Salieron de la bañera, después de un rato largo. Pero sin dejar de bromear o jugar entre ellos, Usagi arrebató la toalla a Seiya y echó a correr hacia la habitación, pero gritó cuando Seiya más rápida que ella la alzó en el aire y la soltó sobre la cama para luego saltar sobre ella y hacerle cosquillas mientras ambos reían como chiquillos sin ninguna preocupación.
En ambas miradas se podía ver el amor, la ilusión, pero sobre todo la felicidad y la libertad que ambos sentían. Las cadenas que les ataban se estaban liberando para dar paso a un amor puro y sin condiciones.
- Deberíamos vestirnos, Odango - dijo Seiya, tumbándose a un lado de ella y atrayéndola hacía él suavemente.
- Mooh, Seiya - dijo Usagi, mientras simplemente arrojaba una manta sobre ellos y se acercaba más a Seiya - Déjame disfrutar un poco más de ti, luego tendré que compartirte con el resto del mundo.
- Nunca tendrás que compartirme, Odango - dijo Seiya, haciendo que le mirase a los ojos, mientras sujetaba su barbilla - Siempre serás mi prioridad, sé mi deber hacía Kakyuu, pero tú estás por encima de eso incluso, siempre lo has estado creo, y la princesa lo sabe, por eso mis hermanas se enfadaban tanto conmigo en la tierra.
- Seiya... - susurró Usagi escondiendo su carita en su pecho - Siento tanto haberme dado cuenta tan tarde de todo, siento haber estado tan cegada por lo que pensé que era un hermoso futuro.
- No te disculpes, Odango - dijo Seiya apretándola fuerte contra él - Te esperaría mil años, si con eso consigo ver tu sonrisa. Nunca esperé que me correspondieras, pero solo con verte feliz es suficiente para mí. Tu felicidad es mi felicidad.
- ¿Somos un equipo? ¿verdad? - dijo Usagi, recordando todas las veces que había intentado ser amiga de las Starlights en el pasado.
- Siempre, Odango - susurró Seiya, antes de besar suavemente su frente.
Ambos se estaban quedando medio dormidos, después del baño relajante, y estar tan cómodos juntos no ayudaba a disminuir el sueño. Así que poco a poco fueron cayendo inevitablemente en los brazos de morfeo. Completamente ajenos a todo lo que sucedía fuera de su burbuja.
Usagi fue la primera en despertar para sorpresa del mundo entero, pero ella no supo que la despertó hasta que unos segundos después los toques en la puerta se repitieron. Salió de la comodidad de los brazos de Seiya, haciendo que este protestara un poco, pero sin despertarse. Tomó la camisa de Seiya y se la puso por encima, era lo suficiente larga para cubrir hasta sus muslos, así que así vestida fue a abrir la puerta y se encontró con unos ojos verdes.
- Hola Healer - dijo Usagi algo sonrojada.
- ¡Usagi! - dijo Healer, sonrojándose un poco al ver el aspecto de la muchacha, pero sonriendo traviesamente - ¿podéis venir al salón del ala de invitados?
- S-sí - dijo Usagi que se había olvidado por completo de la fiesta - Ahí estaremos.
- ¡Ah! - dijo Healer cuando ya se estaba yendo - Dile a Seiya que tengo lo que me pidió.
- ¿eh? - dijo Usagi algo dudosa, sobre a que se refería Healer, pero como esta no le dio más explicaciones simplemente se dio la vuelta y entro a la habitación.
Caminó hacia la cama, y le dio pena despertar a Seiya, pero sabía que debía así que sentándose sobre él suavemente comenzó a moverlo despacito mientras repetía su nombre suave. Cuando Seiya, abrió sus ojos, Usagi le besó suavemente para luego levantarse de él y decirle que se arreglaré que les estaban esperando, así como el mensaje de Healer.
ESTÁS LEYENDO
Cénit
Fanfiction[Post-Stars] Usagi ve su futuro como la más brillante perla, y esta completamente feliz por llegar a él, pero aún le quedan unos cuantos años para crecer y aprender de la vida. Los años van pasando y nuestra princesa, aprende cosas sobre su vida...