EPÍLOGO

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5 AÑOS DESPUÉS


El aire fresco golpea mi cara, cierro los ojos suspirando mientras pongo una mano en mi panza. Escucho a mi alrededor el cantar de los pájaros y algunas risas que provienen del interior de la casa y la piscina.

Bajo mis lentes de sol un poco, observando lo que tengo al frente.

Dos niñas están jugando, una dentro de la piscina y la otra tiene su gorra y le tira cosas debajo de la pequeña sombrilla de juguete. Sonrío y me siento.

-¡Mami! -grita la pequeña de la piscina.

Sale de ahí, poniéndose las sandalias con tropiezos y corre directo a mí. Pasa de largo y volteo para ver como se le lanza a Pamer.

-Mi amor, ¿cómo estás?

La hija de Pamer se sube a sus brazos y caminan hasta mi lugar.

Bien, les haré un pequeeeeeño resumen de lo que pasaron estos largos cinco años.

Luego de que Eden y yo huyéramos, nos fuimos a vivir a un campo a media hora de la ciudad junto con Pamer y Adonis. Digamos que de verdad ganaban muy bien de dinero con respecto a las carreras; Aunque ellos ya no trabajaban ahí desde hace tres años y ahora Pamer vende pastelillos (sí, aprendió a hacerlos y muy bien) y Adonis, bueno él los reparte y gana un poco de dinero con eso.

Yo volví a estudiar, con una beca claro. Me decidí esta vez por estudiar diseño de modas, al igual que Eden. Ambos llevamos una línea de ropa que a penas está empezando y tenemos al menos veinte clientes que nos compran seguido.

Pensamos casarnos una vez, pero decidimos que no era tiempo para eso. Que debemos seguir estando tal cual, y si en diez años nos seguimos amando, que suceda lo que tenga que pasar.

-¿De nuevo en tus pensamientos?

Pestañeo varias veces, mirando a Pamer con su hija en brazos comiendo un helado de vainilla.

Digamos que, Pamer y Adonis tuvieron una hija juntos. Solo que no de la manera que ustedes creen, tranquilos.

Adonis quería ser papá sin necesidad de atarse a una mujer o tener algún tipo de relación amorosa, y Pamer estaba con la misma idea así que decidieron hacer un vientre de alquiler. Pamer la tuvo y Adonis solo donó sus espermas.

Ambos la cuidan como los padres que son, pero se tratan como amigos y nada más.

-Solo pensaba en todo lo vivido estos últimos años. -le contesto quitándome los lentes.

-Sí, fue toda una locura eh. -asiento.

-Y que lo digas, hace tiempo que no sé nada de mi familia. La verdad, no me molesta eso, pero creo que es necesario poder hablar con ellos y contarles de sus nietos.

-¿No lo saben?

Desvío la mirada a mi pequeña de casi cinco años, se acerca a mi con la cara enojada y de disgusto.

-No. -respondo.

Mi hija se sube a mis piernas y le doy un beso en su frente. Le aparto el cabello rubio poniéndoselo atrás de la oreja.

-Mamá, ¿podemos entrar a la casa?

-¿Por qué? ¿No quieres entrar a la piscina?

-Sabes que odio el sol.

Asiento.

-Bien, déjame ponerme mi ropa y entramos, ¿está bien?

Se pone de pie de un brinco y me da una sonrisa mostrando sus dientes, o los pocos que tiene.

Besos Que Queman [Besos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora