Capítulo 13

2.5K 174 141
                                    

- ¿Te divertiste hoy? - Le preguntó el peliplata a la azabache una vez que regresaron al palacio, se encontraban en la habitación.

-Sí, hace tiempo que no iba a las festividades, mi madre era la única que me llevaba a esos festivales, tenía cinco años, pero aun así recuerdo esos pequeños detalles. - Dijo sin percatarse de que una lagrima corría por su mejilla.

El peliplata al ver aquello tomo de la muñeca a la azabache y la atrajo hacía el, envolviéndola en sus brazos. La azabache abrió más lo ojos y se ruborizo por el acto del peliplata.

-El tiempo...- Pensaba una forma de hacerla sentir mejor. - Es el que se lleva a las personas, pero deja una parte de ellos en ti. – Soltó mientras cerraba sus ojos.

- ¿Tú has perdido a alguien? -Preguntó.

- No, pero he visto a los de tu especie, ir y venir muchas veces. - Respondió. – Ven necesitas dormir. - Dijo jalándola hacia la cama.

-Bésame. – Susurró la azabache, causando cierta sorpresa al peliplata.

Sin pensarlo más la beso, era un beso cálido y profundo, la azabache lo jalo de los cabellos para atraerlo más hacía ella, mientras que el peliplata poso sus manos en su cintura, dejo de besarla para recobrar el aliento, su rostro se encontraba escondido en su cuello soltó un suspiro cerca de este haciéndola estremecer. Entonces decidió besar su cuello, podía sentir como su respiración se agitaba por lo que él estaba haciendo, bajo poco a poco hasta llegar al inicio de sus pechos, una vez ahí, dirigió una mirada a la azabache, quien lo miro de una manera que el no supo descifrar. Ella aflojo el obi del kimono, entonces entendió, abrió el kimono para bajarlo hasta sus pechos, donde una vez expuestos, los beso dando pequeños mordiscos.

Ella soltó un leve gemido, llevo una de sus manos a su boca para toparse y no dejar escapar ningún otro gemido.

-No. - Dijo el peliplata tomándola de ambas muñecas para llevarlas a la altura de su cabeza, esta vez se acomodó para quedar arriba de ella.

Siguió en su juego, mientras que la chica soltaba sonoros gemidos que inundaban sus oídos, se alejó de ella para que esta vez quitar de una vez por todas el kimono, él se desato su obi y se deshizo de su haori quedando expuesto ante la azabache que se ruborizaba aún más, esta vez estaba totalmente consciente, así que pudo observar el físico del peliplata. Llevo sus manos hacia el pecho de este y lo recorrió con sus dedos, el peliplata observaba lo que ella hacía, logro despertar en el deseo de hacerla suya una y otra vez hasta dejarla exhausta y que a la mañana siguiente no pudiese ponerse de pie.

-Tócame...-Tomó una de las manos de la azabache. - Así. - Ordenó mientras ponía su mano cerca de su abdomen.

Se incorporó quedando frente a frente con el peliplata y sin dudarlo se acercó a su cuello para besarlo, dando torpes caricias, podía sentir como el cuerpo del peliplata se tensaba aún más, entonces sintió un bulto en su vientre.

- ¡Cielos! - Exclamó ella.

- Tus mejillas están calientes. - Dijo el.

-Es por lo que estamos haciendo. - Dijo ella bajando la mirada.

-Es algo natural, una vez que seas mi esposa, te haré el amor una y otra vez hasta que me ruegues por más. - Soltó con un tono tan sensual que la azabache sintió como entre sus piernas corría algo caliente.

Recobraron el beso nuevamente, pero se detuvieron una vez más, el peliplata se desnudó por completo y se deshizo de lo poco que le quedaba a la chica, se besaron con pasión, el peliplata recorría con sus manos el cuerpo de la chica, la acaricio hasta llegar hasta su intimidad, estaba completamente húmeda, ella soltó un gemido.

Cautiva 《Sesshomaru y Rin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora