Los dos príncipes se estaban peleando por ella, por suerte nadie los veía ya que el jardín estaba oculto entre grandes pilares de mármol y sauces.
La tensión entre ellos crecía cada vez más y no había nadie que se interpusiera entre ellos. Eran los más fuertes de la corte real.
<Sueltala> le exigió Bastián.
<No te incumbe, hermanito>.
Esa última palabra parecía haber ofendido a Bastián.
<Tengo nombre, Alastair> le espetó <Y creo que es mejor que te vayas con tu prometida>.Al escuchar esa última palabra, Alastair dejó ir la mano de Odette y ésta chocó contra el pecho de Bastián.
<No quiero que esto se repita, hermano> le recalcó y se alejaron tomando a Odette de la mano.
Caminaba tan rápido que ella no le podía seguir el paso así que la tomó entre sus brazos como la vez anterior, ardía en furia y no escuchaba las protestas de Odette para que se detuviera.
Esta vez no iban a la habitación de Odette, Bastián había tomado una dirección diferente que ella no conocía.
<¿A dónde vamos?> le exigió.
Cómo era de esperarse, él no respondió. Estaban entrando en una parte de alta seguridad en el castillo, había guardias en cada puerta y cada balcón por el que pasaban.
<¿Me vas a responder?> le preguntó con fastidio y cómo la vez anterior, no obtuvo respuesta.Bastián se detuvo al final del pasillo frente a dos puertas de roble y los guardias frente a ella las abrieron de par en par.
El príncipe entró con ella aún en los brazos y Odette observó como las puertas se cerraban de nuevo tras ellos.
<Esta es mi habitación> le dijo Bastián al ponerla en suelo <Pensé que querrías hablar del matrimonio>.
<¿Esa es la razón por la que no me respondiste?> le preguntó con enfado.
Bastián la miró y se aflojó la corbata.
<¿Qué relación tienes con Alastair?>.
De nuevo esa sensación de ansiedad y nerviosismo invadió el estómago de Odette al escuchar esas palabras.Tragó saliva e intentó calmar su respiración.
<Ninguna>.
<Pues él cree que tiene derechos sobre ti> le respondió el príncipe.
<No sé porqué lo dices> le contestó Odette y no mentía, además de ese extraño encuentro que habían tenido esa noche en su recámara cuando él se fue sin besarla no había vuelto a pasar nada.
Bastián no parecía convencido pero continuó <Hablemos de nuestro compromiso >.
<¿Tú lo sabías?> le preguntó Odette mientras observaba con detenimiento su habitación.
<No>.
<¿Porqué?> le dijo cuestionándolo, aunque ella sabía que ni siquiera él tenía una respuesta.
<Yo también quisiera saberlo>.
Ella lo miró y preguntó <¿Porqué nos envían lejos?>.
<Sea cual sea la razón, te seguiremos entrenando. No cambiaremos nuestro itinerario>.
Por un momento, Odette había olvidado que él estaba a cargo de sus estudios y de la manera en que controlaba su fuego <No haz recibido las clases de etiqueta por la simple razón de que yo no he querido, creí mas necesario el entrenamiento físico que el social>.El silencio los rodeó, Bastián la miraba, pálida y aún temblorosa. Nerviosa. Parecía tenerle miedo, no solo a él si no a todo lo que le estaba sucediendo en tan poco tiempo.
<Es normal que te sientas intranquila,> comenzó a decirle pero ella lo interrumpió.
<Me iré a mi habitación, mañana nos iremos y creo que debo hacer mi equipaje>.
Él se quedó de pie al otro lado de la habitación observándola como se alejaba y la llamó por su nombre.
¿Ésta era la primera vez que lo hacía?.
<Te doy mi palabra, siempre daré lo mejor de mí>.Odette sonrió discretamente y dejó la habitación en silencio.
¿Él daría lo mejor de sí mismo?, de qué hablaba... Este día se ponía cada vez más extraño conforme avanzaban las horas.
Caminó en silencio por los pasillos del castillo y para su sorpresa se encontró con la futura reina acompañada de Alastair.
<Buenas noches> exclamó Odette tratando de ocultar su sorpresa <Con su permiso>.
<Espera> le dijo Erina levantando la voz <No nos han presentado formalmente, mi nombre es Erina Ilie. Mucho gusto>.
<Mucho gusto, alteza. Yo soy Odette Harrelson>.
Erina paseaba su mirada con curiosidad entre el príncipe y Odette, la tensión que había entre ellos crecía y era difícil de ocultar.
<No necesitas acompañarme hasta mi habitación> anunció la joven <Puedo ir yo sola, acompáñala a ella>.
La piel de Odette se erizó al escuchar esas palabras y se rehusó a aceptar esa propuesta.
<No necesita hacer eso, alteza. Que pasen buena noche>.
<Hasta mañana, Alastair> susurró Erina <Anda, ve>.
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Heredera de Hielo y Fuego [En Proceso]
Teen FictionOdette Harrelson, una chica nacida entre la pobreza es forzada a vivir en el palacio real tras perder a todos sus seres amados. Obligada por las circunstancias se ve ante la necesidad de mentir acerca de su pasado y pelear por su libertad. Su único...