Septiembre 2020
Monte Carlo, MónacoLuego de llegar a casa a las tres de la madrugada, amanezco con unas ojeras que no me quita nadie y una sonrisa gigantesca en el rostro. Claramente ya era casi mediodía, así que con mucha hambre también.
Miro mi celular en la mesita de noche y veo que Chiara y Zoey me acaban de invitar a tener brunch con ellas en una hora. Les pido que pasen por mí, ya que me dolían un montón las manos y no quería conducir, cosa que aceptan.
Me levanto tarareando la melodía de la canción que estoy a punto de terminar y hago mis necesidades repitiendo el mismo sonido. Para cuando estoy vestida, tenía mil ideas en la cabeza, un bolígrafo en mano y mi libreta en mi regazo.
—And you squeeze my hands two times, three times... and believe me —murmuro para mi misma—. I love you always, always.
Y henos aquí. Tengo un pre coro listo.
—I was not living —susurro para el inicio del tercer verso—. I was just singing about it.
Uhm, no me convence. Hago garabatos sobre esa línea y me pongo a pensar en algo mejor.
—I was just writing about it —suelto emocionada—. With my head spinning, days passing by most of the time, yeah.
Miro todas las páginas con las letras de la canción y escribo "Dream of you" en la parte superior de cada una. Terminé otra una canción que en serio me gusta.
Mi celular me saca de mi trance y eran casi mil mensajes de Chiara, quién no se detiene hasta que le respondo con una carita feliz. Reviso que todo esté dentro de mi bolsa antes de salir y cierro con llave el apartamento por si acaso. Bajo las escaleras corriendo y con solo mirar a través de la puerta, veo el coche rojo de Zoey.
—Hola, hola —digo subiéndose en la parte trasera.
—¿Por qué tan feliz, eh? —cuestiona Chiara.
—No me digas que acabas de tener sexo con Charles...
—¡Por favor! —exclamo riéndome—. Terminé una canción, eso es todo.
—¿Sobre Charles? —insiste la rubia.
—Ya déjala, idiota —suelta la castaña golpeándola en el hombro, logrando que perdiera un poco el control del coche.
Zoey conduce hasta el centro de la ciudad y llegamos a este lugar realmente hermoso y al que nunca había venido. Nos sentamos en una de las mesas de afuera y las chicas llaman al mesonero. Me bajo los lentes de sol hasta el puente de la nariz para leer el menú y ordeno una hamburguesa y papas fritas. Sí, tengo hambre. El chico trae una botella de champagne y también una jarra de agua.
—¿Y qué tal todo? —me preguntan ambas al unísono y en serio dudo que estas no sean familia, gemelas, algo así.
—Nada... Charles les dijo, ¿no? —cuestiono aguantándome las ganas de reír.
—¿Tan mala somos disimulando? —pregunta Chiara—. Lo siento, pero es que es muy heavy lo de ustedes, ya le grité a Leclerc por puto.
—Ni me lo digas, yo también quiero gritarle a veces —murmuro llenando mi copa.
—¿Por qué? Si se ven súper lindos juntos —dice Zoey entrecerrando los ojos—. Obvio, si nos olvidamos de que Charlie tiene novia. Por dios, es un desastre, ya entiendo por qué quieres gritar.
Nuestra comida llega y el monegasco no vuelve a ser mencionado, pero sí otros pilotos. Lando y George. Según lo que entendí, Norris y Chiara eran amigos con derechos porque el chico le da miedo lo serio y Zoey está en su mejor momento con Russell, la pareja del siglo o algo así les entendí. Quién pudiera.
—¿Chiara? ¿Zoey?
Miro por encima de mi hombro al escuchar a alguien preguntando por mis acompañantes y me convierto en una estatua al ver quién las estaba llamando. Charlotte. Y está de la mano con Charles.
Intento evitar el contacto visual con el piloto y me pongo los lentes de sol por si acaso. La castaña rompe su agarre con Leclerc y se acerca a saludar a las chicas. Mi corazón estaba a punto de estallar y mis manos temblaban del miedo. Esto no puede estar pasando.
—¿Y ella es...
Trago en seco cuando la chica me señala ligeramente y el par se queda mudo ante su pregunta. Las miro extrañada y extiendo mi mano para presentarme yo, porque a este ritmo, nadie iba a decir nada.
—Fleur, soy amiga de estas dos.
—Mucho gusto, yo soy Charlotte, la novia de Charles. Ven, amor, preséntate con la amiga de las chicas.
Intento hacerme la que no conoce a Charles, pero ya lo conocía de memoria. El monegasco se tarda unos segundos en reaccionar y puedo sentir mi cabeza palpitar de alguna manera.
—Charles Leclerc, mucho gusto, soy primo de Chiara.
—Fleur —murmuro entre dientes, sacudiendo su mano—. Un placer conocerte.
Me bebo la champagne que me queda en la copa de tiro e intento calmarme para no cometer una locura. Me disculpo con el grupo y me levanto de la mesa a punto de llorar, pero no lo haría frente a ellos.
Quiero ir al baño del lugar, pero mis pies me llevan hasta el coche de Zoey y le agradezco a los cielos que las chicas me siguieran, porque cuando me subo a la parte trasera, no pude controlar más mi llanto.
—¿Estás bien, Flo? No sabíamos que iban a venir a este lugar, la puta madre —dice la rubia jugando mi cabello.
—Y-yo sabía que esto iba a pasar... pero aún así, me d-duele tanto.
—Te duele porque te importa, cariño, es lo normal —susurra Chiara—. Te mereces algo mejor, Flo.
Respiro profundo intentando calmarme, pero mi pecho subía y bajaba sin control, impidiendo tranquilizarme lo suficiente. Ambas dejan de mirarme por unos segundos y cuando volteo para descubrir lo que pasaba a mis espaldas, veo venir a Charles corriendo.
—Zoey, arranca —pido entre llantos—. Por favor, por favor.
La rubia cumple con mis órdenes y enciende la máquina enseguida, dejando atrás al piloto, que se cruza de brazos al momento en el que nos vamos. ¿Qué le dijo a Charlotte para poder escapársele? Estoy segura de que no fue la verdad.
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illicit affairs | charles leclerc
Fanficfor you, i would ruin myself a million little times.