Cristian.
- Maldita im... Eso!.- Le grito. Ella ríe.
- Im... Qué? .- Pregunta burlona. Bufo. No voy a discutir con ella. Aprovecharse de mí porqué soy incapaz de insultar a nadie. Salgo del lago. Cómo he acabado ahí? Digamos qué cierta persona me ha empujado a cierto lago mientras me paraban una vil trampa. La curiosidad mató al gato. En este caso, el gato casi se ahoga.
- Bien. Voy a secarme.- Suspiro. Todos me miran.
- Cristian...- Empieza Amber. Algo me da en la cabeza.
- Auch...- Me froto la parte dolorido.
- Un momento!!! Tú no vas a ninguna parte hasta qué discutas conmigo!!!.- Protesta Jade.
- Si si. Lo qué tu digas lindura.- Veo cómo se sonroja. Hmpf. Y a mí qué? Cómo si me importase.
- Cris. No te enfadeeeees.- Diana se me pega cómo una lapa. Ésta chica es muy rarita. Y infantil. Le sobo la cabeza. Se me acaba de ocurrir una idea. Algo qué me hará reír.
- Oye Di. Me voy a bañar. Y si no me sueltas te vas a bañar conmigo.- Digo. Ella sonríe.
- Vale!! No hay problema!! No hay problema!!.- Dice. Miro de reojo a Jace, quién está rojo de la ira.
- De ninguna manera!!!.- Gritan el y ¿Jade?
- Es broma.- Los dos suspiran.- Pero... Jade, a ti qué te importa?.- Pregunto. Ella se vuelve cada vez más roja.
- No me importa! Es sólo qué ella me cae bien y no quiero qué un maldito pervertido cómo tú la viole!.- Grita.
- Ah, con qué es eso. Vale. Di, suelta. Ya nos bañaremos juntos otro dia.- Sonríe.
- Vale! Cómo en los viejos tiempos!.- Jace y Jade van a estallar.
- V-v-viejos tiempos?.- Pregunta él. Le está dando un tic.
- Sí. Me temo, querido amigo, qué no eres el único qué ha visto a Diana desnuda.- Una palabra. PUM!
- VEN AQUÍ DEMONIO HIJO DE MIERDA!!!.- Grita Jade. Como decía, PUM! Río bajito y empiezo a caminar más rápido hasta mí casa. Me giro y veo cómo Jade aún me sigue.
- Cristian! Frena!.- Sonrío al notar cómo acelera. Justo cuándo la tengo detrás paro y choca contra mí espalda. Me giro y la agarro de la cintura antes de qué caiga al suelo.
- Eres pesadita eh. Sí quieres saber qué soy, sólo dímelo bien.- Ella me mira confusa.
- Eh? Eso a qué viene ahora?.- Pregunta.
- Sólo tienes qué decir. Oh Cristian, el más guapo y sexy qué demonios eres?.- Ella se vuelve roja. Otra vez? Quizá no se encuentre bien.
- Jamás! Y sueltame!.- Ahora el sonrojado soy yo. La dejo ir de la cintura y sonrío.
- Bien. Pues nos vemos otro día, Jadie.- Y entro en casa. Menuda mierda. Max está en el sofá. Adivina con quién.
- Hola.- Digo. Los dos se giran asustados.
- Y tú quién eres?.- Pregunta la estúpida cajera.
- Fuera de mí casa.- Gruño.
- Porqué? Quién eres tú para decirme nada?.- La miro fríamente.
- Mira zorrita de mierda. Esta es MÍ casa y si te echo te echo así qué fuera.- Señalo la puerta.
- Pero...- Max me mira y suspira.
- Te ha dicho qué fuera. Adiós.- Ella sale enfadada de casa. Cuándo noto qué me va a decir algo subo corriendo a mí habitación para bañarme.
(...)
-...Stian! Cristian!.- Miro a mí amiga.
- Perdona Amber. Qué decías?.- Pregunto. Ella suspira.
- Te preguntábamos si pensabas ir al baile de máscaras.- Dice.
- No.- Respondo de inmediato. Ella me mira decepcionada.
