Alba

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(...)

Bastián ayudó a Odette a ponerse de pie para llevarla hasta la mesa donde toda la comida estaba servida. Era un festín. Postres. Dulces. Diferentes tipos de entradas. Huevos preparados de maneras extravagantes. Salchichas. Y distintos tipos de panes recién horneados.

"¿Habías estado pidiendo toda esta comida?," le preguntó Odette sorprendida. El aroma de la comida golpeaba todos sus sentidos y por fin se daba cuenta lo hambrienta que estaba.
"Digamos que los sirvientes han comido muy bien".
Con un brazo jaló la silla mientras con la otra sostenía sostenía su cuerpo.
"No haz comido, ¿verdad?,". Odette no necesitaba una respuesta, aunque él le mintiera estaba segura de que llevaba más de cinco días sin probar alimento.
¿Cómo ha aguantado tanto?, pensó.
"Yo...," la miró. "Poco, sólo un poco".
Odette sonrió y negó con la cabeza.
"¿Alguna vez te han dicho que no eres bueno mintiendo?," preguntó con voz tierna y eso causó que la piel de Bastián se erizara.
"Nadie ha tenido el valor de hacerlo".
Su voz tenía un toque de peligro y humor a la vez.

Por primera vez ella tenía oportunidad de ver la recámara que le habían otorgado. La habitación tenía paredes altas con ventanales de cristal que ocupaban el 50 por ciento de ellas. Una enorme chimenea echa de mármol y porcelana blanca con incrustaciones de diamante.
La cama era de roble color cerezo con grandes pilares a los costados. El edredón era de seda blanca.
Un aroma a vainilla con lavanda inundaba el espacio. La tormenta de nieve daba un paisaje mágico y romántico.

"Es hermoso," murmuró Odette mirando hacia la ventana frente a ellos.
Bastián la miraba con detenimiento. Se maravillaba al ver la sorpresa en su rostro. Tanto que aveces olvidaba lo que estaba haciendo.
El sonrió. Aunque su rostro luciera pálido, para él era hermosa aunque no se lo diría.
"Lo es," confirmó y comenzó a servir chocolate caliente en las tazas de porcelana azul. "Un soldado vino a buscarte," dijo con celos. "¿Quién es él?".
Odette lo miró con sorpresa y sonrió.
"Tobías," respondió. "Él ha sido mi amigo desde que tengo memoria," sus ojos brillaban conforme recordaba los momentos que habían pasado juntos. "Es como mi hermano, su familia nos alimentaba cuando no teníamos para comprar comida. Les debo mucho".
"Nunca me has hablado sobre tu familia".
El rostro de Odette se ensombreció y una punzada de dolor recorrió su cuerpo.
"Preferiría tocar el tema en otra ocasión si no te importa".
Bastián pasó una mano por su cabello y asintió. Ya anteriormente Nicholas le había dicho que a ella no le gustaba hablar sobre eso aunque él quería intentarlo por su cuenta y saber que era lo que tanto la hacía sufrir.

"¿Cómo ha estado la situación aquí desde que llegamos?," le preguntó Odette antes de meter un trozo grande de pan con jalea se fresa en su boca.
"Igual que en el palacio," bebió chocolate y le entregó un plato con fruta. "El entrenamiento para los nuevos guardias ha comenzado. Nicholas ha estado muy ocupado con ellos".
"¿Y tú?" sonrió. "¿Ya haz ido a supervisar sus entrenamientos?".
Bastián se soltó riendo a carcajadas y negó con la cabeza.
"Alastair está a cargo de todos ellos," se encogió de hombros y miró hacia la ventana. "La verdad, mis días han sido eternos. Me la he pasado en esa silla," señaló hacia la cama. "Esperando a que tu despertaras".
"¿Me has cuidado tu solo?," preguntó con sorpresa.
"Yo he permanecido aquí todos los días," suspiró. "Pero otras personas han ido y venido. A muchas las he corrido de aquí," sonrió maliciosamente. "Y tu amigo es el único que te veía en un silencio sepulcral".
"Nunca ha sido de muchas palabras".

Odette lo miró y se dió cuenta de que él no estaba interesado en comer. Suspiró y acercó a ella un plato con pancakes recién horneados. Virtió miel y frutas sobre ellos. Los cortó y metió varios de ellos en la boca del príncipe.
"No quiero que te enfermes por mi culpa," dijo ofendida. "Si no comes tú, te alimentaré yo".
El rostro de Bastián se bañó en miles de tonalidades carmesí y se llevó la mano a la boca.
"No es necesario, puedo comer yo solo," exclamó después de comer lo que Odette le había dado.

Heredera de Hielo y Fuego [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora