Ten Cuidado Con Slenderman.

[1°] Mi Presa.

La verdad estuve debatiendome mucho tiempo cuál de los dos personajes que tenía en mente iba a ser el indicado. Y fue difícil. tenía intenciones de emparejar a Caz con quien le hiciera más daño, pero dos personajes tenían los puntos muy parejos.

Buenos ya sabrán quién ganó.

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Todo arde en llamas, todo es un caos, el calor, el humo, la destrucción. Los árboles caen, las hojas se prenden, la vegetación arde, los animales se calcinan. El bosque se consume en un parpadeo.

¿Como llegó a esto?

Está solo. Separado de sus compañeros y si no huye rápido lo consumirá el fuego o lo atrapa la policía. Admira la ferviente insistencia de un joven de la FBI por cazarlo, pero esto había llegado muy lejos.

Escucha sus voces tras él. Están tan locos para seguirlo por el fuego y morir en el intento. Esta atrapado, el humo del fuego infecta sus pulmones. Por primera vez en años Masky no sabe cómo salir de esto con vida.

Su amo siempre mantenía a estas alimañas lejos de cada bosque al que el ente tenía el descaro de reclamar como suyo, pero esta vez era diferente los Proxys estaban a la deriva, su señor no hacía ni acto de presencia.

La locura llegó al punto de que ya no importaba si lo atrapaban vivo o muerto, abrieron juego y las balas lo traspasaron. Para buena o mala suerte, cayó a los rápidos de un enorme río. Si moría o vivía quedaba en manos de la naturaleza, los oficiales sabían que sólo debían buscar el cadáver unos kilómetros más adelantado.

El incendio descomunal consumió más de lo que en su momento parecía. Se salió de control, casas, granjas, familias y miles de hectáreas ardieron en el infierno. Era como si un ser maligno le declarara la guerra al bosque, era como si el rey de la zona estuviera peleando a muerte con un invasor.

El cuerpo de masky fue arrastrado más allá de lo conocido, pero aún así no se alejó de los llantos y cenizas del bosque. Tuvo suerte, las piedras no lo mataron, sólo tenía un brazo roto y una bala en el pecho, todo en la misma noche. Si tenía solo un poco más de suerte no moriría desangrado.

— por... fin... eres mío — decía una agitada voz masculina.

Masky levantó la mirada muy cansado, apenas podía pararse de la orilla del río. El muchacho que había iniciado su caza estaba parado frente suyo, cubierto en sudor y ceniza, con un arma apuntando directo su cabeza.

¿Qué tan loco tenías que estar para seguir a un asesino hasta darle muerte?

Este joven si que tenía pelotas.

Ya está. Es su fin. Se acabó el juego.

Masky solo sonrió a la idea de cómo hizo para alcanzarlo y dar con él. Hasta él sabía que el río lo había dejado muy lejos. No había razonamiento en su mente para que dos piernas humanas pudieran alcanzarlo sin problemas.

— hasta aquí llegaste hijo de... —

Un disparo directo a la mano que sostenía el arma lo hace gritar. La mano cayó al suelo y la sangre salió de lo que ahora era solo un brazo sin mano. El disparo fue muy certero.