Capitulo número 3

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Alex el de los milagros. Ese fue el apodo que comenzaron a usar conmigo después del nacimiento de un nuevo ángel. Los ángeles de la guarda, o los guardianes de tu vida hasta que se aburren del trabajo, son usualmente almas de familiares que deciden protegerte hasta que dan marcha atrás y se van olvidando de quien eres. Hasta el punto en que deciden irse.

—¿Qué hicieron anoche? —Una chica que nunca había visto aparece ante mi mirada. No me estaba preguntando a mí, sino a LichOscuroDM.

—Alex perdió una apuesta jugando póker.

La pregunta de muchas personas cuando comienzan a trabajar acá es: Si no podemos dormir, ¿qué hacen para matar el tiempo? Y es acá cuando bendigo a Hefesto, Goibniu, Völundr y a los demás dioses artesanos por buscar la manera en como funcionara el internet acá.

Realmente fue gracioso. Porque los creadores del internet siguen vivos. Así que ninguno de los dioses sabía cómo hacer algo, pero usaron algún poder divino y lograron que la señal llegue hasta acá. No tengo ni idea de cómo, tampoco quiero saber. No entiendo ni mierda de física. Pero, respondiendo la pregunta de arriba, el tiempo usualmente se gasta viendo películas, escuchando música, viendo videos, jugando y así.

—Alex. ¿Me estás prestando atención?

—La verdad no. —La verdad antes de la verdad—. Lo último que escuché fue que mencionaste que perdí la apuesta hace horas y ahora debo trabajar tu turno y no tendré mi día de descanso que pensé usar yendo a las playas de Levi.

—Odio que llamen a ese monstruo gigante como si fuera un cachorro bebé. —Menciona la chica de cabello verde con azul. Su luz roja viene de un ojo. No está tapado. Miro a Camilo haciéndole señas con mis expresiones—. Es como a los que llaman lobito lindo a Fenrir.

—Pero si es un lobito lindo. —Una sonrisa pasa por mi rostro mientras respondo—. El lobo no destruirá al mundo si la gente lo trata bien. Esa es la lógica de los mitos y el futuro. Al igual que con la mayoría de dioses, seres que querían destruir todo.

»¿Acaso esa no es la historia de Levi? —miro a la chica al ojo izquierdo—. Un ser creado por los dioses y uno de ellos decidió que era demasiado peligroso para dejarlo coexistir con su otra mitad. —Subo y bajo los hombros—. Hay teorías raras que dicen que, al ser asesinada su pareja, Levi iba a destruir al mundo y aquel dios lo tenía que cuidar. Ahora, siempre tiene con quien jugar así que no lo llames monstruo, es alguien divertido con quien jugar.

Miro a Camilo y hago cara de quien es esa, el solo sube y baja los hombros. Tampoco sabe, pero dejó que se uniera a la conversación como si nada. Odio que haga eso; permite que desconocidos entren como si nada.

—Necesito un cigarro.

Maldito sea ese vicio que me acompaña hasta ahora. Y maldito este lugar que me deja conseguir cigarros de manera gratuita.

—Debes trabajar. —Justo cuando me estoy levantando me jala hacia atrás y caigo de espalda a la silla. Le saco el dedo del medio mientras que veo la pantalla del computador.

Cero notificaciones.

Cero llamadas.

Cero transferencias.

Por algún motivo no he recibido ninguna llamada en un transcurso de media hora. Cosa que es bastante raro. Si pudiera sufrir de dolor de cabeza, algo me dice que tendré uno.

Camilo se va con la chica que todavía desconozco. Me asombra, de una manera no grata, que haya entrado una persona nueva, además de aquel chico llamado Damian, y no me hubiera enterado. Casi siempre me usan de entrenador, y ahora me ignoraron de una manera tan grande; o tal vez era una trabajadora de otra área y había sido transferida.

Línea de llamadas para muertos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora