Capítulo 8

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A la mañana siguiente Sesshomaru y Jaken partieron rumbo al norte de Otsu, lugar donde se encontrarían con Totosai, quien se había mudado nuevamente por temor al peliplata, pero como era de esperarse este logró encontrarlo y esta vez sería su ultima oportunidad.

-Sigues siendo el mismo Totosai. - Dijo en tono irónico el peliplata. - ¿Y bien forjarás una espada para mí? - Preguntó este.

-De ninguna manera, aunque mi vida este en juego, nunca forjaré una espada para ti Sesshomaru. - Dijo el anciano.

-Insolente mi amo tuvo que, a travesar ese pueblucho para poder encontrarte, porque no forjarías una espada para mi amo bonito. - Alegó Jaken molesto.

-Basta, no forjaré una espada y esa es mi última palabra. - Dijo este atemorizado pero seguro en su decisión.

- Jaken vámonos- Dijo para después salir del pequeño negocio del anciano.

Se alejaron un poco de muchedumbre, debido que para llegar a donde estaba Totosai, ciertamente pasaron por un pueblo, se metieron más entre los árboles, donde tomaron un pequeño descanso, Sesshomaru pudo escuchar una melodía prominente de una flauta, al parecer no se encontraban lejos de quien la tocaba, se quedo un rato más hasta que la melodía paro, y así sin más se dispusieron a caminar, avanzaron un largo tramo, pero algo a su paso los detuvo, o más bien alguien.

- ¡Oh cielos! -Expresó la pelinegra observando al peliplata quien solo se limito a verla por unos minutos y después comenzó a caminar. – Señor, espere lo he buscan...-Trato de tomar la mano del peliplata, pero este se movió rápido y esta cayó al suelo.

- ¡Oye mujer quien te crees para tocar a mi amo bonito! - Soltó Jaken.

-Jaken guarda silencio. - Dijo el peliplata. - ¿Quién eres? -Preguntó este.

- Mi nombre es Sara mi señor. - Dijo está tomando son las dos manos la flauta. - Lo he estado buscando en el mismo lugar donde lo vi herido, traté de auxiliarlo, pero ser fue tan rápido. - Explicó la pelinegra.

- No necesito la ayuda de una simple humana. - Dijo este sumamente molesto. – Vámonos Jaken. - Dijo para después girarse y tratar de empezar a caminar, pero la mujer le volvió a hablar.

-Mi señor disculpe si lo he ofendido, la verdad es que tengo sentimientos por usted, haría cualquier cosa por satisfacerlo mi señor. - Expresó esta mirando de una manera desesperada al peliplata.

- No me interesa. - Dijo dejando a sola a la pelinegra quien, solo se dejo caer al suelo.

- No sé a qué costo, pero serás mío. – Dijo esta para sí misma.

•••

La azabache aun se encontraba dormida, era la segunda vez que pasaba la noche en una cama tan acogedora, así que esta no se percato de que el peliplata ya no estaba a su lado, pero mas tarde este regreso al palacio.

-Kaede, ¿Dónde esta Rin? -Preguntó este a la mujer quien se encontraba realizando sus labores.

-La señorita Rin sigue dormida. - Respondió para continuar sus labores.

Camino hacia la habitación, y abrió la puerta, se quedo con otra imagen grabada en su mente, la azabache se miraba tan tranquila y hasta le comenzaba a resultar ¿Atractiva? La vio estirarse un poco y abrió los ojos, los cuales se encontraron con los de él.

-Al fin despiertas. - Dijo este entrando a la habitación.

- ¿Tu ya estabas despierto, acaso es tan tarde? - Preguntó la chica, el peliplata asintió.

Cautiva 《Sesshomaru y Rin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora