24.- Nosotras podemos solas

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Comenzaron a tocar la puerta de la habitación en dónde estaban las chicas. Terra se fijó en el visor de la puerta y estaba Beatrix y la guardia.

— Hagan lo que hagan, tienen que hacerlo ya porque es Beatrix — dijo Terra aterrada

—¿Estarán bien? — preguntó Sam inseguro

Musa le dió un tierno beso acompañado de una sonrisa para tranquilizar a Sam.
Él sonrió al sentir los labios de su novia sobre los suyos.

— Vamos a estar bien, ustedes salgan de aquí ya — dijo Musa con una sonrisa

Sam tomó de la mano a May y traspasó la pared de su derecha para poder evitar a Beatrix y la guardia. Terra abrió la puerta y dejó entrar a Beatrix.

— Si estás buscando a May, déjame decirte que estás buscando mal — dijo Aisha con una sonrisa triunfante

Beatrix las miró furiosa y puso su sonrisa  característica.

— Realmente las estaba buscando a ustedes. Están arrestadas por difamación y conspiración con Millie.... Arrestenlas — dijo

Terra, Aisha y Musa miraron furiosas a Beatrix, quién no dejaba de sonreír. Los guardianes se acercaron a las chicas y les colocaron los limitadores rúnicos.

— Tu palabra favorita — dijo Musa con sarcasmo

— Espero que estés disfrutando mucho ésto porque tarde o temprano me las pagarás — dijo Aisha furiosa

— Creo que será más tarde que temprano, ahora no puedes usar tus poderes, tus amigas son fugitivas y cuando las vuelvas a ver, será en su funeral — dijo Beatrix sonriendo

Los guardianes se llevaron a las chicas al calabozo, en una celda separada a las de Raven y Millie. Beatrix los miró caer y lo disfrutaba mucho.

— Por cierto, Terra. Hay una orden de aprension para Sam igual así que si quieres que te coloquemos en la misma celda que tú hermano, solo dilo — dijo Beatrix y salió

— Veo que ya les dió su sermón favorito, así que no tengo nada que agregar solo que la comida de aquí apesta — dijo Raven

— Y estos limitadores más — dijo Millie fastidiada

(...)

Sam y May habían traspasado la barrera, estaban caminando rumbo a la cabaña en dónde Farah estaba entrenando a los chicos.

May notó a Sam preocupado y perdido en sus pensamientos. Se acercó a él y puso una mano en su hombro para transmitirle un poco de paz.

— Estará bien, Musa es fuerte. Sabe defenderse sola.

— Sé que es fuerte pero me preocupa que Beatrix pueda hacerle algo y no estoy ahí para defenderla.

May puso los ojos en blanco y se enfado por el comentario de Sam.

— Estoy harta de escuchar esos comentarios de parte de ustedes los chicos. Piensan que las chicas somos unas princesas en apuros que necesitamos de ustedes cada que estamos en problemas, lo que no entienden es que antes de que ustedes llegarán a nuestras vidas, nosotras nos defendíamos, así que te aseguro que Musa no necesita que tú estés a su lado para que esté segura de que ella puede defenderse por sí misma.

May se alejó de Sam y él la miró impactado. Nunca había pensado en cómo se sentirá Musa, si siente bien con la protección de Sam o se siente sofocada.

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La sexta hada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora