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Harry saltó del regazo de Louis, poniéndose de pie rápidamente al oír la puerta del vestuario siendo abierta.

Después de unos cortos segundos visualizaron a Bill entrar cargando su mochila negra y su maletín de entrenamiento. El chico se detuvo al notar primeramente a Harry y casi sonríe, de no ser que a su lado se encontraba un Louis semidesnudo, con solo una toalla blanca tapándolo de la cintura para abajo. Ambos lucían algo agitados y los labios del rizado estaban un poco más rojos de lo normal.

—Hola lindo, ¿Qué te trae por aquí? —aunque su voz sonaba coqueta, había una pizca de molestia.

—Nada que te importe, ¿No deberías estar en el campo? —Louis contestó mientras se ponía en pie cruzando sus brazos.

—Tú también, te lo recuerdo. Además, el entrenador está con la directora en este momento.

—Solo me cambio y voy. —respondió cortante antes de voltearse hacia Harry y suavizar su voz:— Tengo que cambiarme, ¿Me esperas afuera para acompañarte a la salida?

—Sí, está bien. —el rizado correspondió con una pequeña sonrisa.

Harry se dirigió a la salida y su mirada cayó en Bill, atrapándolo mirando sus piernas. Harry nunca se consideró un chico demasiado atractivo, sabía que era lindo pero no pensaba que sería tanto como para atraer algunas miradas, se sentía algo incómodo con eso. 

Así que solo siguió su camino y salió del vestuario.

***

Los días habían pasado rápido y el miércoles había llegado.

Claramente no contaba con el permiso de sus padres para salir con Louis, puesto que ni siquiera les preguntó. Solo le bastó saber que sus padres trabajaban hasta tarde ese día ya que tenían varias reuniones con algunos inversionistas, y Harry solo pudo agradecer al cielo y saltar cuando se dio cuenta que todo estaba a su favor.

Ya había hablado con Robin y aunque este en un principio no estuvo de acuerdo, finalmente terminó aceptando al ver a Harry muy ilusionado por su salida con el castaño. 

Ahora Harry tenía un lío mental y solo quince minutos para estar listo y partir hacia el centro comercial porque había estado casi toda la tarde eligiendo su ropa y absolutamente nada le convencía. Las 5:15 ya había llegado y se suponía que saldría a las 5:30 de su casa, puesto que su punto de reunión con el castaño quedaba a media hora de donde estaba ya que habían quedado a las 6. 

No sabía lo que harían allá, no planearon nada por mensaje ni cuando hablaban en la escuela. No tocaron mucho el tema de su salida, Harry con la intención de no quedar como un ansioso, aunque la verdad si estaba muy emocionado. El martes en la escuela pasó muy normal, aunque evitó mirar a Bill porque tal vez ya sospechaba de que habría algo entre Louis y él.

Volviendo al tema, Harry solo tenía catorce minutos y nada de ropa para ponerse a pesar de que toda estuviera regada por cualquier parte de la habitación. El rizado se tiró en la cama de espaldas, mirando hacia todos lados para tratar de encontrar alguna señal mística sobre qué usar ese día, pero no la tuvo. Su mirada cayó sobre una falda negra y la miró con inseguridad, poniéndose de pie para tomarla entre sus manos. 

Estaba semidesnudo, solo usando unas bragas negras y una camiseta blanca oversized, así que abrió los botones del centro de la falda y se la puso, cerrándola alrededor de sus caderas y dejando la camiseta dentro de esta. La falda se amoldó a su figura y se sintió como un respiro. Harry realmente sintió una pizca de libertad y confort consigo mismo. No es que odiara vestirse con pantalones y camisas como lo hacía usualmente, le gustaba mucho, pero también le llamaba mucho la atención experimentar con la ropa, incluso tenía algunos bocetos de diseños que solía hacer.

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⏰ Última actualización: Dec 16, 2023 ⏰

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The Cheerleader of my Dreams (ls.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora