Busqué a Jess por todo el sitio, habían pasado como veinte minutos ya.
Hasta que finalmente, la ví caminando, como si estuviera perdida.-¿Jess?- la llamé mientras me acercaba.
-Oh... Aquí... Estassss. Mi hermosa amiguita- balbuceó, mientras me abrazaba.
Estaba ebria a más no poder.
-Oh Jess- sonreí -Se te fue la mano con los tragos-
Me miró risueña y rió.
-Un poquito- hizo el gesto con su pulgar y el dedo índice.
-No te preocupes, te acompaño a casa.- dije dirigiéndome a la salida, porque pensé que era lo que quería.
Cuando se emborrachaba, siempre le daba sueño y quería irse.Hoy mi amiga se quedaba a dormir en la casa de su padre, que estaba separado de su madre.
El hogar quedaba al otro lado de donde yo vivía, pero no me importaba. No iba a dejar que se vuelva sola, así.-No, no, no- se detuvo en seco, obligándome a frenar. -Quiero quedarme y bailar. Nunca nos invitan a éstas fiestas-
La miré y estaba completamente despeinada, con cara de perro mojado.
Acomodé su pelo un poco, y respondí:-De acuerdo, nos quedamos pero no más alcohol-
-Prometido- sonrió.
Caminamos juntas hasta la pista, y aunque a veces le costaba mantener el equilibrio, bailamos durante un largo rato.
Nos estabamos diviertiendo mucho, realmente podría venir a estar fiestas cada fin de semana.
Ni siquiera sabía si estaba bailando bien, solo me movía al ritmo de la música, y meneaba mis caderas de un lado a otro.
El calor se hizo presente en mi cuerpo, y decidí aliviarlo, recogiéndome el cabello en una cola.
Tomé la gomita que tenía en mi muñeca y comencé a peinarme. Mi vista se desvió unos segundos, y algo captó mi atención.
James.
Estaba mirándome, fijamente.
Su mirada casi que quemaba.Se atrevió a desviar sus ojos a mis piernas, y luego volver.
Parecía no importarle que yo lo descubra.En su mano derecha tenía un vaso rojo. A su alrededor, estaban los estúpidos populares charlando. Pero él no estaba prestando atención, me estaba mirando.
No había notado lo guapo que estaba hasta ahora: camisa blanca, pantalón de jean negro, zapatillas blancas, su cabello algo despeinado. Y su increíble rostro, claro.
De pronto, un muchacho pasó con un pequeño vaso de chupito en su mano.
Jess se acercó, lo arrebató de sus manos y se lo bebió de un golpe.
-¡Jess!- grité horrorizada.
-Lo... Siento- sonrió al joven.
Él la miró como si tuviera un problema con el alcohol.
Empezaba a sospecharlo...-Prometiste no beber- murmuré señalándola y riendo. No podía evitarlo, se veía tan chistosa con sus torpes movimientos.
-Perdón, me tenté. Deberías probarlo ...-
-¡Oh, aquí estás!- exclamó una voz varonil. Volteé y me encontré con Mike.
Estaba bastante cansado, como si hubiese caminado durante una hora.-Ohhhh mi Mike... Qué hermosos ojos tienes-
Ay joder.
-Jess, tenemos que irnos- la interumpí. El lunes no querría volver al colegio.
-Intenté que dejara de beber, pero no pude- un apenado Mike se dirigió a mi.
Era la primera vez que alguien de su "status" me hablaba. A excepción de James.
-No te preocupes- sonreí sin saber bien qué decir. Me sentía un poco intimidada, como si todo lo que dijera iba a ser juzgado.
-Quiero ir a casa- dijo de pronto mi amiga, haciendo un puchero.
Ah, maldición. Hace unos minutos no quería irse.
-Bueno. Deja que llame a un taxi y vamos-
-¿Un taxi?- preguntó Mike -Yo las llevo-
Jess sonrió, y sus ojos brillaron.
-No hace falta, gracias- respondí, mientras sacaba mi celular de la cartera.
-No, en serio. Insisto- me miró con firmeza pero a la vez sonriendo. Éste chico me caía muy bien.
-Es que vamos a lados opuestos... Vas a tardar mucho tiempo, y eres el anfitrión- expliqué. Se sabía que el dueño de la casa nunca debía ausentarse, o todo sería un desastre.
-Ah, no te preocupes. Puedo llevarla y tú te quedas. No tienes que irte ahora, si no quieres-
Oh, era tan considerado.
Pero no iba a quedarme sola en una fiesta. ¿Había algo más triste que eso?-No, te agradezco. También me voy- sonreí.
-Okey... Déjame ver...- se quedó pensativo unos instantes, mientras miraba a todos lados.
-¿Sucede algo?- la gruesa voz de James hizo que todos desviaramos la cabeza hacia él.
Mi pulso se aceleró.
-Hey amigo. No, nada. Tengo que llevar a Jess a su casa- dijo señalándola - Y también a su amiga...- me observó.
-Eva- completé.
Carajo, ¿Nadie aquí sabía mi nombre aparte de Jess?
James soltó una risita por lo bajo.
Lo fusilé con la mirada. ¿Era gracioso para él que nadie lo sepa?
Idiota.-Eva.- sonrió amable Mike -Viven lejos una de la otra, y...-
-En rrrrealidad. Vivimosss cerca- habló mi amiga -Pero hoy voy a lo de mi ppppadre. Y vive lejosss-
-Si ya entendimos- le acaricié el brazo. Ojalá pudiera filmarla.
-Y no puedo dejar la casa sola tanto tiempo, ya sabes...- concluyó el anfitrión.
-No hay problema, yo la llevo- James se encogió de hombros.
Y mis ojos parecieron salir de sus órbitas cuando lo escuché.
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Eres tú
RomanceMi vida transcurría sin muchos sobresaltos. Hasta que un día, alguien del pasado volvió cruzarse en mi camino. Pero él, ya no era el mismo. TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. #13 en Romántico 😍