El timbre de salida había sonado hace unos diez minutos y Louis se encontraba entrenando entrenando en el campo desde la última hora de clases, por lo que perdió la asignatura de economía, la cual podría recuperar fácilmente y no se le haría difícil pues era bueno en aquella materia.Tomando un pequeño descanso para beber algo de agua de su botella, observó a los alumnos salir de la escuela para dirigirse a sus casas. Algunos autos esperando por ellos y algunos padres conversando y saludando a sus hijos cuando estos llegaban a verlos.
Desde lo lejos vio a cierto rizado de piernas largas bajar las cortas escaleras de la entrada de la escuela, aquellos jeans si le quedaban demasiado bien en realidad. La forma en la que el chico caminaba mirando cada paso que daba le enterneció.
Puso sus manos en forma de megáfono alrededor de su boca listo para llamarlo por el apodo que tenía para él y así despedirse. Pero se detuvo cuando lo vio correr y abrazar muy fuerte a un señor parado en frente de un gran auto negro con lunas polarizadas. El hombre debería tener al menos unos cuarenta años o más. Vestía un traje completamente negro y una gorra de chófer.
Harry parecía realmente feliz al separarse del hombre y dedicarle una enorme sonrisa con hoyuelos. El señor pellizcó juguetonamente una de las mejillas del menor y le abrió la puerta del copiloto para que entrara.
No parecía ser el mismo hombre que dejó al rizado en la escuela en la mañana. Es más, Harry parecía mucho más feliz al verlo.
Observó como el menor peinaba con sus dedos su largo cabello mientras soltaba una gran risa haciendo que tape su boca con ambas manos.
El auto arrancó y Louis se quedó con la mirada puesta sobre el mismo lugar por cierto tiempo. En su mente repitiéndose la linda sonrisa con hoyuelos que lo cautivó a decir verdad.
Un chico realmente hermoso.
— ¡Tommo! —una voz hizo que saliera del hipnotizante momento, volteando y viendo cómo su mejor amigo, Zayn, caminaba hacia él junto con Niall. Ambos con grandes sonrisas en sus labios y codeándose entre ellos por alguna broma interna.
— ¿Qué tanto miras al chico nuevo, eh? —el rubio se cruzó de brazos con una sonrisa ladina y mirada inquisidora.
— ¿De-De qué hablas? —por alguna razón su voz salió en un tartamudeo que trató de disimular tomando un poco más de agua de su botella.
—Oh vamos, no juegues con nosotros —el moreno intervino, caminando hacia los vestidores cuando Louis empezó a ir hacia esa dirección. Probablemente para evadir la responsabilidad de responder adecuadamente a esa pregunta. Pero claro que sus amigos no se la dejarían fácil.— Vi como lo mirabas cuando estaba presentándose en la clase.
—Lo miré como miro a todos mis compañeros, Zayn... —dijo entre dientes, entrando a los vestidores para sacar sus artículos de aseo y así tomar una ducha antes de regresar a casa.
—Si, y yo soy hijo de Marylin Monroe. —habló sarcásticamente el rubio, riendo al final.— Bueno, ya quisiera ser hijo de tremenda diosa.
—Al menos tienes lo rubio. —contestó el moreno riendo a la par.
Louis solo se concentró en abrir su casillero y sacar de su mochila todo lo que necesitará para darse un baño. Shampoo, acondicionador, jabón y toallas. Recordó que cuando Harry estaba cerca a él podía detectar un olor a cerezas e inconscientemente detuvo su acción pensando en si el menor usará algún shampoo con olor a cerezas o simplemente algún perfume.
Salió de sus pensamientos al darse cuenta de lo que estaba haciendo y cerró el casillero para dar media vuelta y dirigirse a las duchas, no sin antes seguir escuchando las palabras de sus amigos. Quienes seguían fastidiándolo con el asunto de rizos.
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The Cheerleader of my Dreams (ls.)
عاطفيةLouis es el capitán del equipo de fútbol de su escuela, quien cursa el último año de la secundaria. Todos se están preparando arduamente para un juego importante dentro de varios meses. Harry, es un chico que se cambia a la escuela de Louis en el pr...