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Harry entró por la puerta grande de la escuela al día siguiente a las 6:45 de la mañana después de despedirse de Robin en la entrada.

Sus botas negras resonaban en el pasillo. Aún estaba algo vacío el lugar, con algunos cuantos alumnos sentados en el suelo con la espalda recostada en la pared mientras hablaban entre ellos.

Acomodó la mochila rosa en sus hombros con un ligero movimiento, sacando su celular del bolsillo de su pantalón, aprovechando que no había casi nadie y realmente deseaba distraerse. Pensó en mandarle un mensaje a Robin y a los demás pero sabe que en ese momento de la mañana estaban muy ocupados y no quería retrasarlos al hablarles.

Cuando encontró uno de los baños, abrió con cuidado la puerta de este, esperando que nadie esté adentro. Suspiró de alivio al darse cuenta que estaba en lo correcto.

Se miró en el espejo, siempre se había preocupado mucho por su apariencia, le gustaba verse bonito y aquello le hacía sentirse un poco mejor día a día. Vestía un pantalón negro muy pegado, sus botas marrones favoritas y una gran camisa de manga larga color azul, la cual tenía varias estrellitas muy pequeñas. Su camisa estaba abierta en los dos primeros botones, dejando a descubierto una parte del tatuaje de dos golondrinas en su pecho.

Su largo cabello rizado caía por sus hombros, realmente le gustaba mucho tenerlo así aunque sus padres siempre se quejaban y le decían que se lo cortara. Con el tiempo, Harry aprendió a hacer oídos sordos a todo aquello que le hiriera y que venga de parte de ellos. Aunque muchas veces era complicado.

Con su mochila aún colgando de su hombro, porque claramente no la pondría sobre el lavamanos, no confiaba en que todo estuviera limpio a pesar de verse realmente limpio. Simplemente es una manía que tiene con la limpieza. Acomodó su camisa, subiendo solo un poco las mangas, para después peinar los rizos con sus deditos.

Le gustaba demasiado aquella camisa, Joey se la había regalado hace un año en Navidad. La tela era muy fina y suavecita, así que Harry tal vez la usó mucho más de lo que debería. Por suerte, no se había desgastado ni nada de eso con el paso del tiempo. Estaba como nueva.

Revisó sus mensajes, solamente tenía en sus contactos a Robin, Joey, Lucy, Martha, su madre, su padre y otros familiares lejanos a los cuales ni siquiera les hablaba. Borró los contactos de sus antiguos "amigos" en su otra escuela, le dolió hacerlo porque en serio pensó que estos llegaron a valorarlo y quererlo, pero sabía que debía dejarlos atrás... al igual que a ese chico.

Vagó por las redes sociales, conectó sus audífonos para entretenerse un rato antes de que empezaran las clases y le dio play a su canción favorita de su cantante favorita "Caught you boy" de Lana Del Rey. Amaba tanto esa canción que era una verdadera lástima que nunca fue lanzada oficialmente.

Cerró sus ojos un momento dejándose llevar por la suave melodía y la dulce voz de la chica. Empezó a moverse de un lado a otro sintiéndose cada vez más relajado. Sonrió comenzando a cantar frases de la canción moviendo sus caderas.

The Cheerleader of my Dreams (ls.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora