15: the new fleur

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[ cuatro meses después... ]

Enero 2021
Monte Carlo, Mónaco


charles's pov


Estar solo y sentirse solo. Ya ni siquiera puedo notar una diferencia.

Desde que Fleur y yo nos dejamos ver, me he vuelto un experto en pretender estar feliz cuando no es así, pero no he levantado ni una sospecha y eso sí que es sorpresa.

Algunas veces sólo quiero decir la verdad e ir por la castaña, pero mi propio miedo me detenía. Dudo mucho que quiera verme. Se me había hecho costumbre revisar su perfil y ver sus fotos en París o sus historias cantando, pero todo eso me recordaba a lo nuestro, así que tuve que dejar de hacerlo. Más de un mes sin saber nada de ella.

Eso sí, cada vez que toco el piano siento que está a mi lado y eso me calma, así que todos los días que estoy en casa, me obligo a mi mismo a aprender nuevas melodías, esas que ella solía tocar cuando estaba aburrida.

—¡Amor, llegué!

—¡En el piano! —exclamo para que sepa dónde estoy—. ¿Compraste la cena?

—Sí y tengo buenas noticias —dice hablando rápido, cosa que hace cuando está emocionada.

—¿Te regalaron la pizza?

—No —suelta rodando los ojos—. ¿Recuerdas la cantante de la que te hablé la semana pasada? La que es monegasca y se volvió una estrella en un par de meses.

—Mhm, no —susurro—. Te recuerdo que estaba tocando el piano y no te escuché, amor.

—Whatever, ¡la chica va a dar un concierto privado aquí la semana que viene! —chilla dando pequeños saltos—. Y conseguí nuestros boletos gracias a mi hermana.

—¿Cómo dijiste que se llamaba la chica? —pregunto concentrándome de nuevo en el instrumento que tengo en el frente, mientras Charlotte se va a la cocina.

—¡Fleur Rinaldi!

Mis dedos provocan que el piano suene estrepitosamente por la increíble sorpresa que invade mi cuerpo. ¿Cómo dices que dijiste? Mi cabeza trataba de procesar lo que estaba sucediendo, pero todo me parecía una broma muy pesada que no quiero que siga.

—Tiene solamente tres canciones, pero es increíble el talento que tiene —me explica volviendo al living—. ¿Estás bien, Charles? Estás pálido, ¿te sientes mal?

—Ya vengo...

—Voy a servirnos la comida y eso, entonces.

Me levanto como puedo de mi lugar y camino a paso rápido a la habitación, donde busco mi celular en la mesita de noche y me tiro en la cama a comprobar lo que Charlotte me estaba diciendo. Las manos me tiemblan mientras escribo el nombre de la castaña e intento no morir antes de que la página cargue.


 Las manos me tiemblan mientras escribo el nombre de la castaña e intento no morir antes de que la página cargue

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illicit affairs | charles leclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora