Odette se fue a la cama con el corazón acelerado. Aún podía sentir el calor que irradiaba del cuerpo de Alastair y su mirada fija en ella. Su mano en su mentón y luego su dedo en sus labios.
¿Acaso estaba desilusionada porque él no la había besado?
Había caído en un sueño profundo sin darse cuenta.A la mañana siguiente, Odette despertó con los primeros rayos del sol. Se levantó y se dirigió al baño. Lavó su cara, sus dientes y regresó al clóset para ponerse la ropa de entrenamiento.
Al regresar a la recámara, el capitán ya la estaba esperando.
<¿Te caíste de la cama?> le preguntó Nicholas mientras jalaba la cadena de oro para ordenar la comida.
<No...> le respondió Odette ruborizada <Anoche no estabas aquí...>.
<Se me ordenó no acercarme aquí hasta hoy>.
<¿Bastián?> le preguntó Odette sujetando con fuerza el anillo.
<El príncipe Bastián dió la orden de que nadie se podía acercar a esta habitación>.Alguien llamó a la puerta y Odette fue la que abrió. Era una mucama con un carro de servicio lleno de comida.
Odette le agradeció y ella salió por la puerta sin decirle nada.
<No tiene permitido hablarte> le dijo Nicholas <Siéntate, no podemos llegar tarde>.
Cómo siempre, la comida se veía deliciosa. Odette comió con fuerzas renovadas y al terminar su último bocado de bizcocho con mermelada, se recargó en el respaldo de la silla.
<Si ya terminaste, andando> le exclamó Nicholas al levantarse de su asiento. Se acomodó la capa perfectamente en los hombros y caminó hacia la puerta.
Ella se levantó, tomó su capa de la cama y corrió atrás del capitán.Mientras recorrían los pasillos de la torre, Odette se percató de que la cantidad de guardias que los acompañaba era más que el día anterior.
<¿Podría preguntarte algo?> le dijo Odette en un susurro a Nicholas.
<Supongo que lo harás aunque me niegue, ¿Me equivoco?>.
Ella sonrió discretamente y asintió con la cabeza.
<Adelante, te escucho> le respondió el capitán.
<¿Porqué no fuiste tu el que se hizo cargo de mi ayer?> preguntó Odette con curiosidad.
<La curiosidad es tu cualidad menos atractiva> gruñó él con desesperación ya que no entendía porqué necesitaba conocer esa información <No es algo tan profundo, simplemente el príncipe no me dejó acercarme a ti>.
Odette se rascó la cabeza con una mano y arqueo una ceja.<No se me informó cuál sería tu entrenamiento del día de hoy, pero cuando nos den la orden seré yo el que lo supervise> continuó diciendo el capitán <Hoy será la ceremonia de bienvenida para todos aquellos que se unieron a la guardia real>.
El corazón de Odette se estremeció y sus pensamientos se dirigieron a Tobías.
¿Acaso el habría decidido unirse a la guardia real y así poder estar cerca de ella?, sin importar lo que fuera su entrenamiento del día, ella se esforzaría e iría a ver esa ceremonia.Tobías y ella siempre compartieron un vínculo demasiado profundo.
Con el simple hecho de verse, sabían lo que el otro pensaba y las decisiones que tomaban compartían una idea similar.
Si él sabía que ella estaba en ese lugar... Él también lo estaría.
<¿Tengo permitido asistir a esa
ceremonia? >.
<Si tu entrenamiento acaba antes de esa hora, tienes permitido asistir> le respondió sin emoción en su voz.
La respiración de Odette se comenzó a acelerar y apretó los puños con fuerza. Le agradeció al capitán y caminó el resto del camino en silencio.Al acercarse al gimnasio de entrenamiento, Nicholas se detuvo. Miró a Odette de soslayo y notó que la joven estaba nerviosa.
<Sólo obedece> le dijo en un susurro y continuó su camino.
El gimnasio estaba vacío, no había nadie entrenando. Reinaba un silencio sepulcral al que Odette no estaba acostumbrada.
Un guardia se acercó a buen paso hasta el capitán y le entregó un sobre con el sello real del príncipe.
<Su alteza le ha dejado este mensaje, y le recuerda que debe estar puntual a la hora de la ceremonia de iniciación>.
<Gracias> le dijo Nicholas y éste se llevó el puño derecho al corazón.
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Heredera de Hielo y Fuego [En Proceso]
Novela JuvenilOdette Harrelson, una chica nacida entre la pobreza es forzada a vivir en el palacio real tras perder a todos sus seres amados. Obligada por las circunstancias se ve ante la necesidad de mentir acerca de su pasado y pelear por su libertad. Su único...