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LIAM

-¿Qué harás para navidad?

Mi pregunta intentó ser casual cuando me arrojé en la cama de Zayn, mirando distraídamente dentro de las páginas de una vieja revista de modas que había encontrado perdida por allí. Por el rabillo del ojo pude ver a Zayn volteando su silla de escritorio en mi dirección, su mirada creando huecos en mi nuca.

Habían pasado dos semanas desde que había decretado que éramos pareja y la relación no había cambiado mucho desde entonces. Zayn había comenzado a ablandarse un poco con respecto a los límites autoimpuestos por él y eso era lo único que necesitaba. Moverme a pasos de bebé me alteraba un poco pero eso era lo que el chico necesitaba, si me movía rápidamente podría perder todo el avance hasta el momento por lo que estaba apegandome al plan de ir lento.

Cuando pasaron unos minutos y Zayn no contestó, finalmente me giré a verlo solo para encontrar una mirada desconcertada en su rostro. Dejando la revista, me senté en el borde de la cama y lo miré-. Hey, ¿qué sucede?

-Nada –sacudió la cabeza, dándome un breve vistazo antes de voltearse nuevamente a su escritorio donde un montón de libros esperaban por él.

Lo miré extrañado, dándome cuenta al instante de que no había contestado mi pregunta. Podía dejarle pasar muchas cosas pero necesitaba la respuesta a esa cuestión en particular. La navidad sería en una semana y mamá ya había estado preguntando si Zayn cenaría con nosotros, la mujeres estaba inventando las excusas más tontas para obligarme a llevar al moreno a casa. No era que me negara a eso pero quería que el chico se sintiera mejor en nuestra relación antes de pasar a conocer a los padres oficialmente.

Yo ya había conocido a la madre de Zayn cuando me había auto invitado, a su padre lo había encontrado por casualidad cuando me estaba marchando luego de pasar a dejar al moreno en su casa. El hombre había estado de pie en el camino de entrada, observando entre nosotros con una ceja alzada cuando me giré para irme luego de robarle un beso al moreno. Aun me causaba diversión el ver la expresión horrorizada de Zayn al darse cuenta de que había sido atrapado por su padre.

-Uh, hola papá –había balbuceado, moviéndose incómodo y por una vez desde que lo había conocido, sin muchas palabras inteligentes que soltar. Hizo un gesto hacia mí con su mano-. Este es Liam.

-¿Y Liam quién es exactamente? –el hombre, que guardaba un fuerte parecido a Zayn, dió unos pasos más cerca mientras miraba a su hijo con intensidad. Aun así, no parecía molesto por habia visto, más bien estaba curioso por lo que la escena.

Zayn había rascado su nuca con nerviosismo, observando la punta de sus tenis-. Él es...oh..mi novio. -las palabras habían salido bajas y temerosas pero al menos las había dicho y eso me hacía sentir como un maldito ganador.

Yaser, como se había presentado luego, me había observado con una expresión de sorpresa antes de murmurar algo parecido a "Ni siquiera sabía que era gay" antes de extender su mano hacia mi para estrecharla. El hombre se tomó todo con mucha tranquilidad pero no me libré de la fuerte amenaza de patearme el culo si lastimaba a su pequeño retoño. Sabiendo que jamás le haría daño a Zayn intencionalmente, sabía que estaría en buenos términos con sus padres.

Pero el haber conocido a ambos desembocaba en que mi madre quisiera conocer a Zayn, lo que me ponía en un aprieto en cuestión de que debía presionar un poco al chico para conseguirlo.

-Zayn –llamé con suavidad, ganándome un murmullo de reconocimiento-. No contestaste mi pregunta, ¿qué harás para navidad?

Lo observé golpear la goma de su lápiz contra las páginas del libro que estaba leyendo antes de que suspirara, sus hombros cayendo en derrota- No lo sé -me miró sobre el hombro, sus mejillas rojas-. Nosotros no celebramos la navidad, Liam, no tengo idea de que se supone que debería hacer ese día.

-Tu... -abrí la boca y la cerré nuevamente, mirándolo extrañado- ¿No lo celebran? ¿Por qué no lo hacen?

Se encogió de hombros, girando la silla- No lo sé, nunca lo hicimos.

-¿Ni siquiera de pequeño? -pregunté aturdido-. ¿Nunca creíste en Santa Claus?

-No –negó-. Aunque dejame decirte que la idea me parece interesante, la imaginación de un niño puede ser increíble si es capaz de creer que un hombre de complexión tan robusta es capaz de entrar a una casa a través de la chimenea. Eso sin contar con el hecho de que debería cargar con una bolsa muy grande si tiene la misión de entregar regalos a todos los niños del mundo. Es interesante, muy interesante.

Lo miré por un momento con la boca abierta-. No puedo creer que acabas de analizar a Santa como si fuese un bicho de laboratorio.

Parpadeó hacia mí, empujando sus lentes por su nariz- Oh, lo siento, ¿arruine algún tipo de recuerdo preciado de tu niñez? Si lo hice, realmente lo lamento, no fue mi intención.

-No, no es eso, es solo que...

-¿Que?

-No lo sé, no veo como un niño puede crecer sin la ilusión de la navidad y de tener regalos de Santa -confesé.

-¿Crees que si mis padres me hubiesen mentido sobre la existencia de un hombre gordo que irrumpe en tu casa a medianoche y deja regalos sin pedir algo a cambio, algo en mi hubiese sido diferente al crecer?

Dudé un momento, decidiendo ser sincero -Creo que pudiste haber sido un poco diferente.

Me miró con intensidad por parecieron horas-. Bien, eso no sucedió. Mis padres siempre han sido sinceros conmigo y mis hermanos y crecí siendo la persona que tienes frente a ti. Si no te gusto, sabes dónde está la puerta, puedes marcharte cuando gustes.-dicho eso, se volteo hacia sus libros nuevamente.

Suspiré, preguntándome cómo rayos me había metido en un lío sin siquiera haberlo intentado. Dios, debía pensar mejor mis palabras antes de hablar con Zayn. Al menos hasta que fuésemos capaces de conocernos y reconocer nuestras verdaderas intenciones.

-No quise decir eso, me gusta la persona que eres en este momento y no cambiaría nada de ti –me acerque, descansando mis manos en los reposabrazos de su silla antes de inclinarme para dejar un beso en su cuello-. Es solo que me gustaría que hubieses sentido la emoción que siente un niño gracias a Santa y toda la cosa de la navidad.

Lo observé escribir en su libreta por un momento antes de que se detuviera y mirara hacia arriba, a mi rostro- ¿Es esto tan importante para ti, Liam?

-Lo es.

Asintió suavemente, apartando la mirada como si estuviese pensando en ello antes de volver a mirarme-. Lo siento pero ya no soy un niño, no puedo creer en algo que sé que es mentira.

-Lo sé -acepté-. Y no te lo estoy pidiendo.

-¿Entonces qué quieres que haga?

Lo pensé por un momento pero la idea ya estaba en mi mente desde hacía días-. Festeja la navidad conmigo.

-No sé cómo se hace eso. -susurró.

-Yo te enseño, no te preocupes, mi pequeño nerd -dejé un beso en su frente-. Te enseñaré todo lo que hay que saber sobre la navidad.

Socialmente Torpe |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora