—Eh... Creo que yo también me voy —dijo Jeongin.
—Yo también —respondió el contrario.
La situación era un poco incómoda, así que no comprendía por qué Hyunjin había dicho eso sabiendo que vivían el uno frente al otro. Podía haberle dejado marchar sin tener que estar con él hasta el último momento.
Los dos se levantaron y salieron al exterior. Por suerte, era lo suficientemente tarde como para que el cielo hubiera oscurecido. Al menos Hyunjin no podría ver el constante sonrojo de sus mejillas.
—¿Cómo se llama tu perro? —preguntó.
La verdad es que había pensado mucho en eso.
Jeongin adoraba los perritos.
—Kkami.
—Es muy mono.
Hyunjin se rio.
—No pensé que fueras a fijarte en él. Solo nos vimos un momento.
¿Cómo podría explicarle que, aunque no le encantaran los perros, Jeongin se fijaría en cualquier cosa que tuviera que ver con él?
En cambio, dijo:
—No puedo no fijarme en un perrito.
El mayor parecía feliz tras escuchar eso. Se metió las manos en los bolsillos y lanzó un rápido vistazo a Jeongin antes de decir algo que le hizo sonreír solo de imaginarlo:
—Puedes venir a verlo cuando quieras. Seguro que le caerás genial.
El chico no pudo evitar mostrar la ilusión que sintió.
—¿En serio? ¿Crees que le caeré bien?
—¿Te emociona pensar que le puedes gustar a un perro?
Se sintió un poco ridículo, pero Hyunjin le miró con una sonrisa gigante que hizo que sus ojos se cerraran. Jeongin no podía creerse que tuviera delante la imagen con la que tanto había soñado.
Unos segundos después volvió a instalarse el silencio, al menos hasta que volvió a abrió la boca.
Pero se arrepintió de sus palabras en cuanto terminó de pronunciarlas.
—Me he dado cuenta de que tu relación con los chicos no es muy buena.
—Ya —respondió—. Muchos de los gustos que tenemos no los compartimos. La diferencia es que ellos se meten conmigo por eso.
—¿Se meten contigo?
¿Alguien se metería con Hyunjin? Si a Jeongin se le aceleraba el pulso solo con pensar en rozarle.
—Bueno, no me insultan ni nada por el estilo. Es como lo que has visto antes. Me lanzan indirectas o me cuestionan por qué he ido. Menos Changbin y Jisung, todos me tienen agregado como "el aburrido".
—¿"El aburrido"? —cuestionó Jeongin, empezando a molestarse.
—Me llamaban aburrido cuando les decía que no podía quedar porque lo hacían a la hora a la que yo ensayaba. Nunca han entendido que necesito mis horarios y que, cuando tengo algún evento importante, normalmente le tengo que dedicar más horas. A ellos solo les interesa pasarlo bien sin hacer nada, y me parece muy bien, pero yo tengo otro objetivo.
—¿Cuál es tu objetivo?
—Ser pianista. Dedicarme a la música —respondió, encogiéndose de hombros.
Jeongin lo miró con el ceño fruncido.
—No me pareces aburrido. Tu música es realmente bonita.
Hyunjin estaba apretando los labios, pero Jeongin se dio cuenta de que solo intentaba evitar sonreír.
—No sé por qué te he contado todo esto. ¿Vas a decírselo a los chicos?
—No —se apresuró a contestar.
Volvieron a quedarse callados. Jeongin admiraba a Hyunjin por seguir fiel a lo que siempre había querido y por no dejarse influir por sus amigos.
Pese a que se había sincerado con él y había visto en cierta manera un lado algo vulnerable, aún pensaba que era demasiado perfecto para que de verdad estuvieran hablando.
—¿Te puedo hacer una pregunta?
—Claro.
—Si tu relación con ellos es como dices, ¿por qué has venido hoy?
Hyunjin se tomó unos segundos y luego miró al frente.
—No lo sé. Había algo que me ha hecho querer hacerlo.
Cuando empezaron a atravesar el callejón, les invadió algo más de oscuridad. Jeongin odiaba la oscuridad. Siempre se las arreglaba para llegar más temprano, cuando todavía había luz.
Aceleró el paso, y Hyunjin se dio cuenta porque se dio prisa por alcanzarle. Probablemente pensó que Jeongin quería librarse de él cuanto antes. Tal vez incluso sí le había parecido alguien aburrido después de todo.
—Jeongin —dijo entonces, en un tono de voz distinto al que solía usar. Sonaba decepcionado—. ¿Te has rendido?
—¿Eh?
Tenía las llaves de la puerta del edificio en las manos y estaba girado hacia ella, pero miró por encima de su hombro para encontrarse con Hyunjin, observándole con los labios entreabiertos.
—Te dije que volvieras a intentarlo.
—¿A intentar qué?
Era algo que le había dicho después de haberle llamado "vaca bonita", pero no había sido capaz de comprender bien a qué se refería.
Hyunjin apartó la mirada y sacó las llaves de casa.
—No importa. Nos vemos.
A Jeongin le costó dormirse esa noche.
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Pianist [HyunIn]
FanfictionEl mejor momento del día para Jeongin era a las cinco de la tarde. Porque era la hora a la que Hyunjin tocaba el piano.