- Porqué?.- Pregunta.
- Porqué no.- Busco la mirada de Louis, Freya o Diana. El primero aparta la mirada. La segunda me mira con lástima y la tercera no está.
- Oh, vamos Cris. Ya te perdistes el otro. Porqué no quieres ir? Sin escusas.- La miro y suspiro.
- Hay dos razones. Una: No tengo pareja. Dos: No me gustan los espacios cerrados y con mucha gente. Son agobiantes.- Ella me examina profundamente. Sí, le estoy mintiendo. Y, sí, no es la única mentira qué les he dado. Y, sí, ya sé qué mentir está mal. Pero no me queda otra.
- Oh, ahí viene Jade.- Sonríe Chad moviendo la mano. Habíamos quedado todos en ir a la playa. Jade y Brad se nos acercan. Se saludan. Jade me mira y yo sonrío. Aparta la mirada. Luego llegan Diana y Thomas.
- Y Harry?.- Pregunta Jace.
- No sé. Ha dicho qué me adelantara.- Se encoge de hombros.
- Qué raro. Harry sería el primero en venir a la playa.- Suspira.
- Bueno. Entonces vámonos a cambiarnos.- Nos dirigimos a los vestuarios. Me cambio rápido y salgo. Cojo el parasol y la toalla y me tumbo. Van saliendo y los observo. Louis, Jace, Amber,Diana, Freya, Chad, Thomas, Brandon, Phoebe, Helena... Y al final ella. Me quito las gafas para mirarla. Creo qué estoy alucinando. Es decir, sabía qué era guapa y estaba buena, pero tanto? Creo qué se me va a caer la baba. Me mira.
- Y tú qué?.- Pregunta.
- Qué de qué.- Respondo confuso. Ella bufa y se dirige al agua. Todos lo hacen. Yo me dedico a mirarlos desde la arena. Entonces la mirada de Louis choca con la mía. Deja de jugar y sale del agua. Se sienta a mí lado.
- Hey.- Saludo.
- No te bañas?.- Pregunta.
- Nah, el agua no es lo mío.- Sonrío. Veo cómo su cara cambia a una seria.
- Oye Cris. Hace tiempo siento qué te debo una disculpa.- Lo miro.
- Una disculpa? Porqué?.- Pregunto.
- Porqué... Porqué...- Coge aire.- Por ser tan egoísta contigo. Por ser tan infantil y malcriado. Y... Porqué estaba celoso de ti. Hala, ya lo he dicho.- Suelta.
- Estabas... Celoso de mí?.- Alzo una ceja sorprendido.
- Ajá.- Sonríe nervioso.
- Pues no veo porqué. Lo tienes todo. Amigos, novia, una hermana qué te quiere, unos padres qué están atentos siempre de lo qué haces... Si me dejo algo me lo dices.
- No Cristian. Estaba celoso de lo bien qué te llevas con Amber. Os hacéis bromas, reis juntos, no se puede enfadar contigo, te quiere. Creí qué le gustabas. Qué te gustaba.- Sonrío.
- Yo también lo pensaba. Creí qué era la chica perfecta. Y lo es. Pero no es la mía. Cuándo conocí a Diana pasó lo mismo. Creí qué me gustaban. Sólo para quitarme otra persona de la cabeza. Las quiero conmigo. Da igual si cómo amigas, novias, hermanas o conocidas. Las quiero porqué siento qué las tengo qué proteger cueste lo qué cueste. Y es qué me recuerdan demasiado a ella. A ellas.- Estoy haciendo un esfuerzo para no llorar. Él me mira triste.
- También siento eso. Fui un estúpido.- Lo miro y sonrío.
- Y yo.- Sonríe.
- Paces?.- Pregunta.
- Paces.- Encajamos nuestras manos. Entonces se levanta. Me mira y sonríe arrogante. Me rodea la espalda y las piernas y me levanta.
- Qué haces?. Bajame!.- Protesto.
- Ni hablar primito. Vas a darte un buen baño.- Se acerca al agua y me tira. Salgo mientras observo cómo ríe.
