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LIAM

-Así que, ¿qué haces los fines de semana para entretenerte?

Evadí la palabra "divertirte" adrede, Zayn no parecía el tipo de chico que salía a fiestas los fines de semana y se emborrachaba hasta no poder mantenerse de pie. Por mi parte, había pasado esa faceta hacía ya un par de años, las resacas y yo habíamos tenido un brusco reencuentro la noche anterior pero eso solo había servido para confirmar mi decisión de dejar las bebidas con contenido alcohólico. Eso no quería decir que no me gustaran las fiestas, las amaba pero había decidido dejar cualquier tipo de droga cuando salía.

Esquivando a una ancianita que paseaba a su perro, intenté mantener el ritmo en el que Zayn caminaba mientras esperaba mi respuesta. La calle estaba casi desierta, era extraño teniendo en cuenta el día pero supuse que como en todas partes del mundo, los niños ya no salían a jugar a la calle cuando podían entretenerse con objetos electrónicos dentro de sus casas. Por un momento, me alegré de haber nacido en la generación donde la diversión era encontrar la forma de huir por la puerta trasera, con el balón debajo del brazo, sin que mi madre me atrapara. Era una lástima que eso se hubiese perdido.

Zayn pateó una piedra con la punta de su tenis, logrando que la misma saliera disparada produciendo un sonido de traqueteo que llamó mi atención nuevamente a él. El chico se mordisqueó el labio un momento, como si estuviese pensando en algo antes de encogerse de hombros-. Estudio.

-¿Estudias? -mi voz salió aguda por la sorpresa- ¿Estudias los fines de semana? ¿Por qué?

Se encogió de hombros con suavidad, su mirada en el suelo-. Necesito estudiar o no entraré a la universidad.

-Te falta un año para preocuparte por ello.

-Nop –negó–. Iré el año próximo si logro mantener mis calificaciones. ¿Acaso no te has dado cuenta de que he estado tomando clases contigo desde hace años?

-Uh, si, solo que pensé que eras uno de esos cerebritos que toman clases avanzadas.

Me fulminó con la mirada-. Si tomo clases avanzadas –lanzó-. Completaré mis estudios un año antes gracias a ellas y podré ir a la universidad.

Asentí, aunque no lograba comprender porque alguien querría ir a la universidad un año antes del debido. Se suponía que la secundaria no solo era un lugar donde aprender lo que está en los libros, sino que también era donde pasabas a través de las experiencias y aprendizajes que recordarás el resto de tu vida. ¿Por qué apresurar las cosas?

Zayn se detuvo de golpe y observó alrededor un momento antes de mirarme ¿A donde estamos yendo?

Me encogí de hombros-. Yo te estaba siguiendo a ti.

-Y yo a ti. No salgo mucho, no tengo idea de a donde estamos.

Bueno, maldición, yo tampoco tenía idea de a donde estábamos. Habíamos caminado por unos buenos veinte minutos, parecíamos estar un poco lejos de la casa de Zayn. Sacudiendo la cabeza, miré mi entorno y visualice un par de comercios a poca distancia. No parecían ser muy grandes pero si no me equivocaba, uno de ellos se veía como una cafetería.

Zayn no se veía convencido cuando la de igual manera me siguió. El lugar era pequeño y cálido, las paredes de madera con grandes ventanales dejaban que la luz del sol entrara sin obstrucciones dándole al lugar una calidez poco común. Pequeños cubículos le daban un aspecto más personal a las mesas, eso si las flores coloridas en el centro de cada una no fuesen suficiente.

-Me gusta este lugar. -susurró Zayn, dirigiéndose a la mesa más aislada de todas y dejándose caer en una de las sillas.

Siguiéndolo, me senté frente a él y lo observé juguetear con las flores plásticas acomodadas dentro de un pequeño florero. Rojas, rosadas y blancas.

-¿Uh? -parpadeo hacia mi.

-Las flores -hice un gesto hacia ellas-. Esos son sus colores.

Se encogió de hombros, alejando su mano -Nací de este modo, Liam, los colores no significan nada para mi. Puedes decirme que son azules y te creería porque yo las veo grises y blancas.

