"Me rindo"

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Al día siguiente Naruto sintió un enorme alivio cuando abrió la puerta que daba a la azotea y se encontró a Sasuke sentado en el suelo como todos los días, convirtiendo la ausencia del día anterior en un mero incidente aislado. Suspiró en silencio y se sentó junto a él con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué te pasó ayer? -preguntó alegremente

-¿No leíste mi nota? No pude escaquearme, pero de momento tengo vía libre unos cuantos días más. -Sasuke contestó en un forzado tono despreocupado que intentaba ocultar algo parecido a la tristeza y habló en todo momento sin mirar a Naruto a los ojos. Pero éste no pareció darse cuenta y quedó satisfecho con la respuesta.

-Me alegra oír eso... -dijo Naruto bajando la voz y sin poder evitar esbozar una sonrisa resplandeciente. Buscó los ojos de Sasuke, que le miraron de reojo durante solo un segundo y luego huyeron casi asustados, para quedarse pensativos clavados en algún lugar entre las condensadas nubes del mediodía y el horizonte de techumbres lejanas. -Por cierto, he hablado con Kakashi-sensei y lo más seguro es que esta tarde puedas venir a mi casa. -añadió Naruto intentando por todos los medios recuperar su atención.

Sasuke se tensó visiblemente ante sus palabras y clavó la mirada en el suelo. No podía permitir que Naruto le viese desnudo, no todavía, aún tenía el cuerpo algo magullado y las marcas que había dejado la viperina lengua de Orochimaru no habían desaparecido del todo. No sabría cómo explicarselo y decirle la verdad no era una opción. Aunque según su acuerdo nada impedía a Sasuke haberse acostado con otra persona, sabía que decirle eso, aunque omitiera la participación de Orochimaru, le haría daño y lo peor de todo: le separaría definitivamente de él. Sasuke se sintió terriblemente egoísta al dejar pasar semejante oportunidad de cortar de una vez por todas lo que fuera aquello con Naruto. Pero en que imaginó su cara tristeza e incomprensión, se le quitaron las fuerzas.

-Esta tarde no puedo ir. -respondió por fin de forma algo cortante, sin mirarle todavía a los ojos en ningún momento, y Naruto le miró de arriba abajo extrañado por su actitud y visiblemente decepcionado.

-¿Por qué?

-Tengo que entrenar. -sentenció deseando que la conversación acabase lo más pronto posible.

-Pero si he hablado con Kakashi... vamos, por un día no te va a pasar nada. -insistió Naruto con cierta desesperación y sintiéndose poco a poco más desamparado. Un sabor amargo le inundó la boca como cada vez que temía que el dulce sueño del Sasuke cercano y accesible fuera a desvanecerse.

Y así fue. La ilusión se rompió en el momento en el que Naruto recibió con dolor la fría y casi enfurecida mirada de esa persona a la que tanto le estaba dañando querer. Sasuke alzó la voz, esta vez hablando con enfado, pero ocultando la sincera preocupación que sus palabras encerraban.

-Sí que pasa, Naruto. Y tú también deberías dejarte de estupideces y ponerte a entrenar en serio. -le dijo pensando en la amenaza de Akatsuki que se cernía sobre él y el miedo que sintió el día anterior por que le hicieran daño se incrementó enormemente. -Un debilucho como tú nunca va a convertirse en Hokage ¿me oyes? Eres débil...

Y al pronunciar esas últimas dos palabras sintió como si su hermano hubiese hablado a través de él y se estuviese hablando a sí mismo en lugar de a Naruto. Entonces notó como el ansia y el odio hacia todo lo que le rodeaba le envolvían como un veneno mortal y tuvo que esconder su rostro entre sus manos para tranquilizarse.

-Sasuke... -susurró Naruto, atónito, y dirigió con cuidado la mano hacia su hombro, sin entender nada de lo que estaba pasando.

-¡Déjame en paz! -y se zafó bruscamente de su mano.

Tormenta de Verano (narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora