Si tuviera que dedicarle una canción a esta pareja ahora sería esta.
______________________________Tuve la necesidad de ir a desabrochar tus pantalones e ir de lleno a la acción para contentar a mi cuerpo ardiente, pero me de tuviste a mitad de camino y me besaste de una forma que me dejó confundida, tus labios acariciaban los míos de una manera muy suave y tierna.
Tu mano subió por mi cuello y trazo un camino muy delicado hasta llegar a mis labios. Sentí tu aliento chocar contra mi cara, como casi podía respirar tu aire. No me hagas suplicar más, te necesito a ti y a nadie más. Satisfáceme hasta evaporar la más pequeña gota de deseo, hasta que nuestros huesos y carne sean uno y sea imposible saber donde se separan y empiezan nuestras almas.
Te deseo, te deseo, te deseo. No sabes cuanto te deseo. Como necesito que me agarres fuerte y me maltrates en la cama. Puedes romperme, puedes dañarme, pero por favor sácame estas ganas, extínguelas, liquídalas.
Enterré mis labios en tu cuello y mordí delicadamente hasta tu quijada. Escuché un gemido ronco venir de tu parte lo que me contento mucho. Tu mano jugaba con mi espalda como temerosa de llegar a una zona erógena. Sin pena la agarré y te obligué a masajear mis pechos, todo tu cuerpo se pone rígido y me miraste nervioso, como sin saber por donde empezar. ¿qué te pasa? ¿No querías esto tanto como yo? ¿Por qué dudas?
No te hice caso. Yo iba a tomar el control, yo te iba a dominar entonces. Te besé de la forma más lujuriosa posible mientras te tenía arrinconado contra la pared y mi mano se deslizó hasta tu miembro, la metí dentro de tus pantalones sin culpa y jugué masturbando el glande y el falo sin mucho apoyo de tu parte.
No entiendo. ¿Por qué vas tan lento?
¿No me deseas? ¿Mis feromonas están fallando?
— Masky — te llamé con una voz sensual.
Me senté sobre la mesa del primer piso y abrí las piernas para ti, jugué con uno de mis pechos y con la mano libre te hice un gesto para que vinieras a mi, moviendo el dedo índice con una sonrisa traviesa.
No te moviste. Pareciste dudar.
¡Demonios! ¿Qué quieres? ¿Qué hago? ¿Me quieres hacer suplicar? ¿Me quieres humillar? ¿Qué quieres?
Estoy perdiendo la paciencia.
Tus ojos viajaron por cada una de mis curvas con suma lentitud. Había una mirada diferente en tus ojos, era como nervios con una pizca de ¿amor? En tus ojos.
Ja.
No pienses estupideces, Caz. ¿Por qué alguien como él te iba a desear de esa forma? Los hombres no saben que es el amor, solo saben que es el deseo. Solo soy su trozo de carne, se hartara de mi una vez me tenga entre sus piernas. No es un problema para mí, con solo tenerlo una vez en la vida me basta.
Finalmente se acercó con lentitud a mi. Acarició mi cabello y me volvió a mirar de esa forma que no puedo descifrar. ¿Será que esta algo incómodo por ese yeso en su brazo?
Si ese es el caso…
Agarre su polera manga corta por el cuello y volví a unirnos en un beso. Sus dedos temblorosos solo acariciaron mi cabello con suma delicadeza, como si fuera un gatito.
Lo solté y lo miré con molestia, esto no estaba funcionando.
— ¡que quieres que me humille acaso! ¿Qué me postre a tus pies para que me la metas? — recrimine. Levante la mano con intenciones de darle una bofetada.
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Ten Cuidado Con Slenderman.
FanfictionSer un proxy no es ningún privilegio, ni lo mejor que te puede pasar en la vida. Ser un proxy significa ser el esclavo de un ente sobrenatural que sólo podrías llegar a ver en tus pesadillas. Eres la cosa, el juguete, la herramienta. Serás marcado p...