- Louis!.- Justo entonces me agarran por la espalda y los brazos.
- Ahora Di!.- Oigo qué dice Freya. Diana me quita la camiseta de un tirón. Me miran.
- Vaaaayaaaaa. Con qué esto es lo qué esconde Cris bajo la camiseta.- Dice Chad.
- Madre mía Cristian estás buenísimo.- Dice Freya. Diana asiente. Jade me observa de arriba abajo y se sonroja.
- Si debajo de la camiseta es así a saber qué tiene bajo los pantalones.-Dice alguien. Me sonrojo a límites insospechados y ellos ríen.
- Ujum. Cristian es un ligón eh.- Al ver la sonrisa de Amber me sonrojo y me escondo detrás de Louis avergonzado.
- C-cállate por favor.- Susurro.
- Anda anda. Pobre Cristian. No es su culpa estar más bueno qué vosotros.- Nos giramos para ver a Harry comiendo un polo.
- Harry!
- Holap.- Dice.
- De dónde has sacado eso?.- Jade señala el polo. Él se encoge de hombros.
- Ahora vas a acosarlo hasta qué te lo cuente?.- Uy. Eso se me ha escapado. Me mira.- Uhm. L-lo siento no era mí intención.- Uy. Eso tampoco tenia planteado decirlo. Pero qué me pasa?.
- Oye oye. Entiendo qué te guste pero actuas cómo un payaso.- Eh? Miro a Chad quién sonríe amablemente.
- No me gusta!.- Sonríe todavía más.
- Es tan bonita. Parece sacada de uno de mis libros. Tiene unas piernas. Se parece a Kate. Espera. Quién es Kate?.-Me hielo al oír ese nombre. Chad me mira preocupado.
- Cris, te encuentras bien?.- No me encuentro para nada bien!
- Hm. Si me disculpais me acabo de acordar de algo importante. Lo siento eh.- Recojo mis cosas y salgo corriendo a pesar de sus gritos y advertencias. Cuándo me alejo de la playa dejo de correr. Suspiro y me coloco una camiseta seca. Llego a casa y me encierro en mí cuarto. Entro a mí baño y abro el agua caliente. Me desnudo y entro. Empiezo a pensar en lo qué decía Chad. De verdad pienso eso de Jade? Me gusta?. Lo cierto es qué se parece a Kate. Y a Carrie. A las dos. Me muerdo el labio al pensar en ellas hasta qué me sangra. Maldita sea. Porqué esto me tiene qué pasar a mí? No puedo. Simplemente no puedo. Estallo a llorar. Pero sin gritar. Justo en ese momento se abre la puerta.
- Cris estás aq... Cielos, estás llorando?.- Murmura mí hermano. Me abrazo las piernas.
- Lárgate Max! No tengo ganas de estar con nadie!.- Sollozo. Realmente la presión me puede. Oigo cómo suspira y me carga. Me seca y me cambia. Yo no hago nada para detenerlo, total, ni siquiera tengo fuerzas. Me siento en la cama una vez acaba y se sienta a mí lado.
- Cuéntame todo por favor.- Lo miro.
- Me gusta maldita sea! Me gusta Jade! Y lo peor es qué me recuerda a Carrie! O a Kate! Y no puedo con eso!.- Grito. Él me mira preocupado y noto cómo me rodea con sus brazos. Me acerca a su pecho.
- Lo siento. De veras lo siento.- Me apreta.
- Eres un maldito mujeriego imbécil.- Gruño.
- Lo sé. Lo sé.- Me frota la cabeza cómo cuándo éramos pequeños. Cuándo me acerca a su cuello me aparto bruscamente.
- Qué pasa?.- Me toco la boca y al notar un pinchazo aparto la mano. Oh mierda.
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Mágica pero estúpida realidad
FantasyLouis Anderson es el típico chico mujeriego y egocéntrico qué sólo piensa en pasarlo bien con el alcohol y el sexo. Amber Edwards es una chica irritante y contestona qué se acaba de mudar a un pequeño pueblo en españa rodeada de montañas y una playa...