Pianist [HyunIn]

18

Jeongin soltó a Hyunjin por la sorpresa, pero enseguida otros sentimientos le invadieron y se pegó a la pared todo lo que pudo. Se quedó mirando un punto fijo mientras su mente iba a toda velocidad.

«Changbin me fue infiel».

Apretó los puños.

«Dejó que me insultara y me pegara».

Notó cómo la sangre empezaba a hervirle.

«Comparado con él, yo no era nada».

Dejó de mirar la pared para guiar la vista a Hyunjin, que le observaba con una expresión de tristeza y preocupación que Jeongin no fue capaz de entender porque, pese a estar mirándole, no era capaz de verlo.

La rabia lo estaba inundando.

Changbin le había sido infiel.

Había dejado que le insultaran y que le pegaran.

Lo había comparado con otro.

—Jeongin...

No respondió. Las lágrimas se le estaban acumulando en los ojos, pero no se dio cuenta de eso hasta que Hyunjin colocó las manos en sus mejillas.

—¿Innie? ¿Por qué lloras? Si hubiera sabido que te pondrías así, no te habría dicho lo que siento por ti.

Jeongin pestañeó un par de veces y reparó en que tenía a Hyunjin delante sujetándole el rostro.

—No... No es eso.

—¿Es por lo otro?

Solo fue capaz de asentir. Estaba muy enfadado y no podía dejar de llorar.

—¿Y por qué estás así tú? —preguntó con una sonrisa—. No seas tonto.

Quería hacerle caso, pero no podía pensar en nada que no fuera Changbin en esos momentos. Changbin, el que siempre ponía la música a tope, el que estaba prácticamente saliendo con Felix, el que lo había invitado a juntarse con sus amigos, el que le seguía cuando huía para hacerle sentir mejor y acompañarlo a casa, el chico al que había terminado considerando un buen amigo a pesar de ser molesto. Ahora, además de todo eso, era Changbin, el que había sido infiel y había tratado mal a otra persona.

Todo empeoraba cuando pensaba que a quien había tratado de esa forma era a alguien a quien quería.

Jeongin le apartó las manos y salió corriendo tan rápido que Hyunjin no fue capaz de frenarle a tiempo. Llegó hasta el vestíbulo y solo frenó para buscar a Changbin con la mirada. 

En cuanto lo vio en la oscuridad, junto a la puerta exterior, se apresuró a darle un empujón con todas sus fuerzas y tirarlo al suelo.

Changbin levantó la cabeza con la boca abierta, completamente sorprendido por el golpe, y al ver a Jeongin, sus ojos se agrandaron.

—¿Jeongin? —dijo, esperando una explicación.

—Levántate.

El mayor no comprendía su reacción. Apoyó el codo en el suelo para incorporarse un poco y frunció el ceño.

—¿Esto es por Hyunjin?

—Eres una mierda de persona.

Se moría de ganas de pegarle, y Changbin ni siquiera parecía que fuera a impedirlo, pero cuando el pensamiento de darle una patada le vino a la mente, se dio cuenta de que él no era así, y de que no merecía la pena.

—Jeongin...

—¡Jeongin! —exclamó Hyunjin por detrás.

Llegó, con la respiración acelerada, y agarró al menor del brazo.

—Jeongin —dijo en un suspiro de alivio al ver que no parecía haber hecho mucho más que tirar a Changbin al suelo.

El tacto logró devolver a Jeongin a la realidad. Allí no estaban ellos tres solos. Era un concurso de música en un recinto público.

Había gente observando la escena.

Jeongin se sintió avergonzado de repente. Se había dejado llevar por la ira, no había sido capaz de gestionar sus propios sentimientos.

—Vámonos, Innie.

Y dejó que Hyunjin lo sacara de allí.