[6°] Voy A Arreglar Todo Esto.

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¡Por un demonio! ¿Por qué tuvimos que prenderle fuego a este lugar? Todo es ceniza, apenas y hay cosas en pie.

Me muevo sigilosa entre la neblina y la ceniza, en un ambiente completamente gris de pies a cabeza.

El olor a carne carbonizada infecta mis fosas nasales. Los huesos de infantes y adultos están repartidos por todos lados.

Maldición.

¿Como voy a encontrar papel en este lugar?

Es imposible que una mísera hoja de papel hubiese sobrevivido aquí.

Escucho una risa. Rápidamente me oculto tras los escombros y veo pasar a ser hecho de humo deambular.

Vamos, vete ya.

Se queda dando vueltas un rato. Mi corazón late asustadizo ante la posibilidad de que pueda encontrarme.

Aprovecho que está de espaldas y me desplazo rápido a otro sitio y fue suerte, porque pronto se movilizó a donde antes estaba.

Me apresuro sin tiempo que perder y me aventuro entre las pocas casas que siguen en pie, pero obviamente en mal estado.

Toso por culta del olor a humo, me tapo la boca para no respirar el aire casi tóxico y empiezo a hurgar.

Algo se ve pasando por fuera de las ventanas, me apresuro a ponerme de gatas porque un monstruo sonriente estaba mirando por los vidrios de la ventana.

Avanzo sin meter ruido mientras gateo.

Papel, necesito encontrar papel.

Subo las escaleras de puntillas al segundo piso.

Arriba faltaba una parte de la casa y daba una visión completa de afuera.

Abro la única habitación que seguía en pie.

El adorno infantil pero ensuciado por el fuego me hizo saber que era de un niño.

Hurgué por todo el lugar, di vuelta todos los juguetes, hice un desorden.

Nada, ni un maldito papel.

Una lágrima se asoma por mi mejilla.

A este paso Masky estará muerto.

El ser sonriente que antes miraba por la ventana de la planta baja se materializa tras mi espalda y unas garras deformes crecen rápidamente de sus dedos y casi me corta a pedacitos con un movimiento de su mano.

Huyo eludiendo sus ataques con mucha Habilidad, pero no me dejó más opción que tirarme de la parte que estaba abierta de la casa y caí a los escombros hasta el primer piso. Dolió como el infierno, pero no me hice grandes heridas. Corro antes de que viviera por mí esa cosa.

Me meto a otra casa, esta estaba partida a la mitad en un eje medio sagital completamente exacto.

Sentí dolor en la parte más distal de mis dedos, creo que había luxado alguno de mis dedos.

Papel, dónde hay papel.

Maldita sea. ¿Por qué le prendí fuego a todo este lugar?

— ¿qué haces? —

Me doy la media vuelta asustada. Toby está parado tras de mi a la entrada de la casa. ¿En qué momento lo tuve tras de mis pasos? ¿Acaso le aprendió la técnica a Masky para ser tan silencioso?

— ¿cuanto tiempo me has estado siguiendo? —

Se encoge de hombros.

— ¿Hoodie está contigo? —

Ten Cuidado Con Slenderman. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora