Besos Que Queman [Besos #1]

CAPÍTULO 22

-¿Está bien este diseño? -le muestro por decima vez a Eden un nuevo vestido que dibuje. Tiene todas las hojas acomodadas en sus piernas y ve la que le paso detalladamente. 

-Hm, sí, este está bueno. Podrías ponerle como unos diseños lunas por la parte baja del vuelo, ¿la temática es de noche cierto? Quedaría perfecto.

-Tienes razón, gracias. -le doy un beso en los labios y pinto el vestido tal cual él me dijo.

Nos pasamos toda la noche haciendo varios diseños, yo para las niñas y él para los niños. Le pregunté a Pamer si no necesitaba hacerle a las madres y padres también, pero me dijo que a ellos les iban a dar otras vestimentas.

-¿Este traje está bien? -me pasa uno.

-Está perfecto, me encanta. -le sonrío- ¿No has pensado en estudiar diseño de modas?

Niega con la cabeza.

-Primero, no tengo el dinero y segundo no siento que quiera vivir de eso.

-Pero conseguiste trabajo hace poco.

-Sí, pero recién empiezo la próxima semana.

Asiento.

-Bien, pero al menos piénsalo podrías crecer mucho con eso e incluso tener muchos locales para que compren tu línea de ropa, o tener tu propio programa de televisión de eso. Como los que veo por las noches de vestidos de novias y eso.

Se ríe y deposita un beso tierno en mis labios.

-Te quiero.

-Y yo a ti.

Un golpe al lado de la puerta se escucha y Pamer entra.

-¿Se pueden apurar? Debemos de irnos ya para empezar con la magia, ya mañana es la fiesta y necesitamos los vestidos y trajes listos.

Salimos de la cama y nos cambiamos en menos de tres minutos.

Decidimos no desayunar y solo nos compramos unos cafés y galletas en el camino. Eden y Adonis, quienes nos acompañaron, insistieron en ir en moto, pero rápidamente Pamer y yo nos negamos diciendo que quedaba cerca.

-Cerca queda más el baño de la sala que esto, ¡media hora para llegar hasta aquí! -Adonis se queja y volteo mis ojos.

-No seas exagerado, ni se siente tanto además vale la pena. Bajamos de peso.

Entramos al lugar y las cosas están mucho más acomodadas que antes. Ya no hay cajas en el suelo y ahora pusieron unas serpentinas brillantes en el techo junto con unas nubes de algodón que tapan la luna.

-Bien, Noemi y yo vamos a ir a dejar esto donde las demás chicas y ustedes pueden ir a ver si necesitan ayuda con algo.

Adonis y Eden se miran entre los dos y asienten tranquilos. Camino junto con Pamer hasta llegar al cuarto, ya arreglado y sin tantas cajas, saludamos a quienes están dentro y me presento.

-Hola a todas, soy Noemi y les traje el diseño de los vestidos paras las niñas y del traje para los niños. Decidí hacer uno igual para todos así no pelean por quien escoge que diseño.

-Estamos agradecidas con su apoyo señorita Noemi, Pamer nos habló maravillas de usted. -dice una anciana, la misma con la que Pamer hablaba ayer.

-No se preocupen, me gusta ayudar y si necesitan algo más voy a estar por aquí viendo si hay algo más que hacer.

Me despido y salgo de ahí.

Choco con un cuerpo y estoy a punto de dar cara cuando veo de quien se trata.