-¿Por qué escondes que eres daltonico?

-¿Sabes lo dificil que seria sobrevivir en la secundaria siendo un cerebrito que ve en escala de grises? -preguntó, la tristeza empañaba sus ojos-. Fue difícil para mí durante la primaria así que decidí dejar eso atrás y pasar desapercibido, fue fácil disimular mi defecto cuando nadie estaba prestandome atención –me miró directamente, su ceño fruncido -Hasta que tu llegaste y arruinaste mi oportunidad de ser invisible para todos los demás.

Apreté los labios, queriendo discutir la palabra "defecto" pero con lo poco que conocía a Zayn, sabía que sería un gasto de saliva pelear por ello. En vez de eso, decidí ir por mis dudas-. ¿Cómo haces con los estudios?

Me miró con cansancio-. Ni siquiera sé porque estoy hablando de esto contigo -admitió, pasándose una mano para apartar su cabello de sus ojos-. Todos los profesores están informados sobre mi deficiencia por lo que apartan tareas distintas para mi cuando el distinguir los colores es necesario.

-Deja de hablar como si fueses defectuoso, Zayn –pedí.

La mesera se acercó y me salvé de la réplica que Zayn estaba a punto de soltar. Pidiendo rápidamente nuestro desayuno, esperé hasta que la joven se marchó antes de girarme hacia el moreno. Zayn ahora estaba mirando a través del ventanal que daba a la calle y no parecía dispuesto a compartir más detalles de si mismo conmigo. Brevemente, me pregunte porque rayos había hablado conmigo de eso cuando antes había negado todo cuando le había preguntado. Como no quería que se negara a hablar luego, decidí no preguntar nada.

Para mi sorpresa, fue él quien comenzó la charla-. ¿Por qué estás conmigo ahora en vez de con tus amigos? Pensé que ustedes aprovechaban los sábados para matar neuronas en sus fiestas escandalosas.

Me encogí de hombros con una sonrisa-. Si hay una fiesta esta noche, estoy invitado pero a menos que tú decidas ir, no creo que asista –declaré-. Y por mis amigos, seguramente deben estar durmiendo aun, no suelen ser madrugadores los fines de semana.

-No iría a una de sus fiestas ni estando ebrio.

-¿Alguna vez has estado en una? pregunté.

Como supuse, negó–. He escuchado cosas.

-¿Si? -elevé una ceja- ¿Cómo qué?

-Como que se emborrachan hasta no poder mantenerse de pie y pasan... cosas.

-¿Cosas? -repetí- ¿Qué tipo de cosas?

Frunció el ceño en mi dirección- No lo sé, te he dicho que nunca he estado en una pero la palabra "cosas" engloba todo lo que posiblemente pasa en ellas.

Reí-. Eso no tuvo sentido –apunté-. Además, ¿nunca te han dicho que no debes dejarte llevar por los rumores?

-Los rumores son lo único que tengo para mantenerme informado de lo que sucede. –me miró directamente-. ¿Acaso vas a decirme que en esas fiestas toman vino caro y bailan vals?

-No, pero no son tan malas como te las imaginas -pensé en ello por un momento - Es más, debería llevarte a una para que compruebes con tus propios ojos que no es de esa manera.

Sacudio la cabeza con rapidez-. No, gracias, a veces la ignorancia es la mejor arma.

Sacando mi celular del bolsillo de mis jeans, le escribí un rápido mensaje a Louis para pedirle la dirección de la fiesta a la que me había invitado, agregando que llevaría a Zayn conmigo. Si debía poner al chico ebrio para llevarlo, entonces... tendría que hacerlo. Además, sería divertido verlo desenvolverse en un ambiente así y yo estaría allí para protegerlo en todo momento. No veía lo malo de la idea.

-Tienes esa mirada que Safaa pone cuando va a hacer algo malo. –susurró, mirándome directamente.

Le sonreí con inocencia–. ¿Te dije ya que tus ojos son hermosos?

Él abrió la boca, sus mejillas se colorearon con rapidez totalmente avergonzado. Como esperaba, bajo la mirada y cambio de tema, salvándome de mentirle.

Socialmente Torpe |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora