Heredera de Hielo y Fuego [En Proceso]

Una Brisa Fresca

Odette se había quedado dormida después de llorar por varias horas.
Al despertar sentía la cabeza pesada y como si fuera a estallar, se sentó en la orilla de la cama y comenzó a mirar a su alrededor.
Las paredes eran altas de color arena y con grandes pilares de mármol hasta el techo.
Se puso de pie y comenzó a ver el lugar. Se detuvo frente a la ventana y se  lo alto podía ver el paisaje espectacular que había más allá de la muralla del rey. Habían cascadas y montañas por todo el valle.

Caminó hasta el ala derecha de la habitación que separada una cortina de seda blanca y ahí estaba la biblioteca. Las repisas llegaban casi a la altura del techo y tenían una larga escalera de madera para alcanzarlos. Tenía una pequeña sala con sillones de piel y una chimenea de mármol. Cruzando la biblioteca estaba otro cuarto con puerta, Odette caminó hasta ahí llena de curiosidad y entró.

Era un clóset con toda clase de ropas y una pared de cristal que dividía el cuarto de baño.

<Toda esta habitación es más grande que mi casa> dijo Odette en un susurro.
Se miró en el espejo alto que había en una de las paredes y se dio cuenta que su maquillaje se había arruinado por tanto llorar.
Entró al baño y se lavó la cara. Regresó al clóset y eligió un vestido largo más sencillo color menta y lo acompañó con unos zapatos de piso. Estaba cansada de que con cada paso que daba sus tobillos se torcieran en direcciones inesperadas.

Al salir del cuarto donde estaba el clóset, alguien llamó a la puerta, ella se exaltó y caminó con calma para abrir.

<Su alteza real, el príncipe Bastián> exclamó un hombrecillo de baja estatura.
El príncipe era un hombre alto y apuesto, sus cabellos eran color ébano y sus ojos eran más brillantes que un zafiro. Su piel era pálida, como si nunca hubiera pasado tiempo bajo el sol.
Detrás del príncipe se encontraba el capitán de la guardia, Nicholas con expresión de molestia en su rostro. Al parecer no le gustaba que lo hicieran esperar.
<Adelante> respondió Odette y se hizo a un lado para que ellos pudieran pasar.
Ambos pasaron y el hombre que lo había presentado se perdió por los pasillos.
<Cuando se presenta a su alteza no debes tardar en responder> le riño Nicholas.
<No sabía que eran ustedes>.
<¿Dónde están tus modales?, haz una reverencia> le ordenó el capitán.
Odette sentía como sus mejillas se bañaban de color mientras hacía lo que el capitán le había dicho.
<No es necesario> dijo Bastián sin expresión alguna en su rostro <Como ya sabes, estoy encargado de ti. Me gustaría que hicieras una demostración para mi de lo que eres capaz>.
Le hizo una seña con la mano a Nicholas y éste se acercó a Odette. Tomó la mano donde le había puesto el anillo anteriormente y se lo quitó del dedo.
<Yo... Yo no sé que hacer o cómo hacerlo>.

El príncipe levantó una ceja e hizo una mueca de molestia.
<Tu poder viene desde el fondo de tu ser> dijo mientras se ponía de pie. Avanzó lentamente hasta Odette, se puso frente a ella y colocó su mano en la boca de su estómago <Cuando intentas traerlo hasta tus manos debes sentir un cosquilleo que sube hasta tu garganta y recorre todo tu cuerpo> dijo mientras presionaba con fuerza su abdomen.
<No recuerdo como fue que lo hice la primera vez> susurró Odette con nerviosismo de tener tan cerca al príncipe.
<Trata de revivir esas emociones, las que te ayudaron a despertar el fuego en tu interior>.

Era claro que el príncipe no conocía la historia por la que estaba en ese lugar y ella no sería la que le contaría.

<No> gruñó Odette <Si quieres que use esto, necesito otra manera de poder conseguirlo>.
Nicholas se puso frente al príncipe en un solo movimiento y empujó a Odette con fuerza.
<No le iba a hacer nada, bufón> le gritó Odette.
<Estás hablando con el príncipe, no seas igualada y ten respeto>.
<Déjala> le ordenó Bastián <Quiero conocer la historia y el porqué se niega a obedecer mis órdenes>.