El resto de los días me dediqué a ignorar a cualquier persona que se cruzara en mi camino. Excepto a Jess, claro.
James había intentado hablar conmigo en dos oportunidades, pero simplemente me había dado vuelta.
Había llegado a mi límite. No quería tenerlo cerca. Y no solo porque odiaba su soberbia, sino porque cada vez, me gustaba más.
Y eso solo podía significar una cosa: desilución.
Él nunca estaría con alguien como yo. Era una persona popular, del equipo de fútbol. Y todo un adonis...
Yo en cambio, era... yo. Estaba bien con eso. Pero no quería atravesar su rechazo.
Estaba claro que le gustaba jugar conmigo, y eso, no lo iba a permitir más.
Había sido mi mejor amigo , y lo mejor era quedarme con ese recuerdo, y no seguir odiándolo más.
Jess se detuvo frente a mí.
-¿Me quieres?- soltó de pronto.
Fruncí el ceño.
-Si...-
-¿Segura?-
-¿Estás drogada?- me reí.
-Necesito que hagas algo por mí-
-Ahh. Ahora entiendo...- murmuré.
-Por fis. Prometo que nunca más te pido otra cosa-
-Wow. Debe ser algo importante-
-El domingo cumple Mike.-
Asentí. Llevaba repitiendo eso hace días.
-Y hace una fiesta el sábado...-
-No- respondí.
Sabía a donde llegaba todo ésto.
-¡Dijiste que me querías!-
-Y te quiero. Pero no tanto- mentí, sonriendo.
Jess me golpeó el hombro.
-Es sólo una noche. Aunque sea un ratito. Sería muy importante para mí. Por favor- unió sus manos.
Suspiré.
Joder, no podía creer que estaba aceptando.
- Solo por tí. Y porque sé cuanto te gusta él-
Jess me abrazó con fuerza.
-No sabes cuánto te quiero. ¡Te debo una!-
-Y me la voy a cobrar- mascullé.
🌸🌸🌸🌸🌸
Ésta era la situación.
Acabábamos de entrar a la casa de Mike. Estabamos aquí, para festejar su bendito cumpleaños.
Jess salió corriendo en cuanto lo vió, y se abalanzó para besarlo.
Yo, sonreí como una madre orgullosa.
Acto siguiente, ví a James.
Estaba jodidamente sexy. Con una camisa azul, arremangada hasta sus codos, y unos pantalones negros. Su brazo musculoso sostenía una botella de cerveza.
Estaba hablando con Martha. Ésta le coquetaba con descaro. Y James, sonreía.
Acto siguiente, corrí a la cocina, en busca de alcohol.
Sería una larga noche, por lo menos, necesitaba un poco de ayuda.
Observé la botella de cerveza sobre la mesa.
Mm. Necesitaba algo más fuerte.
Al lado, estaba la de vodka.
Perfecto.Comencé a volcar el contenido en un vaso rojo, desesperada por ahogar mis penas en él.
-Wow, eso es mucho-
Luke estaba a mi lado. Llevaba unos pantalones blancos y una camisa roja.
Era lindo, no se podía negar. Pero era sumamente irritante, incluso, estar cerca suyo.
Para él, el mundo giraba a su alrededor. Y para mí, era un idiota más.
Me sorprendió que viniera a hablarme. Nunca me había registrado, ni siquiera en otras reuniones de Mike.
-Ajá- respondí mientras seguía sirviéndome. No quería tener una charla con él, no estaba interesada.
Él dió un paso, haciéndome notar lo cerca que estaba.
-Eva...-
No respondí. Ni siquiera giré mi rostro para encararlo.
Su cercanía comenzaba a ponerme nerviosa.
¿Qué quería de mi? ¿Qué le pasaba?-Querida Eva. - su aliento rozó mi cuello y mi cuerpo se tensó a más no poder -Yo puedo mostrarte el paraíso-
¡Qué mierda!
-No, gracias- respondí alejándome de él.
Sin embargo, sus manos tomaron mi cintura con agresividad, impidiendo que me vaya. Me volteó para que nuestros rostros se enfrentaran.
-No te irás sin darme lo que quiero- murmuró sonriendo.
Mi piel se erizó por el terror.
¿No podía hacerme nada, verdad? Estabamos en una fiesta...Aunque no sería la primera vez que acosan a una chica en ésta situación.
Ay Dios.
-Luke, suéltame- empujé sus brazos lejos de mí.
Su mirada me estremecía. Sus ojos estaban rojos por alguna mierda que se había metido.
-No te hagas rogar. -
Acercó su boca a mi cuello.
Comencé a golpear su torso para alejarlo de mí. Pero era el capitán del equipo de fútbol... No podía mover ni un centímetro a ésta masa de músculos.
-¡Aléjate! ¡Ayuda!- grité desesperada, mientras sentía sus asquerosos labios deslizarse por mi cuello -¡Que alguien me ayude por favor!-
Y en ese instante, todo pasó muy rápido.
El cuerpo de Luke, se alejó del mío, con violencia.
Abrí mis ojos, que por temor, había cerrado. No quería ver nada de lo que me estaba pasando.
James estaba golpeando a Luke. Sus puños se dirigían una y otra vez al rostro del maldito psicópata que había intentado abusarme.
Luke yacía en el suelo, confundido, sin poder siquiera defenderse.
La fuerza de James era abismal.
Pero si seguía así, lo iba a matar.
Salí de mi trance, y me acerqué a él.
-¡James! ¡James, detente!-
Él frenó sus golpes, y se quedó de pie con su jadeante respiración.
-James- lo llamé de nuevo.
El seguía mirando a Luke, que estaba aún en el suelo. Éste miraba la sangre que tenía su mano, luego de tocarse la nariz. Estaba segura de que estaba rota.
¿De dónde había sacado toda esa furia James? Él era un chico tranquilo y dulce... O eso parecía.
Me acerqué y tomé su mano con suavidad.
Y entonces, pareció volver en sí.
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Eres tú
RomanceMi vida transcurría sin muchos sobresaltos. Hasta que un día, alguien del pasado volvió cruzarse en mi camino. Pero él, ya no era el mismo. TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS. OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE. #13 en Romántico 😍