EPISODIO 3

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Han pasado unas horas desde que Derek me mordió, al principio no sentí algún cambio, pero cuando llegue a México todos mis sentidos se dispararon, cuando Derek me contacto le pregunte que por que había sido eso, según él es normal ya que de esa forma se está manifestando mi lobo interior. Cuando llegue a la ciudad fui recibido por mis tíos. Teresa y Juan carillo, el verlos fue algo grandioso, tenía mucho que no visitaba a mi familia de esta parte. Mi tío iba conduciendo.

-¿y ese milagro que te quisiste venir para acá?- pregunto mi tía con una sonrisa. Al principio me costó entender ya que mi español no era tan bueno.

-quise cambiar de ambiente- dije mientras veía por la ventana, la ciudad era hermosa, nada que ver con algunas que había visitado.

El viaje duro muy poco, cuando por fin llegamos había una hermosa casa de dos pisos frente a mí, mi tío me ayudo a bajar las maletas antes de que pudiera entrara a la casa una chica nos detuvo frente a la puerta.

-¿Quién es él?- pregunto mientras me miraba como si me estuviera escaneando.

-él es el hijo John- contesto mi tía alegre yo solo asentí –Stiles ella es mi hija Dalia- la muchacha al igual que yo solo asintió.

Cuando nos presentamos todos entramos a la casa, si por afuera era fabulosa, por adentro estaba mucho más. La casa en si daba un aire rustico y tranquilo. No sé por qué pero inconscientemente se me vino a la mente cuando fui a la casa de Derek por primera vez. Mis tíos me mostraron la casa y a mi otro primo José, mientras desempacaba mi celular sonó, cuando fui a ver que era, en la pantalla principal un mensaje de Lydia.

Stiles te fui a buscar pero no estabas, si les este mensaje márcame

Solo ver aquel mensaje arruino la felicidad, muy dentro de mi estaba enojado con toda la manada, principalmente porque muchos no hicieron nada cuando Scott me echo de la manada, ninguno me defendió como yo lo hice cuando a ellos los atacaron. Cuando ninguno lo hizo confirme que aquellos que se decían ser mis amigos nunca lo fueron, simplemente les agradaba por que los defendía, así que al ver a qué mensaje simplemente hice lo que mi mente estaba pensando.

Tomando mi móvil, fui directo a mis contactos y mucha lentitud fui seleccionando los contactos de mi antigua manada, cuando los selecciones todos presione el botón de borrar. Cuando se borraron todos pude ver que solo me quedaban pocos contactos, entre ellos el de Peter, Chris, Melisa, Deiton, mi papa y Derek. Los pocos contactos que me quedaron me hicieron pensar que perdí a la mayoría de mis seres queridos.

Limpiándome las lágrimas que inconscientemente había derramado deje mi móvil y fui a terminar de desempacar, las horas pasaron volando y ya era hora de la cena, por costumbre fui a la cocina para preparar algo, cuando entre estaba mi tía cortando algunos vegetales.

-¿te puedo ayudar?- pregunte con algo de timidez.

-claro mijo- contesto con una sonrisa. Rápidamente le ayude a preparar lo que íbamos a cenar, cuando ya estaba lista le hable a todos para que vinieran a cenar.

-oye Stiles ¿Cuánto piensas quedarte en México?- pregunto José mientras se serbia ensalada.

-la verdad solo un mes- dije mientras me serbia pollo.

-entonces mañana vamos a mostrarte la ciudad- dijo Dalia con alegría, yo solo asentí.

Después de eso la cena paso entre algunas risas y platicas, cuando me fui a dormir caí rendido por el cansancio. Al día siguiente fui con mis primos a conocer toda ciudad de México.

Había pasado dos semanas desde que había llegado a México en esas dos semanas he notado los cambios de la mordida. Me di a la tarea de averiguar si aquí en México había manadas de hombres lobo, resulta que si había y no solo eso sino que también hay hombres jaguar. Los conocí cuando fui con mis primos a un bosque que estaba cerca de la ciudad. Al principio se mostraron territoriales, pero cuando les conté lo que sabía, me recibieron con gusto. Cabe decir que tuve que explicarles a mis primos, lo que había vivido ya que ellos no sabían nada del mundo sobrenatural, al principio lo tomaron con calma, después me bombardearon con preguntas de todo tipo y tuve que contestar cada una de ellas. También les hice prometer que no les dirían nada a mis tíos, ellos asintieron a modo de afirmación.

Eso fue lo que ocurrió la primer semana que llegue, después fui para hacerme aliados de la manda y claro que lo logre, pero mis primos son algo raros porque a pesar que se hicieron amigos de aquella manada no tenían miedo, generalmente la gente al saber del mundo sobrenatural se asusta y los llama monstros o algo peor, pero ellos simplemente los tratan como si nada. En fin mi estadía en México estaba llegando a su final, la tercera semana me la pase visitando los lugares más conocidos.

Durante mi tiempo en esta ciudad me contacte con Derek lo más que pude y no sé lo que pasaba pero cada vez lo notaba más raro, no en el mal sentido sino en el bueno, siempre me contestaba más alegre o con un tono de felicidad y eso en él era algo raro.

La última semana había llegado muy rápido, en este momento me encuentro en mi cuarto pensando en lo que se viene de ahora en adelante, estaba tan metido en mis pensamientos que no escuche que alguien me hablaba. Cuando veo la mano frente a mi simplemente me paro sorprendido.

-perdón- dijo Dalia con vergüenza, yo solo negué con la cabeza.

-¿qué pasa?- pregunte con curiosidad.

-alguien te busca- dijo para después darse la vuelta y salir del cuarto. Yo solo la seguí, quería saber quién era ya que nadie sabía dónde estaba a excepción de mi padre.

Iba bajando las escaleras pensando en quien me podría estar buscando, a mi mente solo se vino una persona, mi papá. Cuando pise el último escalón escuche como de la sala venían voces, alguien estaba platicando con mis tíos, cuando entre a la habitación, pude ver un sujeto de espaldas, cuando me acerque más fue grande mis sorpresa de ver quien menos esperaba.

-¿Peter?- dije asombrado

-hola, Sti- dijo con una sonrisa.

-¿Qué haces aquí?- pregunte directo.

-directo al grano- dijo con una risita –ok- dijo soltando un suspiro –vine porque te tengo que llevar a un lugar a petición de Derek- dijo mientras se paraba.

-¿Ahora?- dijo con sorpresa.

-no mañana- contesto con burla –si ahora- yo solo asentí. Rápidamente le explique la situación a mis tíos y ellos simplemente me dijeron que me cuidara y que ellos se encargaban de avisarle a mi papa, rápidamente hice mi maleta y me despedí de todos, junto con Peter Salí de aquella casa. Ahora es cuando comenzaba mi nueva aventura.

TE ELIJO A TÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora