Epílogo

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Ha pasado algún tiempo ahora era el tercer embarazó de la azabache, las gemelas tenían ahora catorce años, Sesshomaru decidió ocupar el lugar de su padre como rey bestia del oeste, por su parte InuYasha y Kagome vivían bien, ahora tenían una segunda hija a la cual llamaron Izayoi, como la madre de InuYasha. Rin se encontraba en la habitación del nuevo bebé.

-Mamá ten. - Dijo Setsuna entregándole una corona de flores.

-Son preciosas ¿Dónde está tu padre? - Preguntó mientras le costaba tomar asiento.

-Estaba entrenado con Towa en campo de entrenamiento. - Dijo ayudando a su madre. - ¡Ah! Mira ahí vienen. - Dijo la pelinegra tomando asiento a un lado de su madre.

Towa venia tomada de la mano de su padre, rápidamente se acercaron a Rin y Setsuna.

- ¿Cómo les fue? Towa te he dicho que no es necesario que hagan tales entrenamientos, soy fuerte como para defenderme por mi propia cuenta. - Dijo Rin con una leve sonrisa.

-Bueno es que padre, dijo que debíamos entrenar para que no permitamos que un chico se nos acerque. - Dijo con las mejillas ruborizadas.

- ¿Qué? – Preguntó mientras le clavaba una mirada amenazante al peliplata.

-No he hecho nada malo, es normal que me preocupe por nuestras hijas. - Exclamó el peliplata.

- ¡Sesshomaru eres un i.....-No terminó lo que iba a decir.- ¡Ay!- Dijo llamando la atención de los presentes.

-Madre ¿Qué sucede? -Preguntó llena de confusión Sestsuna.

-El bebé. - Dijo ella mientras trataba de ponerse de pie.

Rápidamente el peliplata entendió lo que sucedía la llevo a la habitación y como la primera vez Kaede fue quien la auxilió en su parto.

-Felicidades Rin es un niño. -Dijo Kaede mientras esbozaba una gran sonrisa.

- ¡Escucho amo bonito, es un niño, estoy tan contento! -Decía Jaken mientras lloraba de alegría.

-Su nombre será Yako. - Dijo él peliplata mientras tomaba en brazos al pequeño bebé, el cual se parecía bastante a él, su cabello peliplata, el pequeño bebé abrió sus ojos encontrándose con los de Sesshomaru, sus ojos eran dorados como los de él.

Las gemelas entraron para ver a su pequeño hermano.

-Es muy lindo. - Dijo Towa mientras lo tomaba en brazos. – Serás un niño muy fuerte, te cuidaremos mucho pequeño Yako. - Dijo mientras le daba un beso en la mejilla.

-Te querremos más que a Towa pequeño Yako. - Dijo Setsuna ganándose la mirada de "enfado" de su hermana.

El peliplata se acercó a la azabache quien miraba con amor aquella escena.

-Gracias Rin. - Dijo mientras la mirada de la azabache se encontraba con él. – Por estos momentos que he de guardar el resto de mi vida. – Se sentó en la orilla de la cama para abrazar a la azabache.

-Tengo algo que decirte. - Dijo esta.

- ¿Qué cosa? -Pregunto dejando de mirar a sus hijos para ver a la azabache.

- Cuando estuve dormida por varios días, tuve un sueño muy raro, un pequeño niño me guiaba hacia un tori, pero eso no era lo extraño, el niño me dijo que no era humano ni demonio, es decir, no tenia una identidad, tampoco tenía padres, eso me hizo pensar que tal vez ese pequeño era nuestro y que al morir el moriría también o no sé, también tenía miedo de no volver a verte, escuche tu voz diciéndome que debía regresar, superé esa prueba gracias a ti. - Dijo mientras lo abrazaba fuertemente.

-Te lo he prometido, estaré siempre a tu lado, quizá hederé cierto tipo de cualidades de mi padre, pero hay una en excepción, yo solo te amaré a ti y si es posible quiero más hijos. - Dijo con una sonrisa.

- ¡¿Qué más hijos?!- Dijo la azabache pensado en la dolorosa situación. Creo que eso lo veremos luego. - Dijo esta mientras volvía su vista hacia sus hijos.

-Si, muchos más. - Dijo el mientras le daba un dulce beso.

•••

-Vamos Yako mamá y papá nos están esperando. - Dijo Towa para tomar la pequeña mano de Yako quien ahora tenía 3 años, mientras que las gemelas tenían 17 años.

- ¡Setsuna! - Extendió su pequeña mano para que su hermana la tomará y así fue.

-Preparé el regalo para madre, es una horquilla con el símbolo del clan Inu. – Le mostró el accesorio para el cabello.

-Pensé en hacer lo mismo, pero le compré un kimono con estampados de mariposas, a madre le encantan mucho, vamos, seguro nuestro padre le dio algo mejor. - Dijo la peliplata.

Llegaron a donde se encontraban sus padres, el hermoso campo de flores.

-Mami- Exclamó Yako para después soltarse del agarre de sus hermanas y correr a los brazos de la azabache, las gemelas también se acercaron y abrazaron a su madre.

- ¡Feliz cumpleaños madre! - Dijeron ambas gemelas.

Estuvieron juntos toda la tarde, Sesshomaru observaba como la azabache reía y jugaba con sus hijos.

-Me gusta verte así de feliz. – Le susurró a la azabache en el oído.

-Mi deseo siempre fue ser así de feliz, y finalmente lo soy, los amo tanto. - Decía mientras abrazaba a su familia. - Te amo. – Dijo para darle un dulce beso al peliplata.

Sesshomaru y Rin vivieron una vida llena de felicidad, juntos como se lo prometieron ambos. Un amor que mal comienza puede terminar de la mejor manera, los años siguientes fueron buenos y malos como en muchas relaciones de pareja, así también disfrutaron de ver crecer a sus nietos y bisnietos.

Fin

Año final: 17 -May-21

Hola mis queridas lectoras, pues que les digo, realmente ame escribir para todas y cada una de ustedes, gracias por tanto apoyo, estar tan atentas a cada actualización, cuídense mucho, gracias por todo. Si eres lectora nueva deja tus votos y comentarios por favor, gracias :)

¡Las invito a seguir Sesshomaru y el hilo rojo del destino! ¡Vayan y denle mucho amor!

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Cautiva 《Sesshomaru y Rin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora