Era un día como cualquier otro en el pequeño pueblo de Lyra, a excepción del calor tan bochornoso que se sentía en el ambiente. Todos los habitantes del pueblo estaban trabajando en los preparativos para el festival del otoño que sería en unos días.
Se le llamaba "festival del otoño" a la celebración del exterminio de todos aquellos que poseían el poder del hielo en sus venas.Odette Harrelson trabajaba arduamente en los campos de trigo después de pasar todas sus mañanas en la escuela, estudiaba sobre cómo el Reino de Fuego había conseguido la "paz" hace cien años.
Ella tenía un espíritu rebelde a la que no le gustaba pasar sus días sentada en una habitación con otros treinta jóvenes solo para escuchar las mentiras que la familia real les había impuesto a todo el imperio.<¿Ya sabes en qué trabajarás cuando llegue el día de la cosecha?> le preguntó Tobías a Odette cuando salieron de clase.
Tobías era su mejor amigo, muchos podrían decir que eran como hermanos.
De todos los de su edad, él era el único que no temía decirle la verdad en su rostro y es algo que ella admiraba porque gracias a su corto temperamento todos se alejaban y no le hablaban.
<No, ¿Tú?> respondió después de un gran bostezo.La cosecha era el día en que todos aquellos que habían cumplido 17 años tendrían que buscar un empleo fructífero en el que ayudaran no sólo a la familia real, si no al pueblo. En caso de no tenerlo, deberían unirse al ejército del rey y servir con sus tropas en las líneas frontales. Aunque eso no te garantizaba estar exento de evitar que te enlistaran. Ellos podían sacarte de casa a la mitad de la noche y obligarte a ir a la guerra.
<Nos quedan pocos días, ¿De verdad no lo has pensado?> le preguntó.
<Deja de preguntarme lo mismo, hay demasiadas cosas en mi cabeza últimamente> le respondió y apretó los labios.
<¿Tu madre sigue con lo mismo?>.
<Sí, dice que debemos irnos antes de que comience el festival. No entiendo porqué> suspiró y apretó los puños.
Tobías sacó un par de manzanas del bolsillo de su chaqueta y le entregó una a Odette.
<Toma, debes tener hambre> dijo con una sonrisa.Se sentaron bajo un árbol lejos de todo el ajetreo y comieron en silencio.
<Aveces tengo el sentimiento de que ella quiere huir de algo y lo que me da más miedo es que no quiera ser sincera conmigo>.
Odette tomó un trozo de manzana y se la dio a un pequeño pato que iba pasando frente a ellos.
<Aquí tienes a tu amigo que no te dejará sola, a todas horas puedes buscarme y ahí estaré> le dijo Tobías y puso su mano en el hombro de ella.
Tobías había sido un niño debilucho y dependiente, siempre necesitaba de ella. Pero ahora lucía diferente. Sus ojos del color de un zafiro profundo estaban llenos de determinación.
<Me iré> le respondió Odette sintiéndose un poco incómoda ante sus palabras <Gracias por todo>.
Ella se puso de pie y comenzó a caminar rumbo al mar de gente que había en la plaza.
Los puestos de comida estaban adornados con colores alegres pero dentro del rango aceptado por la familia real.
Todos debían ser cálidos y vibrantes. Rojos, naranjas y amarillos. Ponían guirnaldas en las ventanas de los locales y gastaban hasta el último centavo en comprar banalidades.~~
El único pendiente de Odette era entregar el trigo recién cosechado y llevarlo a la cocina del palacio. El palacio siempre estaba vigilado por soldados vestidos con los colores de la familia real. Trajes color escarlata con pequeños detalles de oro.
Para pasar a los terrenos donde comenzaban las casas de las familias de altos rangos se necesitaba un permiso firmado por el rey donde venía toda la información personal del que visitaba, además de un estudio de sangre adjunto dónde demostraba qué no se tenía poder de hielo en las venas.
Solo las familias herederas del fuego tenían derecho a los sanadores especiales que curaban cualquier enfermedad y ellos eran los encargados de desarrollar esos estudios médicos donde se detectaba el poder en una persona.
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Heredera de Hielo y Fuego [En Proceso]
Teen FictionOdette Harrelson, una chica nacida entre la pobreza es forzada a vivir en el palacio real tras perder a todos sus seres amados. Obligada por las circunstancias se ve ante la necesidad de mentir acerca de su pasado y pelear por su libertad. Su único...