—¿Así que no recuerdas nada de lo que pasó ayer? —El chico de ojos azules me pregunta mientras toma algo que parece un Café frappé.
—No, para nada —respondo mientras observo sus facciones. Son tan perfectas—. ¿Por qué lo preguntas?
—No, nada, solo curiosidad. —Da un sorbo—. Y entonces, ¿de que querías hablarme? Me citaste para algo. No creo que haya sido solo para observar mi hermoso rostro.
—Tal vez sí lo fue. —Lincer tose al escuchar mi respuesta, y yo solo sonrío—-. Bueno, ya, ya, me pongo serio. —Él sube una ceja y yo le paso una servilleta—. ¿Cómo te explico?
—Hablando. ¿Cómo más?
—Gracias, inteligente —respondo de manera sarcástica—. Recordé algo y necesito de tu ayuda.
—¿Por qué mía?
—Eres un Prime, ¿por qué más? Eres un cazador que mantiene las leyes del mundo para que nadie las rompa. —Subo y bajo mis hombros—. Además, es sobre la parca de nombre Esther.
—¿Conseguiste más información? —Da otro sorbo a su bebida—. Me sorprendes Alex.
—Gracias. —Comienzo a mover mis dedos en la mesa donde estamos sentados. La cafetería está vacía. Los muertos le temen a Lincer, y es normal. Muchos de los que trabajamos en la Línea hemos pecado lo suficiente para ser cazados por ellos.
—Entonces. ¿Cuál es la información que quieres darme?
—Digamos que de manera hipotética hay seres que quieren crear nuevos dioses.
—Ajá.
—Ahora digamos que hacen parte del culto del Circo de la sangre. —Mis dedos dejan de moverse—. Y puede que ellos me hayan pedido ciertos materiales para un sacrificio.
—¿Usaron a tu hermano como vía de amenaza?
—Sí... —Suspiro—. Y la verdad no sé qué hacer.
—Sacrificar a tu hermano. —Sube y baja los hombros sin darle mucha importancia- Abro la boca, pero el extiende su mano—. Digamos que es posible crear nuevos dioses, cosa que no negaré o diré que es posible. Ahora, ellos te necesitan para conseguir los materiales, ¿cierto?
—Sí...
—Fácil, sacrifica a tu hermano.
—No entiendo.
—Ay grandes dioses, llévenselo para que yo no se lo mande. —Da un último sorbo acabándose el líquido—. Mira, vamos a darle los materiales, cuando rescates a tu hermano, nosotros los Prime cazamos al circo y a la parca.
—Okey, pensé que ibas a decir que dejara morir a mi hermano.
—Tampoco es mala idea, pero meh. —Abre la tapa del frasco y se empina el vaso. Algo de café se derrama por su mejilla y cae por el cuello. Trago saliva al ver eso. Se quita el vaso de la boca—. Soy un Prime, mi deber es proteger a este mundo pase lo que pase.
—Gracias.
—No hay de qué. Ahora, ¿cuáles son los ítems?
—Un cabello tuyo, el resto es fácil de conseguir.
Lincer se arranca una hebra de su cabello y me la tiende. Saco una bolsa pequeña de plástico con sello hermético y dejo que caiga allí. La vuelvo a guardar en el bolsillo de mi pantalón.
—Ahora, a esperar, ¿cierto?
—Para ti, sí. Yo debo trabajar. —Le respondo con calma, y colocándome de píe—. Cualquier cosa te mando un mensaje.
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Línea de llamadas para muertos.
FantasyAunque todos digan que la muerte es el final del camino, ¿es realmente eso cierto? Alexander cuando estaba vivo tenía una gran cantidad de problemas consigo mismo. Algunos que hasta después de muerto lo han acompañado. Cadenas pesadas que le recuerd...