Socialmente Torpe |Ziam|

008

ZAYN

Me quede quieto como un idiota, sintiendo los labios de Liam sobre los míos por un momento antes de fruncir el ceño. Acomodandome casualmente, elevé una de mis piernas que había quedado entre sus muslos y golpeé con todas las fuerzas que logré reunir directo a su amigo de abajo. El sonido que salió de sus labios no podría haber sido considerado humano, estaba seguro de que un cerdo asustado producía exactamente el mismo extraño ruido y hasta puede que sonara más bonito.

Colocando mis manos en sus hombros, lo empuje lejos de mi cuerpo y fuera de la cama, su cuerpo rodó e hizo un extraño sonido seco cuando toco el suelo. Sentándome, acomoda la toalla mejor a mi alrededor antes de mirar hacia él. Sus ojos estaban amplios, sus labios apenas abiertos dejaban salir un suave siseo mientras sus grandes manos cubrían sus tesoros maltratados. Por un momento, sentí pena de él pero luego recordé que me había besado y se me pasó. Se lo idiota. ¿Quién rayos le dio permiso al descerebrado para hacer algo así? ¿Acaso no era suficiente con meterse en mi casa y mi baño, sino que también quería meterse en mi maldita boca? Si se ofrecía a poner otra parte de su anatomía en mi, lo iba a dejar sin descendencia definitiva. Ya estaba tentado a hacerlo de igual manera.

Toque su muslo con la punta de mi pie cuando dejó de sisear-. ¿Estas bien?

-Me pateaste las pelotas, Zayn, ¿crees que estoy bien? -su voz fue un susurro.

-No hay razón para ser tan desagradable -me queje-. Además, fuiste tú quien me beso sin permiso, así que tenía todo el derecho a proteger mi virtud a como diera lugar.

-¿No se te ocurrió decirme que me apartara?

-Tenias tu maldita boca sobre la mia, disculpame si exagere pero actue por instinto cuando comenzaste a dejarme sin aire, idiota.

-Oh dios –se retorció sobre sí mismo, apretando su rostro contra la mullida alfombra-. Creo que me hiciste mujer.

-Eso es anatomicamente imposible a menos que te sometas a algun tipo de cirugia de cambio de sexo, en cuyo caso te recomendaria ponerte implantes de pechos. Está científicamente comprobado que a los hombres les gustan extremadamente dotadas y dado el hecho de que pusiste tus labios sobre los míos, me arriesgaré a afirmar que estás buscando atención masculina.

Su rostro aún tenía gestos de dolor marcados cuando volteo a mirarme pero aun así logré identificar la incredulidad en su mirada. A veces eres insufrible, ¿lo sabías?

-Por supuesto que lo sé –bufé- ¿Por qué crees que no me gusta juntarme con otros seres pensantes? Es aburrido cuando ellos siempre te lo están repitiendo a cada momento.

-Nunca te he visto juntarte con nadie en el instituto.

Me mordisquee el labio, rodando los ojos – Por supuesto que no porque no me he acercado a nadie desde... -pensé en ello un momento-... que comencé la secundaria, creo.

-¿Por qué?

-Me es difícil desenvolverme en ambientes sociales, así que solo evito ese tipo de situaciones.

Pareció curioso con esa respuesta-. ¿Siempre ha sido así para ti?

-No –negué– Hubo un tiempo en que no me costaba tanto hablar con las personas. Todo parecía más fácil antes de...

-De que tu hermano se marchara?

-Yo... -estreché los ojos en su dirección al darme cuenta de lo que sucedía-. Deja de meterte en mi vida o volveré a patearte.

-Eres igual de terco que una mula, hasta pateas como una.

-Las mulas solo pueden patear hacia atrás, yo te patee hacia adelante -señalé.