Doy varias vueltas en círculos, jugueteo con mis manos y balbuceo algunas palabras. Me tomo unos minutos para acercarme a la puerta, mantengo mi mano al aire y con lentitud toco esta.
Me encuentro fuera de mi casa con toda la fuerza que puedo mantener de pie. Al inicio Eden no quiso que viniera, y menos sola. Lo entiendo, él me vio rota durante semanas y el hacer esto es muy masoquista de mi parte.
Primero tenia en mente venir a disculparme con todos, pero al final decidí que solo recogería unas cuantas cosas de mi cuarto y me marcharía para no volver.
Vuelvo a tocar y me responden del otro lado con un tono de fastidio. Acomodo mi cabello con mis dedos y tomo aire.
La puerta se abre y todo el aire que tenia guardado desaparece en menos de un segundo.
-¿Noemi?
-¿Derek?
Veo de pies a cabeza a mi hermano mayor. Lleva un polo suelto y holgado junto con unos shorts de playa. Su cabello está desordenado y tiene algunas ojeras en la cara.
Me envuelve rápidamente en sus brazos y escucho un sollozo de su parte. Esta... ¿Está llorando?
-Derek, ¿estás...?
-Te extrañé tanto. Me tenias demasiado preocupado. -se separa de mi- ¿Dónde estabas?
Sus ojos, ahora rojos, buscan alguna reacción en mi rostro. Como si hubiera esperado verme malo diferente a como soy siempre.
-Yo estaba... Espera, no. ¿Por qué no me ayudaste ese día?
Frunce el ceño.
-¿Qué día? ¿El que te fuiste de casa?
-El día que mamá me echó de casa. -corrijo.
-No, mamá dijo que tú te fuiste por tu cuenta. Que estabas harta de nosotros y te ibas a ir con un chico, ¿Qué chico, Noemi?
Miro a ambos lados de la calle fijándome que nadie nos escuche.
-¿Puedo entrar a la casa? -señalo.
-Sí obvio, pero rápido antes que mamá llegue y te vea aquí.
Paso por su lado y sostengo mi cartera con fuerza en mis manos.
-Vamos a la cocina, te puedo servir un poco de la comida que prepararon hoy.
-No es necesario, ya comí en mi casa. -aviso y lo sigo hasta llegar a la entrada de la gran cocina.
Me siento en una de las sillas frente a la isla y apoyo mis codos en esta.
Derek se pone detrás de esta y suspira, cansado.
-Noemi, te estuve buscando durante casi dos semanas. No estabas en el trabajo ni con Alex, a quien le dí un buen golpe, por cierto. No me contaste de lo que te hizo junto con Rose.
Desvío la mirada al suelo, no quiero recordar la traición de ellos dos.
-No le quise contar a nadie eso, la verdad. No lo veo importante.
-Papá lo sabía.
-Sí, él fue quien me mandó esa noche que los encontré juntos. Me dijo que le vaya con el pretexto de hacer las paces y poder quedar como amigos al menos.
-Bueno, al menos ya no estás con ese idiota. -puntualiza y sirve un vaso con agua.
Me lo acerca y le agradezco en voz baja.
-¿Viste las noticias? -pregunto avergonzada.
Asiente, me mira con tristeza y sonríe.
-No hagas caso a lo que digan las noticias esas. Tú sabes quien eres, no ellos. Solo dicen lo que les convienen. Sabes como son los periodistas de metiches y mete candela.
ESTÁS LEYENDO
Besos Que Queman [Besos #1]
Novela JuvenilDicen que, el que te salva de los problemas, es una buena persona en la cual confiar, pero ¿qué sucedería si quien te salva, en realidad es peligroso para ti? ¿no es verdad, que todas las personas que muestran una parte buena también esconden una pa...