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ZAYN

-¿Desde cuándo festejamos la navidad?

Volteándome rápidamente, apreté el libro que había ido a buscar contra mi pecho y acomode mis gafas con nerviosismo, observando como los dedos de mi hermano flotaban sobre los adornos caseros que colgaban del pequeño árbol que Liam había colocado sobre mi escritorio. Su expresión era serena mientras observaba de mi al árbol, pero hacía tiempo me había acostumbrado a no confiar en esa suave expresión.

-S-seguimos sin festejarla -aclaré con voz suave-. Liam puso...

-¿Liam? -me interrumpió, mirándome con curiosidad- ¿Y quién es exactamente este chico, Zayn?

-¿A que...? –aclaré mi garganta ante lo raras que salieron las palabras- ¿A qué te refieres?

-Siempre has sido un solitario, Zayn, desde que eras un niño de jardín te gusta estar solo –me recordó-. Y ahora, de la nada, aparece este chico, se queda a cenar y se pasa horas a solas contigo en tu habitación, ¿que se supone que debo pensar de él, hermanito?

La forma en que dijo la última palabra envió escalofríos por mi cuerpo. La mente de mi hermano era algo con lo que no quería meterme, él había adoptado ideas de sus amigos que me causaban escalofríos por lo que intentaba no ver por lo que demasiado en sus acciones o intentar comprenderlas. No tenía ni idea de cómo reaccionaría si supiera que Liam era mi novio, él podría explotar como podía simplemente reírse de mí, darse la vuelta y marcharse. Había hecho todo lo posible para que no fuera evidente mi relación con el simio en desarrollo pero por la mirada de mi hermano, no había sido muy bueno en ello.

Busqué en mi mente por una buena respuesta, algo coherente para explicar las cosas de las que me acusaba pero como cada vez que me ponía nervioso, no logré llegar a nada con suficiente rapidez. Para mi suerte, Liam apareció en la puerta mirando dudoso entre nosotros.

-Hey, Zy, acabo de convencer a tu madre para que nos permita dar una vuelta en mi auto -dijo de forma casual. –Debemos irnos antes de que se arrepienta.

-¿No es demasiado tarde para un paseo en auto? -Keegan lo miró con desconfianza.

Liam se encogió de hombros con naturalidad-. Su madre me lo permitió, no veo porque debe importarte eso.

-Es mi hermano. -apuntó.

-Y Trisha es su madre y ella le permitió salir conmigo –le dedicó una mirada de superioridad antes de mirarme-. Ponte un abrigo, Zayn.

Asintiendo rápidamente, me acerque a mi closet y tomé una chaqueta, arrojando un poco de comida dentro de la jaula de Orión antes de apresurarme hacia la puerta, donde Liam seguía mirando a mi hermano como si quisiera arrancarle la cabeza. Era extraño porque por lo general él estaba sonriendo, dándome una mirada tranquila que calmaba mis nervios pero ahora parecía listo para atacar a alguien. Más específicamente a mi hermano.

-¿Nos vamos? -pregunté, deteniéndose frente a él.

Bajando la mirada, sonrió suavemente - Claro. -observó a mi hermano brevemente antes de hacerme un gesto para que saliera primero, siguiéndome de cerca cuando lo hice.

-Realmente le pediste a mi madre permiso para dar una vuelta? -pregunté, acomodándome en el asiento del pasajero y abrochando el cinturón de seguridad.

-Si -sacó el auto hacia la calle antes de mirarme-. Pero en realidad, estoy planeando que pasemos por mi casa y llames a tu madre para decirle que se te hizo tarde y que te quedarás conmigo.

-¿Por qué?

Girando el volante, salió del barrio donde vivía y redireccionó el auto. Lo observé en silencio mientras esperaba una respuesta, parecieron pasar varios minutos antes de que admitiera:- No confío en tu hermano.

Socialmente Torpe |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora