CAPÍTULO 3

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Me despierto de golpe sudando y con el cubrecama tirado en el suelo.

Tuve una pesadilla.

Respiro con dificultad y empiezo a hacerme aire con mis propias manos mientras que doy bocanadas grandes. Acerco mi mano temblando a la lámpara al lado de mi cama y me trato de tranquilizar.

Solo fue un mal sueño... Solo fue una pesadilla... Solo fue un mal sueño... Solo fue una pesadilla.

Dios, cuanto daría porque fuera como las de siempre, las que ya estoy acostumbrada. La de que un payaso asesino me persigue, o cientos de arañas se lanzan en mi cara. Hasta prefiero la de que estoy en la serie de Grey's Anatomy y me abren estando consiente mientras que le grito a Bailey que estoy despierta, pero ella solo les grita a los internos. Creo que no son tan pesadillas, si no sueños algo extraños.

El tic tac de mi reloj incrustado en la pared, me señala que faltan tres horas para que amanezca. Necesito dormir un poco más, pero no puedo. No creo capaz de volver a cerrar los ojos y poder volver a dormir sin soñar de nuevo eso.

Trato de pensar una manera en calmarme y volver a mi sueño, aunque bueno, tal vez este debe ser uno bueno.

Recojo el cubrecama del suelo y me vuelvo a tapar.

Cierro los ojos y me pongo a cantar una canción que me tranquilice.

'Cause we made it, underestimated and always underrated
Now, we're saying goodbye, waving to the hard times
Yeah, it's gonna be alright, like the first time
Met you at your doorstep, remember how it tasted
Looking into your eyes, baby, you were still high
Never coming down with your hand in mine

La canción tarareada en mi mente ayuda a que pueda respirar más tranquila y sienta como poco a poco caigo en un sueño profundo.

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- Niña idiota, ese hombre es un muy buen partido. Es uno de los jóvenes más guapos del país y lo dejas ir por un capricho estúpido. -me regaña mi mamá mientras se levanta de la mesa de un salto.

Sí, sabía que iba a decir eso.

-Lo sé, pero no puedo casarme con alguien que no me ama. Y yo no lo amo a él entiende. -tomo un trozo de pastelillo y lo llevo a mi boca, masticando lentamente. Mi papá le pone una mano en la suya, y ella se vuelve a sentar lentamente, mirándome con furia.

Mi hermano a mi lado no dice nada, y toma un gran trago de su jugo de naranja hasta dejar el vaso vacío.

El señor de la casa está en el centro de la mesa, junto a mí, y mi mamá que nos dedicamos miradas asesinas y nos tiramos pequeñas patadas bajo la mesa con la punta de nuestros zapatos.

-Noemi, -empieza a hablar mi padre y volteo a verlo, dejando de patearla- debías aceptar la propuesta. Necesitamos de su compañía para crecer y no ser el segundo, si no el primer representante en la cadena de la industria y comercio de todo el continente.

Sí, también sabía que iba a decir eso. Ambos son tan predecibles...

-Claro, como siempre es primero tu compañía y tener dinero antes que la felicidad de tu hija. -digo sarcásticamente y le regalo una sonrisa falsa.

-No todo en la vida es ser feliz.

-No todo en la vida es tener dinero.

-Noemi.

-Padre.

Suelta aire de sus fosas nasales como un toro de corrida y se acomoda la corbata ligeramente.

Besos Que Queman [Besos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora