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Ese domingo, me quedé todo el día acostada en la cama.
Cuando llegó papá, le dije que me dolía la panza, y que quería descansar.

A juzgar por su cara, no me creyó ni un poco. Pero igual, no dijo nada.

Mi celular vibró. Era un mensaje de Jess.

-¿Cómo estás?-

-Mejor- mentí.

-🙄-

No respondí más. La adoraba, pero en éste momento, necesitaba estar sola.

Así que, esa era razón. James era mi amigo de la infancia. Pero me había ignorado, porque no le convenía juntarse con los no populares.

¿Hay algo más inmaduro que eso?
No lo creo.

Y aunque aunque había visto arrepentimiento en su mirada, no me importaba.

Podía aceptar sus disculpas, eso sí. Pero nunca más voleríamos a tener ningún tipo de relación.

🌸🌸🌸🌸🌸

El lunes a la mañana, Jess me dijo que se sentía mal, y que iba a faltar a la escuela.
Estuve a punto de no venir; lo que menos tenía ganas era de estar en el instituto. Y menos si debía estar sola.
Pero tenía un exámen importante, no me podía ausentar.

Así que, con mi peor cara, entré al aula cinco minutos antes de que éste comenzara.

Todos estaban allí, menos James. Su lugar al lado del mío, estaba vacío.

No me interesa. No me interesa. No me interesa.

Quizá así me lo iba a creer, tarde o temprano.

El timbre sonó, y luego de la profesora, él entró.
Se notaba que había corrido para llegar aquí, porque su pecho subía y bajaba rápidamente.

Nuestras miradas se cruzaron por un momento fugaz, y luego la desvié.

Dolía.

-Tienen una hora para resolver el examen- dijo la profesora y empecé a escribir.

En cuanto terminé, me puse de pie para entregarlo.
Observé el sitio de James. Estaba vacío. Pero no me sorprendía, él fue siempre muy inteligente.

Tomé mi mochila y salí, lista para irme a casa.

Crucé la puerta del aula y doblé hacia el pasillo.
Pero me choqué con un enorme cuerpo.
En cuanto ví que era él, intenté esquivarlo.

-Eva...-

-Ahora no, James.- no quería ni siquiera estar cerca suyo.

Él suspiró pero me dejó ir.

Bajé las escaleras y mi cuerpo se tensó.
Luke estaba sentado con Martha. Ésta miraba confundida todos sus moretones.
Su ojo izquierdo estaba negro, su nariz vendada (probablemente rota) y su labio estaba hinchado.

Bueno, al fin y al cabo, James había hecho algo bien.

Luke me miró y mi corazón se detuvo. Me pregunté nuevamente si intentaría volver a hacerme daño.

-Eva, aquí estás- la inconfundible voz de Mike, captó mi atención.

-Hola Mike. Jess no vino, se siente mal...-

-Si, lo sé- me interrumpió -Quería hablar contigo-

-Dime- respondí, imaginandome de qué trataba.

-Quería decirte que lo siento por lo que sucedió el sábado a la noche. Ya no hablamos con Luke. Nunca más estará cerca tuyo. Y hoy hablé con el entrenador para que lo saque del equipo -

Entreabrí mis labios.

-Bueno, muchas gracias Mike. Aunque no debes disculparte, tu no hiciste nada-

Hizo una mueca de tristeza.

-Y también quería decirte que... No sé qué sucedió entre James y tú, pero él te quiere. Desde que lo conozco, sólo habla maravillas de tí. Está loco por tí, Eva-

Me quedé muda. ¿Qué podía decir?
Aunque eso removía en mí, más de lo que quería, Mike no sabía la verdadera historia.

-No soy la indicada para contarte los motivos... Pero, no creo que se pueda reparar. Gracias de todos modos, eres un buen amigo- sonreí.

Y luego de eso, nos despedimos.

🌸🌸🌸🌸🌸

La semana sucedió sin mayores contratiempos.

Jess se sentía mejor.

James no me hablaba. Muy de vez en cuando, me miraba con esa intensidad característica. Pero no intentaba más acercarse a mí.
Y lo agradecía.

Era viernes  a la noche, mi mejor amiga y yo acababamos de terminar la maratón de películas de Harry Potter que habíamos empezado ayer.

-Joder amo a Ron- murmuró.

-Es la mejor saga de la historia- respondí.

De pronto, su celular comenzó a sonar.

-Es Mike- sonrió embobada mientras atendía. -Hola osito-

No pude evitar soltar una risotada. Esos apodos melosos eran insoportables.

Jess me miró con cara de pocos amigos.

-Si... Ajá, si. Okey. Lo intentaré. Te quiero-

Cortó y me miró.

Alcé mis cejas, en señal de que me dijera lo que debía.

- Lo voy a decir rápido. Así que atenta...-

Asentí, sonriendo.

-Hay una fiesta improvisada en lo de Mike. Quiero ir. Quiere que vayas. Dice que se siente en deuda después de lo del fin de semana pasado- tomó aire - Sé que no quieres ir. Pero sería una verdadera estupidez dejar de hacer lo que quieres por un idiota. Ve y demuéstrale lo bien que estás-

Suspiró agitada.

Me eché a reír.

-¿Estás loca sabías?-

-Ajá- sonrió.

Con el correr de los días, me había dado cuenta que lo que pasó con James, podía servirme como enseñanza.

Ahora estaba invitada a unas fiestas que realmente me divertían y a las que concurría con mi mejor amiga.
Y no pensaba volver a dejar que él jugara conmigo.

¿Por qué entonces tenía que quedarme aquí, sola y aburrida?

-Bueno. Tienes razón. No voy a quedarme encerrada sólo por un tonto como James. Voy a seguir disfrutando de mi vida-

-Esa es la actitud- Jess alzó su mano y chocamos los cinco -Ahora, vamos a prepaparnos-

Jess desapareció unos minutos. Mientras, me puse a revisar Wattpad.

Oh si. Un nuevo capítulo de mi novela favorita.

Ya tenía planes para mañana.

Al rato, volvió.

-Me estás jodiendo- dije cuando la ví.

Ella estaba vestida con una bikini negra y traía en sus manos una roja.

-Es una pool party- se encogió de hombros.

-Acabo de comer dos hamburguesas. Tengo la panza de una embarazada de 5 meses- bromeé.

-Ay cállate. Tienes un cuerpazo. Es momento de disfrutar, recuerda-

La miré dubitativa.
No estaba muy segura de si me iba a sentir cómoda...

Me probé la bikini de Jess y me miré al espejo. El rojo me favorecía. Y aunque mi cuerpo no era de modelo, me gustaban mis curvas.
Okey. Iba a hacerlo.

Dios. Realmente iba a hacerlo.

Sabía que allí estaría él, y que probablemente dolería verlo.

Pero iría. Y estaba dispuesta a disfrutar a pesar de James.

¿Qué tan mal podría salir?

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora