Línea de llamadas para muertos.

Capítulo número 29

Mientras camino encuentro una gran cantidad de cuerpos tirados en el suelo, es increíble la escena que presencio. Es que una cosa es encontrar cadáveres llenos de sangre, como los que estaban en aquella habitación donde me encontraba amarrado, pero ahora no tienen ninguna herida. Para simplificar las cosas: Están tirados en el suelo, con los ojos abiertos sin vida. Algunas veces me agacho y les paso la mano por los ojos para comprobar, pero todos están bien muertos.

¿Cómo lo hicieron? ¿Qué tan poderosos son esos dos chicos?

No hay ni siquiera marca de batallas en el suelo. Las armas están tiradas sin siquiera haber sido disparadas. Pistolas y subfusiles, ninguna marca en las paredes. Es realmente increíble esto. Sí, ya había visto pelear a Lincer una vez, aquel día que me salvó, pero ahora todo es diferente. Parece una completa masacre. Cierto, de todos modos, ellos son conocidos como los perros rabiosos de los dioses. No es nada de que sorprenderse.

—Maldita sea, ¿qué tanto más debo caminar?

El cabello no ha cambiado la posición sigue siendo hacia adelante. Y es raro, porque veo el pasillo y se ve largo. Miro hacia atrás y la habitación, la única puerta que hay, se ve igual de lejos. ¿Magia para alargar el pasillo? ¿Algún tipo de ilusión? No sé, tampoco es que me importe mucho, siendo así sigo caminando hacia adelante sin pensar mucho.

Y así pasaron un par de minutos, si es que fueron un par, caminando sin decir ni una palabra en voz alta, omitiendo el reguero de cadáveres que hay en el suelo. De vez en cuando empujo alguno con un pie, para ver si existe algún tipo de respuesta, pero siempre es la misma: Nada. Están muertos.

—¿Qué tan largo es esto?

El sentimiento de impaciencia comienza a llenar mi mente porque siento que he caminado bastante, así que comienzo a trotar para acelerar el paso, luego a ir un poco más rápido y por último correr a toda la velocidad que puedo, que no es mucho, hasta que por fin llego a la pared del fondo.

Miro hacia atrás, el fondo se ve bastante lejos, con la cantidad de guardias tirados en el suelo llego a creer que realmente pusieron magia para colocar a la mayor cantidad de personas para así poder detener a los hermanos Prime, pero no lo lograron, y yo aproveché el bug para moverme y salir de esa habitación. Lo más seguro es que no contaban con eso.

La pared no tiene ninguna salida. Volteo a la derecha y a la izquierda y veo que no hay salidas. Es como si todo acabara en este lugar. Una salida muerta, pero el cabello sigue apuntando hacia adelante. Cierro los ojos y doy varios pasos hacia adelante deseando que sea una ilusión. No me choco con nada. Abro los ojos y me doy cuenta de que estoy en otra habitación.

Es un lugar algo amplio con varias sillas colocadas y un atril. Todas están colocadas de manera simétrica, no hay ninguna fuera de sitio. Como si se estuviera esperando una reunión importante o algo por el estilo. Al fondo a la derecha hay una puerta y en la izquierda hay una escalera. Miro al cabello y este ya no está flotando en mi mano, es más, ni siquiera está allí.

Mierda, se acabó el hechizo. ¿Ahora que hago? ¿Caminé durante tanto tiempo? ¿Tengo una forma de encontrar a mi hermano y no dejar que lo den como comida? ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?

Cierro los ojos y aprieto los puños.

Vamos, piensa, piensa. Debe haber algo que hacer. Subir las escaleras no suena mala opción, creo que es de las mejores. Pero ir hacia la derecha también suena tentador. Pero ¿en alguno de esos dos estará mi hermano? ¿Estará alguien del culto esperando? ¿Para donde fueron esos chicos?

¿Qué haría Lincer en esta situación?

Él se lanzaría por su corazonada sin importar si sale buena o no. Poco le importaría el peligro que podría encontrar del otro lado de la puerta. Lucharía sin escatimar sus fuerzas. Saldría victorioso como siempre lo hace. Esa es la imagen de ese chico que tengo en mi mente. Una de un héroe que lucha por el bien y el orden de este mundo.