Capítulo 21

350 44 30
                                    

La luz del sol brillaba con fuerza sobre una habitación del palacio de Kinmonku, pero la pareja que estaba acostada sobre la cama parecía inconsciente de ese hecho. Pues a pesar de los distintos sonidos procedentes de fuera de la habitación continuaban aún tumbados y sin moverse, aunque solo uno de ellos estaba dormido. El joven acariciaba suavemente el pelo de la muchacha dormida, mientras sonreía tiernamente recordando la noche anterior, todo había sido mágico para él, pero sobre todo era mágico debido a con quién había sido.

Poco a poco los ojos de la muchacha se fueron abriendo mientras el chico seguía observándola, y su lento despertar solo hizo que él se estremeciera con una risa suave, provocando que la muchacha se abrazara un poquito más a él.

- Mooh, Seiya - susurró Usagi - ¿Cómo puedes estar despierto ya?

- Es casi la hora de comer, Odango - dijo Seiya sin resto de preocupación o prisa para levantarse de la cama en su voz - Creo que eres la única que seguía dormida, pero me encanta verte dormir, eres tan dulce.

- ¡Seiya! - se quejó Usagi, mientras se sonrojaba ligeramente, recordando la noche. Lo que provocó que escondiera su cabeza en el pecho de Seiya - Te amo, amor.

- Usagi... - dijo Seiya con reverencia en su voz, mientras sus ojos brillaban. Sabía que ella lo amaba y se lo había demostrado ayer, pero escucharla decirlo ahora, fue casi divino. - Te amo, Odango. Siempre.

- ¿Tenemos que levantarnos? - preguntó Usagi con una vocecita infantil suave.

- Deberíamos - dijo Seiya con diversión - No quiero, pero tus Sailor estarán impacientes por hablar contigo y con todo lo que te amo, aún no me apetece volver a recibir otro de los arreglos físicos de Haruka.

- Gomen... - dijo Usagi avergonzada, pero Seiya la hizo callar colocando sus dedos sobre sus labios, para luego levantar su barbilla suavemente.

- No te disculpes, posiblemente yo hubiera hecho lo mismo con ella... - dijo Seiya - Si hubiera sido el caso inverso, y ambos sabemos eso, así que no puedo culparla.

- Tú no... - empezó a decir Usagi, pero de nuevo Seiya la obligó a callar.

- Odango, forcé a mi princesa a quitarme mi transformador y aun así casi derribé a Ryo en un intento de escaparme de Kinmonku - dijo Seiya, sin vergüenza en su voz - Fue necesaria la intervención de Takeshi, así como de Yaten y Taiki para impedir que me fuera, y debido a eso es qué la princesa forzó mi transformación en muchacho, bloqueando mis habilidades para que no pudiera volver a ser Fighter... en esta forma no tengo ningún poder, solo soy un chico más. Así que créeme cuando te digo, que soy más parecido a Haruka de lo que a mí mismo me gustaría reconocer. Siempre, y cuando digo siempre es siempre, sin excusas, lucharé por ti. Sin importar qué.

Usagi se quedó mirando al muchacho acostado debajo de ella y simplemente le besó. No se lo merecía, pero lo tenía y no pensaba dejarlo escapar. Los besos fueron aumentando, junto a las caricias, pero ambos gimieron con molestia cuando alguien tocó a la puerta principal de la habitación con fuerza suficiente como para despertar a un oso hibernando.

- Supongo que se acabó el descanso - susurró Seiya, mordiendo suavemente el labio de Usagi antes de liberarla y levantarse de la cama para vestirse e ir a ver quién tocaba a la puerta.

Seiya se vistió bastante rápido, pero caminó hacia la puerta mientras recogía su cabello. Y Usagi, le observó mientras se vestía, para luego levantarse ella misma y vestirse rápido, mientras escuchaba como Seiya hablaba bajo con alguien en la puerta. Pero cuando Usagi salió se sorprendió de ver a Haruka, acompañada de la princesa Kakyuu que no hacía nada para evitar que se notara la vergüenza por haber interrumpido.

CénitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora