CAPÍTULO 20

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No me sorprendió despertarme al día siguiente y no encontrar a Eden en la cama. Lo que sí me angustió un poco, fue que no pasó la noche en la casa.

-¿Y si durmió en el sofá pero se fue temprano?

-No creo, yo dormí ahí. -Adonis me quita la única esperanza.

Juego con mi tazón lleno de cereal, con la mirada clavada en la nada.

-Lo más seguro es que se fue a un hotel y ya está camino para acá. Y si no es así, yo misma voy a buscarlo para traerlo de la oreja. -Pamer habla y sonrío.

-Oye yo siento lo de ayer. No tenia que hablarte así.

-No te preocupes, lo entiendo Noemi. Estás pasando por algo difícil ahora y lo menos que necesitas es que alguien te esté molestando, no tenia porque hacer esos comentarios.

Se acerca a la alacena de la cocina y saca una caja blanca, la pone en la mesa y se sienta frente a ella.

-Igual, discúlpame. En serio me siento mal por lo que te dije.

Me sonríe y asiente con la cabeza.

-¿Vas a preparar algo? -le pregunto cuando veo que pone sobre la mesa unos cuantos ingredientes.

-Tengo una fiesta en tres días, es como una recaudación para las familias que necesitan dinero. Y como yo por impulsiva dije que podía preparar los panecillos, ahora tengo que aprender a hacerlos o al menos a que me salgan bien.

-Espera, ¿recaudación para las familias? No sabia que tú estabas en eso.

-¿No crees que me gusta apoyar a las personas? -alza una ceja, mirándome atenta.

-No no, a lo que me refiero es que, no sé, como paras mucho tiempo en casa con nosotros, solo no lo creí.

-Está bien, yo ayudo solo una vez a la semana y llevo las donaciones que recojo de cada puerta de este departamento. Hay una señora en el último piso que siempre me da bufandas, es un amor esa ancianita.

Me siento a su lado y remango mi casaca.

-Te voy a ayudar, cuando tenia seis años me metieron por cinco años a clases de cocina y gané muchos concursos. Algunos porque mi padre le pagaba a los jueces y otros porque en serio era buena.

Suelta una risa y la sigo.

Nos quedamos toda la mañana preparando los panecillos, Adonis por momentos se levantaba del sillón para venir a comer de la masa y terminábamos embarrando su cara para que se aleje. Pedimos comida rápida de almuerzo y lo comimos en el suelo de la sala mientras veíamos Grey's Anatomy. Así es, hice que ellos quieran ver una serie conmigo y terminó por gustarles.

-Amo a Christina, es genial.

-Lo sabemos, ya lo vas diciendo como mil veces. -Adonis le dice a Pamer- Mi favorito es George, aunque es medio raro a veces y muy tierno.

Volteo para verlo, le sonrío en señal de "¿con que tierno eh?" y me lanza un cojín a la cara.

Justo en ese momento, escuchamos unas llaves al otro lado de la puerta y como en cámara lenta todos volteamos para el mismo lugar.

Se abre, dejando ver a un Eden con la cara cansada y el cuerpo sucio. Tiene un pequeño golpe en una de las mejillas y se tambalea lentamente hasta que cierra la puerta a su espalda.

-Eden que... ¿Qué te pasó? -me apresuro a correr hacia donde está rápido.

Lo agarro entre mis brazos para que no se caiga, inhalo profundamente y siento un olor de alcohol y perfume femenino mezclado.

Besos Que Queman [Besos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora