un paseo nocturno…?—le pegunto. Christopher se queda en silencio un breve segundo pero asiente firmemente.

—Me encantaría.—responde.

Me pongo de pie lentamente y le tiendo mi mano. Christopher la toma al mismo tiempo que se pone de pie y conecta nuestros ojos. Entonces sus labios buscan los míos dejando en ellos un largo beso que hace que mis piernas tiemblen. Las ganas de echarme a llorar se apoderan de mi cuerpo una vez más pero mantengo  a raya mis emociones. Cuando el aire nos separamos y nuestros ojos vuelven a mirarse no puedo evitar sonreír cuando Christopher también lo hace.

ONLY YOU #2 (Saga STARVING)|Christopher Vélez.(Completa)Where stories live. Discover now