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LIAM

-¿Como esta él?

Levantando la mirada del liquido oscuro que el hospital osaba llamar café, miré a mi madre con una pequeña sonrisa. Ella llevaba su bonito traje de enfermera de maternidad con pequeños ositos por todos lados, tenia aros oscuros alrededor de sus ojos, parecia cansada y sabia que lo estaba ya que habia trabajado un doble turno. Aun así, allí estaba ella, firme como una roca, para ser mi apoyo cuando la necesitaba.

Internamente, maldije la situación de Zayn. Me hubiese gustado que mi pequeño nerd disfrutara de una relación así con su madre y hermano pero eso no habia logrado ser, y no porque Zayn no lo hubiese intentado. Sabia de sobra que el moreno habia hecho todo lo posible por mantenerse en contacto con su hermano sin importar nada, él podria haber perdonado todo si Keegan hubiese pronunciado una simple disculpa. Pero eso no habia sucedido y dudaba mucho de que sucediera en algún momento cercano. El chico era un caso perdido y esperaba que pasara suficiente tiempo en prisión por lo que le hizo a su propio hermano.

Su madre por otro lado habia parecido cariñosa con Zayn, ella no era una mala persona, solo que tenia sus prioridades mezcladas. Habia escuchado más de una vez, a muchas personas, que una madre jamás ve con malos ojos a sus hijos. Disculpaba eso pero no el que hubiese elegido a Keegan sobre Zayn, lo veia como un acto de pura maldad al dejar a su hijo, la victima en todo eso, para asegurarse de conseguirle un abogado a quien lo habia herido.

Dios, la situación completa era tan bizarra.

Recordando la pregunta de mi madre, respondí:– Él esta bien, la hoja de la navaja no toco ningún órgano vital por lo que se recuperara perfectamente -hice girar el liquido en el vaso descartable-. Si sabes que él no se irá de casa pronto, ¿verdad?

Ella suspiró, sentándose a mi lado en las duras sillas azules-. Él es bienvenido a quedarse el tiempo que desee -aseguró.

-He estado pensando en que seria buena idea que se mude a nuestra casa de forma permanente -comenté-. No me agrada la posición que ha tomado su madre, temo que en su ceguera ante lo que su hijo ha hecho, pueda hacerle daño a Zayn.

-¿Crees que ella seria capaz de lastimarlo?

Pensé en ello por un momento antes de negar con suavidad-. No, ella no lo lastimaria pero tampoco impediria que alguien lo hiciera, ¿entiendes?

Asintió aunque tenia una expresión enojada en su rostro-. No logro comprender como una madre pudo permitir algo así bajo su propio techo, ni siquiera quiero pensar en lo que seria capaz de hacer si alguien te lastimara.

-Tu patearias sus culos, mamá.

Sonrió–. Me volveria una experta pateaculos, sin duda. -apretó mi mejilla, jugando-. Nadie lastima a mi pequeño pollito.

-¡Mamá!

-Oh, callate, tengo todo el derecho a pellizcarte, me pase seis horas en labor de parto para traerte al mundo para recibir ese tipo de privilegios.

Me cubrí el rostro con mi mano libre, intentando disimular la verguenza mientras escuchaba su risita graciosa a mi lado. Ella estaba disfrutando torturarme, no era nada nuevo.

-Así que, ¿por qué estas en el pasillo y no con tu chico? -preguntó luego de unos momentos.

-Su padre y hermana entraron a hablar con él -señalé la puerta donde estaba la habitación de Zayn-. Las enfermeras dijeron que no querian más de dos personas en una sala, así que salí un momento.

-Mmm -asintió con suavidad antes de ver mi mano- ¿Eso que es?

-Veneno.

-Por su color, no lo discutiria -se puso de pie-. Iré a la cafeteria cercana, necesito cafeina real para mantenerme activa, ¿quieres algo?

-No tienes que quedarte, mamá, Zayn estará bien. Vuelve a casa y descansa un poco.

-Estoy bien, dormi varias horas entre turnos, solo estoy un poco desgastada - aseguro-. Te traere un poco de café real y algo para que desayunes.

Ý sin más, se alejó por el pasillo con su bolso golpeando el lado de su cadera. Mi madre jamás habia sido el tipo de persona a la que podias decirle que hacer, ella hacia lo que queria, cuando queria y como queria. Papá solia decir que ella era una fuerza de la naturaleza imposible de detener, esa descripcion encajaba con ella.

Pensar en mi padre trajo miles de recuerdos a mi mente y rapidamente tomé las plaquetas, que colgaban de mi cuello, apretandolas entre mis dedos. Desde que Louis me habia llamado para decirme lo que habia sucedido, no habia dejado de rogarle a mi padre que protegiera a Zayn. Y él lo habia hecho porque no le encontraba otra explicación a que la herida no hubiese sido muchisimo más grave, sabia que era tonto pensar que mi padre intercedio pero me gustaba pensar que él seguia cerca.

-Gracias, papá. -susurré al pasillo vacio, sintiendo mis ojos arder por las lagrimas, no derramadas.

Sonreí con mi vista borrosa hacia mi vaso al recordar lo último que me habia dicho antes de marcharse. "Siempre estoy contigo, Liam, no importa la distancia que nos separen, estoy a tu lado". Jamás habia olvidado esa frase, me habia ayudado en muchas ocasiones en que me sentia solo o con miedo. Él me habia enseñado a ser perseverante y gracias a ello, habia conquistado a mi pequeño nerd y convertido en la persona que veia al espejo todos los días.

Tenia muchas cosas que agradecerles a mis padres, ambos.

Salte fuera de mis pensamientos cuando la puerta se abrió y el padre se Zayn y su hermana salieron. Poniendome de pie, arrojé el insulto a la cafeina a la basura y me acerque a ellos. Yaser fue el primero en verme y me sonrió con suavidad.

-Creo que seria bueno que entraras – pidio-. Todo esto ha sido demasiado para él y aunque me gustaria estar a su lado, creo que te prefiere a ti para ocupar ese lugar.

Sin saber que contestar, miré a Saafa en busca de alguna pista solo para notar que la chica estaba llorando. Asintiendo con rapidez, entré a la habitación y me aseguré de cerrar la puerta detrás de mi. Zayn estaba acurrucado en la cama, dandole la espalda a la puerta mientras su cuerpo se agitaba con los suaves sollozos.

Acercandome, subí a la camilla con cuidado y lo jalé a mis brazos, haciendo promesas de remover cielo y tierra para que fuese nuevamente feliz en su oido. Sabia bien que mi pequeño chico podria superar toda la mierda de su familia, él era lo suficientemente fuerte para ponerse de pie y seguir adelante pero llevaria tiempo curar las heridas emocionales.

-Yo estaré a tu lado siempre, pequeño nerd.

Socialmente Torpe |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora